ECM de Deborah D
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Descripción de la experiencia:

El 2 de octubre del 2002, fui a urgencias por un agudo dolor bajo mi omóplato derecho. Cuando respiraba el dolor era más que atroz. Las radiografías y otras pruebas resultaron normales. De todos modos me admitieron pues mi presión arterial era de 187/127 y no la podían hacer bajar. Al día siguiente todo lo que hice fue dormir. Pero al tercer día, el líquido llenó los alrededores de mi corazón y los alrededores y el interior de mis pulmones. Dejé de respirar. Me trasladaron a la unidad de cuidados intensivos y me pusieron bajo asistencia vital completa. El 7 de octubre de 2002, me desperté y arranqué todos los cables y tubos y sufrí un paro cardíaco.

Fue entonces cuando ocurrió. Fui al lugar más confortable y apacible en el que jamás haya estado. Me hallaba en el lado iluminado de un túnel. Vi a parientes fallecidos, todos estaban contentos de verme. Cuando miré por el túnel vi que estaban trabajando frenéticamente en mi cuerpo. A las 2 horas y 12 minutos de la tarde fui declarada muerta. Al mismo tiempo, fuera de la cegadora luz blanca, una voz que supongo era Dios me preguntó: “¿Estás lista para volver a casa?”. Yo dije: “¡No!”.

Más tarde se me dijo que hubo un pitido en el monitor cardíaco. Me hicieron desfibrilación cardíaca y desperté con las palas del desfibrilador a unos centímetros de mi pecho. En dos días dejé cuidados intensivos y volví a una habitación normal. Me recuperé totalmente y sin ninguna secuela, de haber estado durante diez minutos muerta. Mis médicos me llamaban su paciente milagro. Nunca tuvieron a nadie que sobreviviese a un síndrome de insuficiencia respiratoria aguda tan grave como el mío y se recuperase totalmente.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia? No estoy segura. Estaba completamente bajo asistencia e inconsciente, había dejado de tomar varios medicamentos psiquiátricos, sé que me estaban dando morfina, y me dieron un medicamento para las convulsiones provocadas por la supresión de los otros fármacos.

¿Fue la experiencia difícil de expresar con palabras? No.

¿En el momento de la experiencia, existía algún acontecimiento que amenazara su vida? Sí. Dejé de respirar debido a 50 litros de líquido en la parte superior de mi cuerpo.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Físicamente estaba inconsciente, emocionalmente estaba lo suficientemente consciente como para saber adónde fui y cómo volví. Cuando volví a mi cuerpo estuve plenamente alerta durante tres minutos antes de quedarme de nuevo inconsciente y volver a ser puesta bajo asistencia vital.

¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? No, era igual que mis experiencias fuera del cuerpo. Sufro de trastorno de despersonalización disociativo. Cada vez que algo me amenaza, me traumatiza, o es demasiado doloroso para hacerle frente, me separo de mi cuerpo.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí. Podía verme a mí misma en la unidad de cuidados intensivos con los médicos trabajando sobre mí, pero yo estaba en el exterior del brillante final de un túnel.

¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? La retumbante pero suave voz de Dios.

¿Pasó usted hacia o a través de un túnel o espacio cerrado? Sí.

Describa: me sentía flotar en el túnel, mientras me acercaba a la brillante luz blanca todos mis tormentos desaparecieron.

¿Vio usted una luz? Sí. Una luz blanca tan brillante que era 100 veces más brillante que el sol, sin embargo, podía ver a mi alrededor.

¿Se encontró usted o vio a algún otro ser o seres? Sí. Estaban de pie fuera del túnel esperándome. Eran mi hermano, mi papá Joe, y mi tío Denny. En realidad no hablaron, era como si nuestras mentes estuvieran vinculadas. Se me dijo que me echaban de menos y cuando se enteraron de que iba a venir, vinieron a saludarme. Cada uno de ellos preguntó acerca de otros seres queridos.

¿Experimentó usted la revisión de acontecimientos pasados de su vida? No.

¿Observó usted u oyó algo relacionado con personas o acontecimientos durante su experiencia que pudiera ser verificado más tarde? Sí. Oí al médico anunciar la hora de mi muerte. Cuando regresé de la muerte los médicos estaban tan asombrados que me llamaron su paciente milagro.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? No estoy segura. No recuerdo específicamente otra cosa salvo la brillante luz blanca.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? No estoy segura. Sentí como si estuviese en el paraíso durante mucho más tiempo que los diez minutos que estuve muerta.

¿Tuvo usted la sensación de comprender una sabiduría especial, un orden y / o propósito universal? Sí. Aprendí que cuando Dios te llama a su hogar solo tienes una oportunidad para decir: “¡No! No estoy lista para volver a casa”. Si posees una especial habilidad emocional, Dios te dejará volver a la Tierra. Pero por el resto de tu tiempo terrestre deberás usar ese talento para ayudar a otros. El propósito de cada uno en la Tierra es ayudar a los otros. Dios tiene muchos nombres, responde a todas las fes por igual.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? Sí. No se me permitió abandonar la primera zona a la que llegué, hasta que le di a Dios mi respuesta sobre quedarme o regresar a la Tierra. Una vez que atraviesas la iluminación debes quedarte.

¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? Sí. Un buen número de cosas que se me dijeron por mis parientes, ocurrieron realmente. Así que he de decir que fueron exactas al 80%.

¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Sí. Tuve que elegir volver y sentí que aún tenía trabajo que hacer en la Tierra.

¿Cómo resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? Sí, he desarrollado un sexto sentido hacia las necesidades emocionales de los otros.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Sí. Me esmero en tratar a cada uno como si no fuese a verlo nunca más. Trato a todo el mundo con respeto, incluso a las personas que no me gustan.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Cuando mi novio estaba muriendo de cáncer, nunca me sentí abandonada cuando murió. Tuvo su conversación con Dios y decidió quedarse.

¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Sí. Solía temer tanto a la muerte que estaba todo el tiempo preocupada por la muerte de mi mamá. Desde que morí, esos temores han desaparecido.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí. Nadie parecía creerme, hasta que empezaron a ocurrir cosas que yo había anunciado.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Arrepentimiento, vergüenza, se me ofreció la paz eterna y la rechacé para volver a esta vida que vivo en depresión suicida.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? Lo mejor: aprender que morir no duele. Lo peor: no quedarme en el paraíso cuando tuve la oportunidad.

¿Hay algo más que desee añadir acerca de la experiencia? Ver mi cadáver tendido con una sábana por encima de la cara y ver llorar a mi madre fue la principal razón de mi regreso.

¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia? No.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí. He tenido la oportunidad de contar mi historia exactamente como sucedió y ahora no me importa quién crea por lo que he pasado.