Brent H ECM
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Descripción de la experiencia:
Cuando tenía 9 años, siempre me daban un libro cuando iba a tomar mi medicina. Mamá siempre me compraba un libro también.
Un día en que un amigo mío y yo estábamos juntos, él tuvo la idea de que tomara toda la medicina de golpe: más de 40 pastillas. Y lo hice. Él se marchó mientras yo veía una película. Sentí que mi estómago comenzaba a tener calambres y tenía mucho calor en mi cuerpo. Sentía que me dormía. En realidad, me estaba muriendo y mi cuerpo se estaba apagando.
De repente, me vi en un gran espacio abierto. Era un espacio sin fin. Estaba allí de pie, y parecía como si lo supiera todo. Todos mis sentidos percibían con intensidad extrema. Entonces, vi a un Hombre que venía caminando hacia mí. Era un joven que se estaba quedando calvo. Sabía que era mi abuelo, que había fallecido dos años antes de esta experiencia. Era más joven, no parecía enfermo y tenía la piel perfecta. Me puso la mano en el hombro y dijo: 'Nieto, todavía no es hora de volver a casa'. (Entonces) sonrió, me abrazó y se alejó. Mientras se perdía de vista, noté (que había) una sustancia parecida a una nube, que cubría toda el lugar. Era tangible.
Estaba tocando la presencia tangible de Dios. De repente, apareció una luz brillante que es difícil de explicar. Caminaba hacia mí. Caí de bruces. No podía estar de pie, ya que la luz era todopoderosa. Mientras caminaba hacia mí, escuché sus pasos sonando como un trueno. A medida que se acercaba, el trueno se hizo más fuerte y finalmente se detuvo. Sabía que estaba justo donde yo estaba, y escuché su voz diciendo: 'Abre los ojos'. En el momento en que abrí los ojos, vi pies y agujeros en esos pies. Cuando extendió su mano, vi señales de clavos, no en su palma o antebrazos, sino en sus muñecas. Tomé su mano y logré ponerme de pie. Sentí un amor de una intensidad inexplicable, (lleno de) alegría, paz. Era sencillamente abrumador. Parecía que el tiempo no importaba. Mientras me ayudaba a subir, vi que vestía una túnica completamente blanca, (mucho) más blanca de lo que se hubiese podido ver en (la) tierra. Mientras me ponía de pie, lo miré a la cara. Su cabello era blanco como lana. Sus ojos azules (salían de) su rostro con llamas de su amor. Su rostro era tan brillante que no podía ver los otros rasgos faciales, pero sabía que era Jesús. Me habló y me dijo: 'Hijo mío, hijo mío, todavía no es hora de que vuelvas a casa. Tengo mucho trabajo que hacer en la tierra. Lo dijo de nuevo mientras ponía su mano en mi hombro. (Entonces) sentí como si fuese absorbido hacia mi cuerpo.
(De pronto) abrí los ojos y vi médicos y enfermeras al alrededor. Los escuché gritar: '¡Está vivo, tiene latidos cardíacos!' Tenía un tubo en la garganta y vías intravenosas en ambos brazos. Había tubos por todas partes. Me dormí y me desperté dos días después. Estaba sentado en mi cama del hospital y mi mamá entró. La miré y le dije: 'Mami, vi al abuelo y a Jesús mientras estaba muerto'. Ella dijo: '¿Quién te dijo que habías muerto?' Dije: 'Estaba con el abuelo y Jesús'. Cayó al suelo llorando porque yo era un niño y no podía saber (todo) eso. Había estado orando por pruebas de que su padre estaba en el cielo. ¡Y lo consiguió!
Tras la experiencia, sé que (esa nube) era la misma nube por la que caminó Moisés en el monte Sinaí, cuando entró a la presencia de Dios. Más tarde encontré descripción en las Escrituras que hablaba de su apariencia, y era la misma que había visto en mi experiencia. También descubrí que la ciencia ha demostrado que la crucifixión de Jesús tuvo lugar con los clavos en las muñecas, en lugar de en las manos.
Información previa:
Sexo: Hombre