Descripción de la experiencia:

Soy Alexandra y me permitieron acompañar a mi hija con cáncer hasta el final.

En la noche anterior a su muerte, mi amigo y yo estábamos con mi hija mientras ella estaba muriendo. Los dos nos despertamos cuando escuchamos el sonido del “traqueteo” antes de que sus pulmones dejaran de funcionar. Ambos sentimos este indescriptible sentimiento del que hablan quienes han experimentado una ECM. Sentí esté sentimiento de amor, paz, confianza – un sentimiento indescriptible. Y entonces, miré a mi amigo. Porque él también me miraba de la misma manera, le pregunté “¿Sientes eso también?” y él asintió con su cabeza. Yo continué, “¿Sientes lo mismo que yo? ¿Este amor inimaginable, esta paz, esta paz?” Él contestó “Siento lo mismo que tú. INCREÍBLE” Obtuve la respuesta. Los dos sentíamos este amor divino.

Cuando estamos muy tristes porque Karin ya no está aquí, nos apoyamos entre sí y recordamos ese sentimiento de esa noche.

Hoy, cuando miro al cielo, pienso en mi hija sabiendo que ella está bien y que es amada. Ella no está sola. Lo que ha muerto ha sido sólo su cuerpo; ella está siempre con nosotros. Rezo más seguido que antes, ya sea en la noche al ir a la cama, o mientras conduzco el auto. Si veo una nube o un rayo de sol particularmente hermoso, esos son signos para mí y me humillo y rezo. Puede que sólo rece brevemente, pero rezo.

En pleano amor

Alexandra

Mi hija Karin falleció el 2 de septiembre, 2019 a las 19:25, en Bürs, Vorarlberg, Austria

Amo a mi hija para siempre …

Información previa:

Sexo: Mujer