Descripción de la experiencia:

Fui arrestado por las tropas estadounidenses el 24 de agosto de 2017, durante ocho días. Me pusieron en una celda de aislamiento. Sentí que Dios me observaba. Estoy especialmente agradecido de haber estado bajo su cuidado.

Sentí como si dejara mi cuerpo y estaba casi a la altura del techo de la celda. Debido a esta sensación rogué a Dios que viniera a mí. Un sentimiento extraño me dijo “saldrás en los próximos diez días y no permanecerás más de diez días”. Esto hizo que mi fe fuese tan profunda que comencé a sonreír por adelantado porque ¡sabia que iba a salir en diez días!

Después de salir de la prisión no mantuve mis rezos diligentemente como hacía antes de ser arrestado. Me hundí en una depresión profunda. No estaba comprometido con los rezos y mi fe estaba a prueba debido a mis pobres condiciones, parecía que todo a mi alrededor estaba colapsando. Fui separado de la chica a la que amo. A los profesores en la universidad no les caía bien porque no estaba estudiando con todo mi potencial. Solía ser el primero de la clase pero pasé a ser uno de los últimos. Estaba en un estado depresivo, sintiendo que había hecho algo malo y la vida comenzó a hacerse negra a mis ojos. Lloré estando solo y dije “Oh Dios, ya no puedo permitirme más esta vida, ya no puedo hacer el bien o el mal, quiero que te lleves mi alma”. Pero por aquel entonces tenía miedo de encontrarme con el Señor con mis rezos incompletos. Con seguridad iría al infierno. Recé para que me mantuviera fuera del fuego y me ayudase a conectar con él.

Entonces comencé a ver gente muriendo en televisión durante tres días porque había una guerra en una región Árabe. Comencé a preguntarme si es ahora que iría al paraíso o al infierno. ¿Están sufriendo estas personas durante la muerte? Le pedí al Señor que me enseñase ese día lo que me iba a pasar. Eso fue todo. Luego me olvidé del tema hasta la hora de acostarme.

Me desperté y vi que mi cuello y mi cabeza se levantaban de mi cuerpo. Sentía que poco a poco salía de mi cuerpo. La separación comenzó en los pies. Unos nuevos pies salieron del cuerpo, seguidos de otras partes del cuerpo. Mi cara salió del antiguo cuerpo con una luz brillante y dorada. Sonaba como las burbujas de un refresco.

Miré al antiguo cuerpo y me dije “pertenece a otro Hombre, lo odiaba”. De repente flotaba más y más rápido. Pasé por un túnel negro. Mi sentido auditivo se hizo tan fuerte que oía a mis vecinos hablando en sus casas.

Volé alrededor de la habitación muy rápido, ingrávido, con veinte ojos. El tiempo era diferente. Entonces llegué a una puerta del balcón, me entristecí y comencé a llorar. Me dije “Iré al infierno porque no estaba haciendo los rezos”. Le pedí a Dios que me llevase de vuelta por lo menos durante dos minutos para rezar. Dos hombres vinieron y me cogieron las manos y me bajaron a mi cuerpo. Oí gárgaras detrás de mi cabeza. Me desperté y me encontré sentado en la cama.

Supe que esta vida es transitoria y no necesito temer a la muerte. Porque no es dolorosa, simplemente transfiere y cambia de una vida a otra. Sentí que los dos minutos fueron como dos o tres días. Y sé que hay otro límite allá. El tiempo y el espacio eran diferentes a los de la Tierra.

Después de mi ECM me di cuenta de que mi cuerpo ganó poder eléctrico, y sentí que criaturas desconocidas venían a mi alrededor de vez en cuando. A veces susurraban a mis oídos. Me hice sensible a luces y sonidos, así que antes de dormir pongo bolas de algodón en mis orejas, prefiero la oscuridad a la luz.

Compartí mi historia con un amigo que me dijo que había oído hablar de la NDERF y había visto un programa de televisión sobre las ECMs. Me recomendó que no tuviera miedo. Después de la ECM me hice aislacionista y más confortable cerca de personas religiosas.

Por favor, ayúdenme a contactar a personas que han tenido ECMs porque me siento solo y como si fuera un extraño para la gente de la Tierra. Solo soy un visitante de ese mundo, el mundo real, estoy esperando volver a él.