ECM de Barbara R
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Descripción de la experiencia:
No
está muy claro que haya tenido una experiencia fuera del cuerpo. Solo tengo esta
sensación de que me vi a mí misma siendo acarreada en una camilla con ruedas por
el pasillo del hospital. Cuando recobré la consciencia sentí que había estado en
algún lugar que era seguro y confortable.
Había estado comatosa durante 2 días. Todo lo que hacía era intentar averiguar dónde estaba y qué había pasado. Incapaz de hablar debido a los tubos en mi garganta por un pulmón colapsado, solo me podía comunicar a través de la escritura. Recuerdo tener unas ganas increíbles de una barra de caramelo “Butterfinger” que fue lo primero que comí cuando me quitaron los tubos. Estuve en cuidados intensivos durante 11 días. Por lo que me dijeron las enfermeras, tuvieron que atarme los brazos para que no pudiese agredir a los técnicos que estaban trabajando conmigo. El dolor era insoportable. La morfina no ayudaba mucho con el dolor de las costillas aplastadas.
No fue hasta que fui transferida a mi propia habitación de hospital que me volví más consciente de lo que había ocurrido. Aparentemente fui llevada en estado de muerte clínica a la sala de urgencias el día del accidente. El equipo de la sala de urgencias no me podía encontrar el pulso. Creo que si no fuera porque el cirujano jefe estaba de servicio cuando me llevó la ambulancia, no estaría hoy aquí. Fue realmente mi ángel. Habían trabajado conmigo durante bastante tiempo tratando de obtener un pulso sin éxito y estaban a punto de abandonar. El cirujano jefe insistió en seguir trabajando. No estaba dispuesto a renunciar teniendo yo, como tenía por entonces, tan solo 28 años.
Estuve hospitalizada unos 2 meses. Desde el 20/7/1979 al 17/9/1979. Mis lesiones eran muy extensas. Tenía un pulmón colapsado, costillas aplastadas, fractura de pelvis, bazo aplastado que dio lugar a una esplenectomía (extirpación del bazo), hígado contusionado, fractura abierta de tibia y peroné izquierdos. Nariz rota y algunas cicatrices faciales. Los médicos pensaron que habría daño cerebral debido a la hinchazón y a la conmoción. Me dieron un 10% de posibilidades de supervivencia. Estuve en tracción durante toda la estancia hospitalaria. No puedo contar el número de operaciones que tuve durante mi estancia en el hospital. Y menos aún las operaciones por las que pasé después de volver a casa.
¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Estaba totalmente inconsciente. No me acordaba de nada. Nunca supe lo que había ocurrido hasta que se me mostraron fotos de mi coche. No podía creer que todo eso hubiese ocurrido y yo siguiese aún aquí. Menos mal que no puedo recordarlo. Tenía algo de aprehensión cuando por fin pude conducir de nuevo, y pasé conduciendo por el lugar donde tuve el accidente. Tenía miedo de que el hecho de estar allí me evocara el evento, pero afortunadamente eso no pasó y, cuando reanudé mi trabajo, conduje de nuevo por esa ruta todos los días.
¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? Lo único parecido a un sueño fue la sensación de verme a mí misma siendo acarreada en una camilla por el pasillo del hospital. Y por supuesto, cuando recobré la consciencia, los sentimientos que tenía de haber estado en algún lugar que me producía una sensación reconfortante.
¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? No estoy segura.
Yo estaba por encima de mi cuerpo viendo cómo era acarreado por el pasillo del hospital. Yo miraba hacia abajo, a la parte posterior de mi cabeza.
¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? No.
¿Pasó usted en o por un túnel o recinto? No.
¿Vio usted una luz? No.
¿Encontró usted o vio a algún otro ser? No.
¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados de su vida? No.
¿Observó usted u oyó durante su experiencia algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? No.
¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? No.
¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? No estoy segura.
No hasta que medio recobré la consciencia y sentí que había estado en algún lugar. Supongo que se podría llamar una zona en la que me sentía salva, confortable, segura.
¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universal? No estoy segura. Todo lo que sé es que le perdí el miedo a la muerte.
¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? No.
¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? No.
¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? No.
¿Cómo resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? Sí, creo que ahora soy mucho más médium.
¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Sí.
No le temo a la muerte. Solo temo cualquier sufrimiento anterior a la misma.
¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Me valoro más a mí misma. En el momento de mi accidente estaba en una relación abusiva y destructiva. La dejé y no toleraré ningún abuso más. También soy mucho más compasiva y empática con las personas. Me hice masajista y curandera.
¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Sí.
Salí de mi matrimonio abusivo. Me volví más compasiva y empática para con las otras personas. Desarrollé capacidades curativas. Encontré un marido amante, sensible y atento.
¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí.
¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Tuve diversas emociones. Desde tratar de sanar hasta aprender a caminar de nuevo. Recuerdo a las sirvientas en el hospital llegar a mi habitación y hacer la señal de la cruz. Decían que yo era un milagro. También recuerdo a uno de los del equipo del hospital diciéndome que yo estaba en un estado tan crítico, que debería sentirme afortunada de estar aquí, pues ya me iban a poner una etiqueta en el dedo del pie. Supongo se trata de una definitiva confirmación de la realidad. Mi estómago se hundió cuando me dijo eso.
¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? La mejor parte de mi experiencia fue la comprensión de la muerte a otro nivel. Y recuperar la capacidad de caminar de nuevo. Y simplemente una sensación general de fuerza interior que no tenía antes.
La peor parte fue el dolor y el sufrimiento por los que pasó mi cuerpo.
¿Hay algo más que desee añadir acerca de la experiencia? Tengo mucho más respeto por la profesión médica. También soy consciente de lo que significa estar en un estado de completa dependencia y vulnerabilidad. Debo decir que me sigo preguntando por qué he sobrevivido. ¡Creo que solo no era todavía la hora de irme! Tenía todavía cosas que hacer aquí en el plano físico.
¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia? No estoy segura.
Tuve una histerectomía en 1996 que me provocó una hemorragia que me mantuvo hospitalizada más tiempo del previsto. Sufrí un poco con esa experiencia.
¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? No estoy segura, creo que sí, pero estoy segura de que me he dejado algunas cosas en el tintero, porque hace mucho tiempo que sucedió.
Por favor, ofrezca cualquier sugestión que tenga para mejorar este cuestionario de www.nderf.org: en este momento no se me ocurre ninguna.