ECM de David W
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Descripción de la experiencia:
Yo tenía 15 años de edad y mis padres me enviaron a un summer camp (campamento
de verano) en Carolina del Norte (EE.UU.).
Yo padezco hipotensión ortostática: cuando paso de una posición de acostado o sentado a una posición de pie, ocurre que la sangre refluye de mi cabeza hacia lo bajo del cuerpo durante algunos segundos, esto de manera más o menos fuerte. Este fenómeno es eventualmente acentuado por el calor, la fatiga y la rapidez del cambio de posición. Esto se traduce por un trastorno de la visión o del equilibrio y puede incluso llegar hasta la pérdida de consciencia, aunque solo dure unos segundos.
Era la hora de la siesta después del almuerzo. Yo estaba en mi cama leyendo cuando uno de mis camaradas me pidió que le prestara una pluma. Me levanté de inmediato para coger una de lo alto de mi estantería donde colocaba las cosas. Como la pluma estaba en todo lo alto de la estantería, me ayudé trepando por el anaquel, hallándose mis pies a 1 metro aproximadamente del suelo.
En el momento de agarrar la pluma, tuve una fuerte hipotensión y, por así decirlo, “se apagaron las luces”. Caí inconsciente incluso antes de tocar el suelo. Solo recuerdo el ruido sordo que hizo mi cabeza al entrar en contacto con el suelo pero sin ninguna sensación física o dolorosa.
La caída en sí misma no era problemática. Lo que lo fue más, era que el choque de mi cabeza contra el suelo me introdujo la lengua en la garganta y que, aunque inconsciente, me estaba ahogando presa de convulsiones.
Durante este tiempo, sin tener ninguna consciencia de lo que pasaba, tenía la sensación de una gran tranquilidad.
En primer lugar, tuve un flashback de toda mi vida pasada. Parecía un bombardeo de diapositivas a toda velocidad sin interrupción. Para mi gran sorpresa, revisaba episodios de mi vida que había olvidado completamente. Tenía la impresión de que aquello había durado entre 40 minutos y una hora. Luego, tuve una sensación de gran serenidad, de gran tranquilidad. Un poco como si estuviera desconectado de mis cinco sentidos, sin ninguna percepción del mundo exterior. No veía nada, no oía nada, no sentía nada, no tocaba nada. Resumiendo, una gran paz interior, con la impresión de fundirse progresivamente en la nada, casi de dejar de existir.
Luego, abrí de nuevo los ojos para descubrir a unas diez personas mirándome sin que yo supiera por qué. Me explicaron entonces lo que me había ocurrido: la caída, la lengua tragada, las convulsiones, el hecho de que uno de mis camaradas lograra sacarme rápidamente la lengua de la garganta. Cuando pregunté cuánto tiempo había durado mi inconsciencia, me respondieron, para mi gran sorpresa, que unos diez segundos como mucho. Tenía la impresión de que me había desvanecido al menos una hora.
Luego, lamenté no haber anotado los flashes que me habían vuelto pues su recuerdo se evaporó pasados unos días. Recuerdo todavía el fenómeno pero no el contenido de los flashes.
¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia?No.
¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras?No.
¿En el momento de la experiencia, había allí algún acontecimiento que amenazara su vida? Sí. Me había tragado la lengua y era presa de convulsiones estando inconsciente. Si no me hubiesen retirado la lengua de la garganta en los segundos que siguieron, probablemente habría muerto asfixiado.
¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia?Estaba inconsciente.
¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? En realidad no. No había acción, ni puesta en escena. Solo una sesión de diapositivas y luego una progresiva desaparición de mi ser.
¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? No.
¿Qué emociones sintió usted durante la experiencia? Una gran paz interior. Serenidad.
¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos?No.
¿Pasó usted en o por un túnel o recinto? No.
¿Vio usted una luz?No.
¿Encontró usted o vio a algún otro ser? No.
¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados de su vida? Sí. Acontecimientos que había olvidado completamente reaparecieron en forma de flashbacks. Desgraciadamente, su recuerdo se marchitó para desaparecer completamente al cabo de unos días.
¿Observó usted u oyó durante su experiencia algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? No.
¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? No.
¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? No.
¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universal? No.
¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? No.
¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? No.
¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo?No.
¿Como resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? No.
¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Incierto. Eso no afectó mi creencia religiosa. Aún no tengo fe.
Por el contrario, eso me ha desacomplejado de cara a la muerte y ha hecho que tome consciencia de mi propia mortalidad. Eso me ha dado la sensación de que la muerte es una especie de nada. En cierta forma, algo parecido al estado que precede a nuestro nacimiento. No había nada antes; no habrá nada después. Por lo tanto, nada de dramático en ello: antes de existir no sentía nada (¡y con razón!). Y mucho después de mi muerte, volveré a ese estado.
Después, aprecio enormemente el hecho de estar todavía vivo y saboreo cada segundo que pasa. Por otra parte, tengo la sensación de haber recibido una segunda oportunidad, una especie de comodín o bola extra (en una partida de traga-bolas). Me he prometido no desperdiciarla e intentar ser con mi prójimo lo mejor que pueda. En cierta manera, tuve la impresión de haber conocido la muerte antes de permitírseme continuar mi vida. Eso permite ver las cosas de forma mucho más distendida y de relativizar enormemente.
¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera?En realidad, ninguna influencia desde ese punto de vista.
¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Incierto. Solo les he hablado de esta experiencia a mis padres años más tarde. Sin ninguna reacción por su parte realmente.
¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia?Incierto. Maravilla por haber revisado recuerdos olvidados. Alivio de haber escapado de la muerte y estar todavía vivo. No temía más a la muerte.
¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? La mejor: una sensación de liberación cara a la muerte, incluso una sensación de invulnerabilidad. En ese momento, se tiene la impresión algo embriagadora de haber ganado un combate contra la Gran Segadora y que prácticamente nada más puede sucederte. Algo como una leve euforia.
La peor: la consciencia de la propia mortalidad. Aunque tuviera la impresión de haber engañado temporalmente a la Muerte, adquirí la certeza de saber que, tarde o temprano, esto acabará. Sin paraíso, ni infierno, ni resurrección; solo la nada. Me enervo un poco cuando pienso en todo lo que me voy a perder del futuro de la Humanidad. Pero bueno, bastante es seguir aquí todavía.
¿Ha cambiado su vida como consecuencia de esta experiencia? No.
¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia?No
¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia?Sí.