Descripción de la experiencia:

Mi experiencia fue el 20 de marzo de 2012. Salí despedida desde un camión en movimiento y de alguna forma terminé debajo de él. En realidad no me acuerdo del accidente en sí, solo tengo destellos de imágenes de cuando estaba en los escalones del camión, de la rueda que estaba muy cerca de mí y de que luego vi todo negro, rojo y gris y de que cuando la rueda pasó por encima de mi cabeza pude sentir su presión e intenté gritar. De alguna manera intenté prepararme para todo eso, pero mi cabeza estalló por la parte superior. Luego sentí que mi pelo quedaba atrapado y que la rueda se deslizaba sobre mi cara, arrancándome la piel de casi la mitad de la cara y también de la oreja. Después de que el camión se alejara por la carretera, pude oír gritos, no estoy segura de sí fueron los míos o sí fueron los automóviles tocando la bocina. Me di cuenta que aún estaba en la calle y que sí el camión no me había matado lo que viniera después lo iba a hacer. De esta forma me apoyé sobre los codos y las rodillas e intenté llegar hasta la acera. Recuerdo mi oreja colgando de un hilo de carne, balanceándose y colgando de mi mejilla. Miré a la gente e intenté decir, 'Ayúdenme,' aunque no estoy segura de sí pude articular alguna palabra. Mi amigo, el cual iba conduciendo el camión, se dio cuenta de lo que había pasado, se dio la vuelta y vino a por mí. Me cogió en brazos y me subió al camión y procedió a llevarme al hospital lo más rápido que pudo. Se saltó semáforos en rojo, adelantándose a la policía, los cuales le iban siguiendo—arriesgó su vida y la de muchos otros intentando salvar la mía. En algún momento durante ese trayecto fallecí. Lo último que recuerdo fue un chorro de sangre en el salpicadero que tenía delante y en la ventanilla y que miré por el espejo retrovisor una última vez… Tengo una gran laguna que no puedo recordar. Cuando la policía me sacó del camión, me dijeron que estuve combativa y con convulsiones o algo parecido. Aunque no recuerdo nada más que cerrar los ojos mientras estaba tumbada en el asiento del camión. Después, lo siguiente que me ve viene a la cabeza es que estaba en el hospital y que escuchaba pitidos y un jaleo de voces secas y firmes, aunque todo era borroso, muy borroso.

Entonces vinieron corriendo los médicos y las enfermeras, intentando averiguar que heridas tenía y cómo detener el sangrado. Las cosas parecían aclararse cada vez más y de repente me encontré de pie detrás del médico, el cual me estaba cortando los pantalones en ese momento. Me mire a mí misma, acostada allí, con la cabeza abierta, mi suéter blanco nuevo empapado en sangre y también me estaban cortando en ese instante mis lindos vaqueros estropeados. Decidí que no me iba a quedar allí, ayudándolos a reanimarme y me marché. No recuerdo cómo terminé en casa de mi padre. Él había fallecido el año anterior. Allí estaba yo, con él y con mi madre y con mi tío y con mi mejor amigo, mi Tío—todos los que habían muerto estaban allí. Aunque solo hablé con mi padre. Nunca acepté su muerte. Le echaba mucho de menos. De esta forma estaba feliz. Simplemente le miré y era cómo sí brillara. Se le veía tan lindo. Aunque también parecía triste. Entonces le pregunté, '¿Qué pasa?' y me dijo, 'No puedes quedarte.' Y pensé, 'Pero ya estoy aquí, no quiero volver.' Y me dijo que pensara en mis hijos teniendo que crecer sin mí; me dijo, 'Que hubiera pasado si yo no hubiera estado allí cuando eras pequeña.' Él murió cuando yo tenía treinta años e incluso a esa edad me volví loca deseando que hubiera vuelto. De todos modos, tenía razón. Y por segunda vez, mis hijos me salvaron la vida. Soy madre de siete perfectos niños. El mayor va a cumplir dieciséis, tengo uno de doce, una niña que va a cumplir nueve, otra niña que va a cumplir siete, uno de cinco, uno de tres y uno de dos… Por tanto, cuando de repente sentí que saltaban sobre mí, con todos esos cables, decidí regresar. Fue mi elección todo el tiempo. De cualquier forma, esta es mi historia. Les ruego me disculpen sí divago, pero estos nueve meses desde el accidente han sido los mejores de mi vida. ¡Por fin estoy persiguiendo mis sueños y viviendo con determinación! ¿Lo mejor que me ha pasado jamás? ¡Ser atropellada por un camión!

Información previa:

Sexo: Mujer

Fecha en que ocurrió la ECM: 20 de marzo de 2012

¿En el momento de su experiencia, existía alguna circunstancia que amenazara su vida? Si Accidente Salí despedida desde un camión en movimiento y de alguna forma terminé debajo de él, pasando la rueda trasera por encima de mi cabeza y de mí pecho.

Elementos de la ECM:

¿Cómo considera el contenido de su experiencia? Positivo

¿Hay alguna droga o fármaco que podría haber afectado a la experiencia? Sin respuesta

¿Fue su experiencia de algún modo parecida a un sueño? No. Fue más real que real. ¡Extraño!

¿Se sintió separado de su cuerpo? Sí.

Compare por favor su audición durante la experiencia con su audición cotidiana que tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia. Si Había música, todo hablaba o cantaba, cómo las flores que estaban delante de la casa de mi padre, era solo una música de fondo tranquila.

¿Pasó hacia o a través de un túnel? Si De la casa de mi Padre.

¿Vio una luz sobrenatural? Si Había luz por todas partes, de repente todo y todos de alguna forma brillaban.

¿Qué emociones sintió durante la experiencia? Estaba feliz, en paz, compungida, comprometida, bendecida, me sentía amada, enérgica, guiada.

Dios, espiritualidad y religión:

¿Qué importancia le daba a su vida religiosa / espiritual antes de su experiencia? Ninguna

¿Cuál es su religión ahora? Ninguna

Con respecto a nuestras vidas terrenales aparte de la religión:

Cambios en su vida desde su experiencia cercana a la muerte (ECM) han sido: Se han incrementado

Después de la ECM:

¿Fue la experiencia difícil de explicar en palabras? No

¿Las preguntas formuladas y la información que usted ha proporcionado describen de forma precisa y exhaustiva su experiencia? Incierto