ECM de Brian S
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Descripción de la experiencia:

Un domingo a mediados de Abril de 1989, conducía de vuelta a mi casa tras haber ido a una feria de muestras. Mientras conducía, pensaba en el hermoso día de principios de primavera, las hojas empezaban a aparecer en los árboles. El tiempo era hermoso, con temperaturas de unos 24º. Conducía por la autopista dirección norte. En la radio sonaba una canción buenísima (sin embargo, nunca he sido capaz de recordar qué canción era) y yo volvía feliz a casa tras haber tenido que trabajar en la feria el fin de semana. Se me pidió ser el padrino en la boda de un viejo amigo ese fin de semana, pero el jefe no me dio permiso. Me frustró perderme la boda y no poder ver a mi amigo, pero durante todo aquel día lo tuve en mi mente. Mientras conducía, pensaba que mi amigo estaría, por entonces más o menos, en la recepción y me preguntaba que cómo estaría yendo el oficio. Vi un coche aproximarse a la autopista (una autopista dividida en doble carril) desde el oeste por un camino de grava. Vi el coche cruzar los carriles de tráfico dirección sur y conducir a través de la mediana aproximándose a la señal de stop, que regulaba el tráfico en esa pequeña carretera, para parar antes de continuar a través de los carriles de tráfico dirección norte.

Mirando hacia atrás, me di cuenta de que el coche no se había detenido en la señal de stop antes de conducir a través de los carriles de tráfico dirección sur. En vez de detenerse en la señal de stop, antes de conducir a través de los carriles de tráfico dirección norte, aquellos en los que yo estaba conduciendo en ese momento, el coche siguió pasado el stop directamente por el camino de mi coche.

Mirando la experiencia retrospectivamente, parece extraño cómo las percepciones se alteran en virtud de este tipo de estrés. Mi mente vio el coche como un enorme Lincoln Town de mediados de los setenta. (Yo conducía un tipo de coche mucho más pequeño). Examinando la razón de este error de percepción (el coche NO era en realidad un gran coche, sino más bien un Oldsmobile de tamaño medio de mediados de los ochenta) solo fui capaz de determinar que el coche estuvo tan cerca, que mi mente lo transformó en un gran modelo.

Sin embargo, acerté en cuanto al color: era de color verde.

Todo se ralentizó a velocidad de cámara lenta. Dije o pensé una exclamación. Sigo creyendo que la dije, pero teniendo en cuenta cuán poco tiempo tuve en este campo de la experiencia, creo que mi mente estaba trabajando tan deprisa que simplemente creo que dije esa exclamación.

Recuerdo que mi mano derecha empujó la palanca de cambios hacia atrás (era un automático, pero como la mayoría de los coches americanos, ese movimiento hará que la transmisión del coche cambie a una marcha menor cuando la velocidad se vuelva la adecuada para que el coche lo haga). Al mismo tiempo, giré el volante totalmente a la izquierda (mientras el coche verde se desplazaba de mi izquierda a mi derecha). Recuerdo haber pensado: “Si solo pudiese golpear este coche en el eje trasero, eso lo haría girar sobre el eje delantero apartándolo de mi camino, y quizás nosotros (el hombre mayor que conducía el coche y la mujer de edad en el asiento del pasajero, que podía ver claramente) sobreviviríamos a esto”. Mi mente procesó la imagen de ellos en un coche girando sobre su eje delantero y luego procesó su imagen en un coche siendo golpeado en medio de la puerta del pasajero por mi coche.

Recuerdo que no había ningún sonido excepto el del viento. Recuerdo pensar: “Esto es realmente extraño ¿Dónde está el viento?”. Pensé: “Bueno, no va a haber ningún sonido hasta que los coches choquen”. Entonces me pregunté: “¿Por qué mi coche no giraba?”. Había girado el volante completamente a la izquierda con mi mano, pero nada ocurrió. Mientras los coches se acercaban, llegó un momento en que me di cuenta de que no había absolutamente nada que pudiese hacer para influir en el curso de este suceso. Simplemente estaba allí y todo se iba a desarrollar a mi alrededor. Esa era la primera vez en mi vida (y la última) que me daba cuenta de una cosa así.

Vi a las personas en el otro coche acercarse más y más, al principio a pocos palmos, luego a centímetros. El hombre miraba hacia delante por el parabrisas, la mujer estaba ligeramente vuelta hacia él y creo que le estaba hablando. Sostenía lo que creo que era un pequeño transistor de radio en su mano derecha cerca de su oreja derecha. Pensé: “No había visto una radio como esa desde 1971 o así”. Entonces se hizo el contacto (y por supuesto, oí el sonido del impacto) y la visión de las otras personas fue inmediatamente oscurecida por el vapor del radiador de mi coche reventando. Recuerdo haber comprendido lo que pasaba. Mi coche empezó a girar lentamente hacia el oeste. No podía ver nada a causa del vapor y recuerdo pensar: “Lo único que me faltaba es que se estrellara contra nosotros un camión-tráiler mientras esto está ocurriendo. ¡Cómo me gustaría ver ESO suceder!”. Entonces razoné que el viento venía del oeste y como mi coche giraba del norte al oeste, que tan pronto como este se volviese hacia el sudoeste, probablemente el vapor ya no taparía mi visión. Efectivamente, cuando el coche se puso de cara al sudoeste, el vapor fue llevado fuera de mi campo de visión y pude ver la autopista desde la dirección por la que acababa de llegar. Recuerdo pensar: “Hombre, tengo suerte de que no haya un camión que nos lleve por delante”. Entonces mi coche se paró.

Consciente de que mi coche había parado de moverse pensé: “Hombre, tengo que salir de aquí”. Recuerdo mi cabeza inclinándose y mi barbilla dando contra mi pecho, luego hubo un gran sonido como de “puuuf”. (La única manera en que puedo describir ese sonido es como el que se produce al bloquear el labio inferior tras los dientes superiores y luego soplando se lo devuelve a su posición normal… “puuf”). Recuerdo sentir como si fuera “puufado”, como si fuera un bolita de papel escupida siendo rápidamente forzada a través de una pajita. Oí y SENTÍ el “puuf”.

Yo estaba parado (digo parado por decirlo de alguna manera… la elevación era más o menos la correcta y yo parecía estar en general vertical en relación al resto del mundo) cerca de la puerta del conductor de mi coche. Miré al tipo sentado allí y pensé: “¡Eh, ese soy yo, y estoy hecho un desastre! Pero no está mal, parece que no se le ha desgajado nada al cuerpo, allí todo parece estar bien, pero está muerto”. (Había trabajado alrededor de un año y medio en una funeraria y estaba muy familiarizado con los cuerpos y con cómo se ven cuando están sin vida).

En este momento, oí una voz detrás de mí y me volví. Allí, de pie (todavía a falta de una palabra mejor) estaban dos amigas mías que habían muerto en un accidente de coche en 1983. Estaban juntas cuando murieron (como es lógico, pues habían sido siempre inseparables) y nosotros tres éramos como hermanos y hermanas. Fui a ambos funerales y me juré a mí mismo que en verdad me gustaría que estas dos chicas viniesen a buscarme (si así fuera como se hiciese) a mi muerte. Bueno, aquí estaban ellas. Lo asombroso (viéndolo en retrospectiva) es que yo no estaba en absoluto sorprendido de verlas allí. Recuerdo decir tranquilamente (a falta de una palabra mejor, pero creo que lo estaba diciendo): “¡Eh Lisa! ¡Eh Susan!” como si tan solo me las hubiese encontrado en la “Unión Estudiantil” después de una pausa en las clases. Empecé a hablarle a Lisa de mi cuerpo. Dije divertido: “¡Eh Lisa, has visto mi cargamento!” inclinándome hacia mí mismo sentado en el coche.

Recuerdo una sensación de total y absoluta libertad. No hay palabras para describir esta sensación, pero me ocurría que podía hacer lo que quisiese en mi actual estado, podía ir a cualquier sitio y las leyes físicas no dictaban lo que yo podía hacer. Me di cuenta de que podría ir incluso a la Torre Eiffel si quisiera (ese era exactamente mi pensamiento, sin embargo no recuerdo nunca haber querido ir a la Torre Eiffel ni nunca pensar nada acerca de ella antes de esto, salvo quizás para responder una pregunta en un concurso de geografía de quinto grado). Empecé a gozar con mi actual sensación, una sensación de un tal bienestar que incluso ahora la echo de menos.

Lisa dijo: “Brian, debes escuchar atentamente”. (¿Dijo que había poco tiempo? ¿O fue tan solo una información inducida por el pensamiento?) Lisa continuó: “Debes mirar” y señaló (o más bien dirigió mi atención de algún otro modo… es difícil describir exactamente CÓMO se hace para hablar, moverse, pararse de pie, etc. en este estado) el horizonte oeste. Me di cuenta de que casi todo el mundo estaba cambiado, como un televisor con mala recepción y de vez en cuando el blanco y negro se interrumpe por una mancha de color, pero que prácticamente es blanco y negro. En el cielo, sin embargo, estaba mi vida. Era como verla en una pantalla de cine (gran pantalla) en color, en un reproductor de vídeo que tuviera apretado el avance rápido, pero en vez de solo verlo, lo SENTÍA como si estuviera en la vida y al mismo tiempo “parado de pie” con Lisa y Susan. Mi vida se proyectó literalmente desde mi nacimiento hasta mi “muerte”.

Al final de este evento de la pantalla de la vida, no me quedé con nadie diciéndome: “¡Has pecado! ¡Eres un pecador! ¡Has hecho esto y esto y esto, que es malo y va contra los diez mandamientos! Más bien, se me dejó que me formara una opinión de la vida. No tanto en términos de: “Fui una mala persona o una buena persona”, sino más bien de: “Esa fue una buena vida”, de la forma más objetiva, como si estuviese comentando una comida especial o la reciente terminación de un proyecto que me complaciera excepcionalmente. En ese momento particular sabía que había habido otras vidas. Cuando se completaron pasé por una idéntica o similar revisión, pero no sentía curiosidad por estas otras vidas pues estaban terminadas, las había acabado abandonándolas sin ninguna otra consecuencia. Sabía que esta vida no iba a tener ninguna consecuencia ahora que estaba terminada.

Me di cuenta de que lo sabía todo. No había dudas, todo el conocimiento estaba instantáneamente presente en mis pensamientos (por ejemplo: sabía que cada cosa creada en cualquier estado formaba parte de un gran concepto). Esto es solo algo del conocimiento que recuerdo, sin embargo era capaz de explorar ese enorme concepto desde dentro y ser parte de cada cosa mientras pensaba en ella, en el instante en que por primera vez pensaba en ella. ¿Turbador, no es cierto?

Yo sabía que este era mi actual estado de ser. Yo era una criatura / ser (así es como ahora me veo) que había usado por algún tiempo este trozo de carne sin vida que estaba dentro del coche. (Sin embargo, no sentía ningún tipo de tristeza por mi cuerpo; no siendo ya de ninguna utilidad me parecía un desecho que me había funcionado bien. Como el sentimiento que se siente cuando se revende un coche).

Todo esto no pareció tomar mucho tiempo, un intervalo de unos veinte segundos o así en nuestro tiempo. Todo esto me ocurrió, se pensó, y pasó en dicho lapso de tiempo.

Lisa dijo, o más bien comunicó: “Debes escuchar (había urgencia en sus palabras), has cumplido lo suficiente como para poder venir con nosotros (hizo una pausa), o puedes quedarte, pero si te quedas tenemos que saber por qué y tienes que decírnoslo. Debes saber esto, si te quedas va a ser muy, muy difícil”.

Dije rotundamente: “Tengo que quedarme”. Lisa preguntó: “¿Por qué?”. Yo dije: “No tengo hijos todavía”. (Esto era importante, pero no implicaba emotividad, más bien como si se supusiese que tenía que pintar una casa y lo hubiese hecho, pero se hubiese puesto a llover y le estuviese diciendo a alguien que aún necesitaba otro día para pintar el entorno de las ventanas).

Me di cuenta de que a todo esto Susan no había dicho nada, solo Lisa, ¿me percaté de que detrás de Susan había “Alguien” más? Me di cuenta de que esta “Persona” estaba escuchando atentamente y que no me estaba permitido verle o verla.

Esta “Persona” aparecía sólo como una enorme presencia que solo era perceptible como ondas de distorsión, oculta a mi consciencia para que no pudiera verle o verla directamente. (Para ejemplificar esto, ver la película “predator” con Arnold Schwarzenegger y prestar atención al aspecto del alienígena cuando es “recubierto”. Este era el efecto que yo veía. No estaba “amenazado” por esto y no quiero influir en el lector utilizando mi ejemplo cinematográfico de un terrible asesino extraterrestre, sino solo ofrecer una referencia a la distorsión visual utilizada. No había sensaciones de “peligro”, solo una consciencia de esta presencia).

Lisa dijo: “Bien, debes saber que tu corazón se paró cuando te golpeaste con el volante, pero no tendrás una lesión permanente por esto. Tus lesiones serán un esternón roto, un corte en tu dedo y perderás un par de dientes”. Dije: “De acuerdo” y oí un “puuuf”. Todo estaba negro y al principio estaba confuso, no me podía imaginar dónde estaba exactamente. Entonces oí un sonido, como un lejano “buum”. Entonces hubo un silencio y, a continuación, otro “buum”, luego otro, luego otro más pegado. Entonces oí el sonido del latido de un corazón, y otro, y me di cuenta de que los ruidos eran los de mi corazón arrancando. Recuerdo pensar: “¡Pero si es mi corazón arrancando!”. Entonces me sacudió la consciencia de que realmente, realmente necesitaba respirar. (Como el sentimiento que se tiene cuando se está profundo bajo el agua y no se sabe si se alcanzará la superficie antes de quedarse sin aire… Ahora, imagínese cómo se sentiría al darse cuenta de que no logrará alcanzar la superficie antes de quedarse sin aire… ese sentimiento). Entonces tomé la mayor, la más profunda inspiración jadeante que jamás recuerde haber tomado. Cuando acabó, abrí mis ojos y observé la escena, y vi mi mano empezar a sangrar.

No voy a repetir todos los pormenores del accidente, sin embargo no paraba de perder y recuperar la consciencia. Muchas veces pude oír a la gente hablar pero parecía que no podía reaccionar. Por lo menos tres veces que yo recuerde, alguien palpó mi cuello y dijo: “Este ha muerto”. Cuando finalmente levanté mi cabeza y hablé a un policía federal, estaba inclinado sobre la puerta del conductor de mi coche y copiaba el número de identificación de mi vehículo del salpicadero, saltó hacia atrás y gritó: “¡Eh, este vive, venid aquí!”. Recuerdo a un sanitario de urgencias en mi coche y la vibración del equipo de extracción. Recuerdo una cámara de televisión y decir: “Quita esa @#$%$%$ cámara de mi cara”. Recuerdo haber estado en una ambulancia y una mujer sanitaria de urgencias sentada en un banco junto a mí. Recuerdo preguntarle: “¿Dónde estamos exactamente?”. Ella dijo: “Usted está en una ambulancia”. Yo dije: “No, ¿en qué parte de la CARRETERA estamos exactamente, cómo de lejos de la ciudad?”. Ella dijo: “Me temo que no tengo manera de saberlo, solo hay una pequeña ventana”. Recuerdo decir: “Está bien, iré fuera y miraré”. Recuerdo pasar a través de la pared de la ambulancia y ver una cantera de piedra que siempre usaba como punto de referencia, notando que casi habíamos llegado. Volví a atravesar la pared de la ambulancia y le dije: “Estamos cerca de la cantera de piedra, está bien, ya estamos cerca”. La sanitaria de urgencias se levantó y fue a una pequeña ventana en la pared de la ambulancia y dijo: “Sí, la veo, sí, pero cómo…”. No terminó la frase, ni dijo otra cosa cuando se sentó de nuevo más que: “Estese tranquilo, ya casi estamos”.

Más tarde, en la sala de urgencias, el sanitario que estuvo en mi coche vino y dijo: “Tienes mejor aspecto que antes”. Le dije que me sentía mejor. El dijo: “En todos los años que llevo haciendo esto, nunca me he equivocado a la hora de comprobar si alguien estaba vivo o muerto, hasta ahora”. Yo le dije: “¿Quién dice que estaba equivocado?”. Pareció preocupado, pero ahora sonrío y dijo: “Quédese tranquilo, hombre”, y se fue. Una enfermera me preguntó si tenía formación médica, pues le dije a la gente en la escena del accidente y en la sala de urgencias que tenía un esternón roto, un corte en mi dedo, y que había perdido dos dientes. Les dije que no estaba en la profesión médica.

Me recuperé de mi esternón roto, del corte en mi mano y me tuve que hacer un par de implantes dentarios. (Sin embargo, en el hospital tuve muchos problemas para dormir; cada vez que empezaba a adormilarme, podía sentir cómo empezaba a flotar fuera de mi cuerpo, sabía que me estaba de nuevo muriendo y que se suponía que me debía quedar por lo que me despertaba a mí mismo).

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia? No.

¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? Sí.

La experiencia me dejó meditando en las palabras adecuadas que se ajustaran a lo que había sucedido. Realmente no existe ninguna que pueda describir exactamente la experiencia. ¿Cómo va uno a explicar lo inexplicable?

¿En el momento de la experiencia, había allí algún acontecimiento que amenazara su vida? Sí.

Yo estaba en un grave accidente automovilístico, con mi cuerpo todavía entre los restos del coche.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Grande.

¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? No, fue más real que esta realidad.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí.

Mi pensamiento por entonces era que mi apariencia era como cuando estaba vivo, pero que tenía la capacidad de aparecer bajo la forma que quisiese.

¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? “Puuf” cuando salí de mi cuerpo, el sonido de mi corazón empezando a latir cuando volví dentro. El resto era en su mayor parte conversación.

¿Pasó usted en o por un túnel o recinto? No.

¿Vio usted una luz? No.

¿Encontró usted o vio a algún otro ser? Sí.

Justo detrás de mí. Conocía a dos de ellos (muy buenos amigos) pero había un tercero al que no se me permitía ver claramente. Me dijeron lo que había sucedido, me dieron una “película” como una revisión de mi vida en la que yo realmente estaba viviendo de nuevo, y entonces me dijeron que podía ir con ellos o quedarme, pero que si elegía quedarme tenía que decirles por qué.

¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados de su vida? Sí.

Vi a mi madre dándome a luz. Yo no había visto eso antes que recuerde. Me vi golpeando la puerta del pasillo con mi coche de pedales, luego me vi siendo “desterrado” al garaje con él. Yo no recordaba eso. Más tarde encontré la marca en el adorno de la puerta donde mi coche había impactado. :) :)

Aprendí que la vida (aquí) no es más que un método para aumentar el conocimiento y la experiencia de la ACTUAL existencia.

¿Observó usted u oyó durante su experiencia algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? Sí.

Véase # 4 en relación con la conversación con la sanitaria de urgencias y la cantera de piedra.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? No.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí.

El tiempo aquí y el tiempo allí NO son iguales (si es que el tiempo allí existe). Aquí todo es muy monótono (blanco, negro, con un poco de color mudo).

¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universal? Sí. Tendrá usted que buscar en # 4, porque ese es el mejor modo en que puedo describirlo. Más allá de cualquier descripción. SÍ.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? No.

¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? Sí. Muy precisos, ahora tengo dos niños. Mis lesiones resultaron ser tal y como las describí.

¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Sí.

Se me dio a elegir entre volver o no, pero tenía que decirles por qué. (Ver # 4).

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Sí.

Sé la razón por la que estamos aquí. Sé por qué hay vida humana, lo único que no sé es por qué estoy aquí en concreto. Sé que hay un patrón predeterminado para todas las formas de vida en todas partes desde el microbio más pequeño hasta el espacio.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Sí, afectó negativamente mi relación con mi esposa por algunos años. Sin embargo eso pasó y nuestra relación es fuerte. Comienzo la vida diaria preguntándome qué es lo que se supone que debo hacer ese día, o experimentar, que forme parte del plan. ¿Prácticas religiosas? No me considero a mí mismo como una persona religiosa, sino más bien como parte de una gran conexión espiritual con todos los demás. He cambiado mi (despiadada) profesión de vendedor, a oficial de policía / bombero.

¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Sí.

Mi vida entera ha cambiado de orientación. He cambiado de profesión, he tenido hijos, me quedo en casa y busco cosas divertidas que hacer con ellos. Trabajo con el público, a veces tengo la oportunidad de ayudar a las personas y realmente han visto el “plan” trabajar a través de mí en mi profesión.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí.

Se lo dije a mi mujer varios días después de que ocurriera, y se quedó allí impresionada y dijo: “Eso no ha ocurrido” y se fue. Aquello no ayudó demasiado a nuestra relación. Se lo dije a mi hermana que lloró y dijo que se me había dado un gran regalo, entonces me dio las gracias. Se lo dije a un buen amigo que expresaba que su madre tuvo un sueño en el que él moría en el derrumbe de una zanja (era fontanero). Tuvo una respuesta positiva y dijo que se sentía mucho mejor en relación con el morir. Murió tres días más tarde en el hundimiento de una zanja. (Hablando de ser parte de un plan, se supone que yo me toparía con él ese día y tendría esa conversación)

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Estaba preocupado por la declaración que Lisa hizo acerca de que “iba a ser muy difícil”. Me preocupaba que estuviera indicando que mi próxima muerte sería algo horrible, largo, doloroso. Estaba preocupado de que fuera a tener cáncer o algo por el estilo. Después de un tiempo, me di cuenta de que estaba hablando acerca de que la vida en ESTA existencia sería “dura” (al menos más dura de lo que esa existencia es normalmente para nosotros).

Tras esta experiencia he visto que me he vuelto mucho más emotivo, sintiendo emocionalmente el dolor de los demás.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? La mejor parte fue el conocimiento de lo que vendría, la comprobación de la eternidad y los sentimientos de estar en casa.

La peor parte fue estar de vuelta en este cuerpo… era como tratar de moverse en un par de monos de trabajo llenos de barro, mojados,… sobrecargados. Ha sido una seria readaptación.

¿Hay algo más que desee añadir acerca de la experiencia? No le tengo miedo a morir. La vida ahora es clara y hay un objetivo para cada cosa.

¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia? No.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Lo más aproximadamente que he podido explicarlo. Los sentimientos son difíciles de describir (rayando en la imposibilidad) pero lo he hecho lo mejor que he podido.