Descripción de la experiencia:

No sé si esta historia es una ECM o no. Puede que no sea una ECM pero os la cuento porque para mí es una experiencia muy extraña. Esto ocurrió en 1971, cuando estudiaba el primer año en el colegio BoSung en Hyewha-dong, Seúl. Todos los estudiantes de mi colegio practicaban yudo. Habitualmente, los estudiantes de dos clases practicaban yudo juntos en un gran pabellón durante la hora de ejercicio físico. Todo el suelo del gran pabellón estaba esterado. Practicábamos yudo uno contra otro y también teníamos juegos. Hay varias técnicas en yudo como tirar y bloquear (Katame-waza). Tirar es una técnica de tirar al oponente y bloquear es una técnica de agarre para inmovilizar al oponente en el suelo y también hay Kansetsu-waza, Nelson, etc. Uno de mis amigos estranguló mi cuello durante un juego. Yo no quise rendirme por lo que resistí un rato y luego me desmayé. Por el momento, me sentí muy bien. Después de unos pocos minutos no podía abrir mis ojos porque la luz era demasiado brillante. Incluso sentía dolor en mis ojos de ese brillo y tenía la sensación de que todo era blanco. Después de un rato, mis ojos se adaptaron de nuevo y pude ver. Yo estaba en el suelo un poco lejos del pabellón. No había nadie y no había sonido. Me sentía tranquilo. Nunca había visto el patio de recreo así. Era tan brillante y estaba lleno de luz por todas partes. No estaba en el suelo sino arriba en el aire, mirando hacia abajo el patio de recreo. Pensé: “¿Por qué estoy aquí, qué hago si mi maestro me culpa por no estar en clase, deberé volver a casa?”. Estaba perplejo y no sabía qué hacer. Al momento siguiente, de repente me sentí muy mal. Cuando me estaba recuperando del desmayo, encontré a mis amigos cacheteándome las mejillas y despertándome. Yo era muy tímido por lo que me levanté rápidamente me volví a una esquina del recreo y me tomé un descanso. Ésta es mi experiencia. Aunque fue muy simple sigo recordándola porque fue muy vívida y no puedo olvidarla.