ECM de Deborah F
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Descripción de la experiencia:
Era la mañana siguiente a mi cumpleaños, acababa de cumplir 31 años.
Me levanté y bajé a desayunarme y a mirar el noticiero.
Después de comer, empecé a sentirme mal, con náuseas.
Estaba tratando de decidir si debería llamar a mi trabajo y decir que
estaba enferma. En un corto
período, me sentí peor, de manera que llamé para decir que no podría ir a
trabajar porque estaba enferma.
Para entonces me sentía muy cansada y como que tendría que vomitar.
Fui al baño, pero rápidamente me estaba sintiendo más y más cansada.
Decidí que, aunque probablemente tendría que vomitar, iría a mi
habitación a acostarme primero.
Cuando terminé de subir las escaleras ya no tenía nada de energía.
Me acosté en la cama y sentí que iba a perder el conocimiento.
Mi hijo tenía aproximadamente dos años en ese tiempo, y normalmente se
despertaría dentro de una hora.
Pensé en llamar a mi esposo y pedirle que regresara a casa para ayudarme.
Pronto me encontré luchando por mantenerme consciente, así es que traté
de llamar al número de emergencias 911 desde el teléfono en mi mesa de noche.
No pude hacerlo. Perdí el
conocimiento, me esforcé y volví en mí, preocupada por mi hijo, y luego perdí el
conocimiento otra vez. Decidí que si me
estaba muriendo no tenía caso luchar contra ello.
Miré el reloj y eran aproximadamente las 8:20 de la mañana.
Rápidamente floté fuera de mi cuerpo y hacia la parte superior de la habitación.
Esperaba ver un túnel de luz, pero no
fue así. Traté de mirar mi cuerpo,
pero solo vi nubes oscuras que se arremolinaba debajo de mí, nada más.
Después de unos momentos cuando no ocurrió nada más, pensé, “Genial, esto
debe ser una experiencia fuera del cuerpo.”
Quería explorar y comprobar que esto era real.
Pensé en dejarme una nota a mí misma, pero no tenía cuerpo con el cual
escribir. Entonces pensé que iría a
la casa de al lado, donde mi vecino probablemente estaba durmiendo, y trataría
de despertarlo, y más tarde le preguntaría si había sentido algo.
Floté hacia la puerta, y estaba a punto de salir de la habitación cuando se me
ocurrió algo: “Sí, vamos a manipularlo”.
Pero esta no fue mi idea. Yo
no pienso de esa manera. Cuando
repudié ese pensamiento, se materializó fuera de mí.
Pensé, “¡es un demonio!”.
Escuché risas y me enojé. Exigí ver
al demonio, y aparecieron tres
calaveras negras y fantasmales.
Estaba tan enojada que quería matarlas.
Sentí una intensa ira, y me abalancé hacia ellas tratando de sujetarlas,
hasta sentía el sabor de su sangre, así estaba de enojada.
Al abalanzarme, me impulsé hacia adelante velozmente.
En lugar de estar flotando libremente como había pensado, descubrí que
estaba atada a un punto debajo de mí, y al arremeter, empecé a moverme en
círculos, persiguiendo a los demonios como un perro rabioso atado con una
correa. Esto los hizo reír aún más,
y yo me enojé más. Finalmente,
comencé a recobrar la compostura, y me di cuenta de que, como que yo no tenía
cuerpo y ellos tampoco, mi ira era inútil en cuanto a tratar de matarlos. Traté
de pensar qué podría hacer para regresar a mi cuerpo, pero los demonios trataban
de distraerme riéndose aún más. Yo
apenas si podía controlarme.
Entonces ellos comentaron lo poderosa que yo era.
Después de todo, habían tenido que obedecerme cuando les ordené que se
dejaran ver. Pensé que esto era una
mentira, pero al mismo tiempo me sentí halagada.
Me dijeron que lo comprobara por mí misma, dándoles otra orden.
Supuse que eran más mentiras.
Entonces me dijeron que en este estado de consciencia yo tenía habilidades
telequinéticas, y que debía tratar de derribar el televisor de encima del
tocador, y entonces tendría prueba de mi experiencia y mi poder.
Tuve la tentación de hacerlo, pero pensé que esto no estaría bien.
No pude evitarlo, me concentré en mover un pequeño pedazo de papel que
estaba sobre el tocador y voló por el aire.
Instantáneamente sentí como que había cometido un pecado y sentí
vergüenza, y no fui capaz de mirar adónde había ido a parar el pedazo de papel.
La habitación estaba demasiado revuelta para poder encontrarlo luego si
no lo veía caer. Los demonios se
reían y empecé a sentir que estaba en dificultades.
Es difícil describir la perspectiva que se estaba formando en mi mente, y los
demonios continuaban tratando de distraerme para que no pensara.
Sentía que si realmente vencía a los
demonios, regresaría a mí con tanta vanidad que de algún modo me volvería loca y
sería un peligro para mi familia.
No entendía cómo, pero instintivamente sentía que esto era cierto, así es que
decidí no regresar a mi cuerpo. Entonces
pensé que simplemente moriría. Como
que los demonios continuamente se reían y trataban de tentarme y distraerme, no
podía pensar claramente, y de algún modo sentí que mi alma estaba en peligro.
Antes de que pudiera pasar nada más, sentí cómo el Espíritu Santo me arrebataba
hacia un lugar vacío. Fue la
sensación más maravillosa. Había un
inmenso amor y conocimiento de todo el universo que permeaba mi cuerpo por
dentro y por fuera, como un abrazo cálido.
El Espíritu Santo tuvo una dura advertencia para mí sobre la “cadena de
mando”. Estaba Dios, todos los
ángeles, buenos y malos, pero de algún modo eran todos iguales y todos amados
por Dios. Entonces estaba Jesús, y
tuve una visión de su trono y sus rodillas, y de algún modo nosotros estábamos
en un punto inferior a sus pies.
Acepté todo este conocimiento de buen grado y sin cuestionarlo.
Entonces se me dijo que por el poder de Jesús podría dejar a los demonios y
regresar a mi cuerpo. De repente me
encontré cara a cara con los demonios
nuevamente, y en mi mente, repetí la información que se me acababa de dar.
Entonces tuve que decírselo a los demonios, “por el poder y la autoridad
de Jesús, déjenme regresar a mi cuerpo”.
Los demonios me miraron con sorpresa total, y entonces me encontré
nuevamente dentro de mi cuerpo.
Información previa:
Sexo:
Mujer
Fecha en que ocurrió la ECM:
11 de diciembre de 1902 [sic]
¿En el momento de su experiencia, existía alguna circunstancia que amenazara su
vida?
Incierto Conflicto interno, una lucha muy intensa. No lo
sabía en ese momento, pero tiempo más tarde se me diagnosticó trastorno bipolar.
Yo escogí no regresar a mi cuerpo porque pensé que regresaría poseída, o
con una enfermedad mental de tal grado, que sería un peligro para mi familia, de
manera que, a fin de protegerlos, decidí no regresar.
Elementos de la ECM:
¿Cómo considera el contenido de su experiencia? Mixto
¿Hay alguna droga o fármaco que podría haber afectado la experiencia?
No
¿Fue su experiencia de algún modo parecida a un sueño?
Fue muy diferente de un sueño, porque
todo lo que hacía y cada movimiento que realizaba, de algún modo parecía muy
lento y deliberado.
Estaba consciente de cada pulgada que recorría.
Y había conflicto proveniente de mi interior y de los demonios.
La experiencia incluía:
Experiencia fuera del cuerpo
¿Se sintió separado de su cuerpo?
¿En qué momento de la experiencia estuvo en su máximo nivel de consciencia y
alerta?
En cierto modo estaba más alerta que lo acostumbrado.
Estaba consciente de que podía pensar racionalmente, pero a veces sentí
tanta ira que no podía pensar racionalmente.
También parecía estar más en contacto con mis instintos, cuando podía
pensar racionalmente. Parecía que
sentía o tenía una percepción o conocimiento de que estaba en grave peligro,
pero estaba emocionalmente distraída y distraída por mis motivaciones y deseos.
Fue muy diferente de un sueño, porque todo lo que hacía y cada movimiento
que realizaba, de algún modo parecía muy lento y deliberado.
Estaba consciente de cada pulgada que recorría.
Y había conflicto proveniente de mi interior y de los demonios.
¿El tiempo pareció acelerarse o ralentizarse?
Todo parecía estar sucediendo a la vez; o el tiempo se detuvo o perdió todo
significado Me pareció que la experiencia duró de 20 a 30 minutos,
pero según el reloj, sólo habían transcurrido de 3 a 5 minutos.
Compare por favor su audición durante la experiencia con su audición cotidiana
que tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia.
No
¿Pasó hacia o a través de un túnel?
No
¿Encontró o llegó a ser consciente de algún ser difunto (o todavía vivo)?
Si. Aunque como adulta me
consideraba atea, me criaron en la Iglesia Católica, y mis padres me obligaron a
asistir a la escuela dominical por 12 años.
No experimenté ni el cielo ni el infierno, sino que estaba en mi
habitación, cerca del techo, cuando tuve el encuentro con los demonios.
Entonces el Espíritu Santo me llevó a un lugar vacío, pero el lugar
importaba, porque era su presencia hacía que el lugar no tuviera importancia.
Es muy extraño cómo Dios ama a todos sus ángeles, ya sea que estén de su
lado o no. No estoy segura de que
sabría distinguir a los demonios de los ángeles si ellos no hubieran querido que
yo supiera cuáles eran cuáles.
¿Vio una luz sobrenatural?
No
¿Le pareció entrar a algún otro mundo sobrenatural?
Podía ver.
Experimenté cierto tipo de telepatía para comunicarme con los demonios.
Con el Espíritu Santo, me sentí llena de conocimiento y amor, pero sin palabras.
La experiencia incluía:
Fuerte tono emocional
¿Qué emociones sintió durante la experiencia?
Sentí ira, temor, vergüenza y amor.
La
experiencia incluía:
Conocimiento
o propósito especial
¿Le pareció de repente entenderlo todo?
Todo sobre el Universo. Supe que
no podía negar la existencia de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¿Volvieron a usted escenas de su pasado?
Tuve la intención de dejar cierta evidencia para mí misma, pero cuando moví el
pequeño pedazo de papel, me sentí tan avergonzada por haber cedido a la
tentación que no pude ver dónde había caído.
¿Vinieron a usted escenas del futuro?
Escenas del futuro del mundo Mi cuerpo no podía
absorber lo que yo había visto. Me
pregunté cómo le contaría mi experiencia a mi esposo a la hora de la cena, pero
ésta llegó y pasó y no le dije nada.
Era como si se me hubiera olvidado por varios meses, y tiempo más tarde
lo recordé. Entonces, cuando el
recuerdo volvió a aparecer, experimenté un tremendo temor de Dios.
Entonces tuve visiones que no entendía.
¿Alcanzó un límite o una estructura física limitante?
Sí. Estaba atada de algún modo a
un punto debajo de mí en la habitación, pero no veía ninguna cuerda.
¿Llegó a una frontera o punto de no retorno?
Llegué a una barrera que no se me permitió cruzar; o fui devuelto contra mi
voluntad. Decidí no regresar.
Estaba segura de mi decisión.
Fue la voluntad del Espíritu Santo que yo regresara.
Dios, espiritualidad y religión
¿Qué importancia le daba a su vida religiosa / espiritual antes de su
experiencia?
Incierto
¿Cuál es su religión ahora?
Liberal
¿Ha tenido un cambio en sus valores y creencias debido a su experiencia?
Sí
La experiencia incluía:
Presencia de seres sobrenaturales
Con respecto a nuestras vidas terrenales aparte de la religión:
Cambios en su vida desde su experiencia cercana a la muerte (ECM) han sido:
Aumentaron
¿Qué cambios de vida ocurrieron en su vida después de la experiencia?
Estoy aprendiendo a ser más práctica, a no sólo pensar sobre la ética y el amor,
sino vivir.
¿Han cambiado sus relaciones específicamente debido a su experiencia?
Pensé que tenía vocación para ir a un seminario y hacerme pastora o misionera.
Mi esposo no estuvo de acuerdo y nos divorciamos.
No terminé la educación que necesitaba para entrar al seminario.
Batallé con la pérdida de mi esposo y mis hijos, aunque los veo
frecuentemente. Me deprimí, me
diagnosticaron trastorno bipolar.
Viví gran parte de mi vida en mi mente, con mis intereses en la filosofía y la
religión, ahora es el momento de enfocarme en asuntos más prácticos y enfocarme
en mi familia. Le han cortado las
alas a Ícaro, es hora de vivir más como un ser humano.
Después de la ECM:
¿Fue la experiencia difícil de expresar con palabras?
Sí.
Me pasaban intuiciones por la mente, pero no podía entenderlas completamente.
Cuando experimenté al Espíritu Santo, había un gran conocimiento del
universo presente, pero no pude absorberlo ni retenerlo.
¿Ha tenido tras la experiencia dones psíquicos, no ordinarios u otros dones
especiales que no tuviera antes de la experiencia?
Incierto. Vi visiones de símbolos y
quizás recuerdos, como revivir mi pasado, pero no entendí el significado de
estas cosas, aunque pensé que Dios debe tener algún propósito para mí.
Por el contrario, más tarde descubrí que tenía trastorno bipolar y que
algunas de las visiones podrían haber sido alucinaciones causadas por la
enfermedad, pero la experiencia fuera del cuerpo fue real, debido al profundo
cambio que causó en mi fe.
¿Hay una o más partes de la experiencia que son especialmente significativas o
importantes para usted?
Lo mejor fue experimentar al Espíritu Santo.
Lo peor fue cuando comencé a darme cuenta de que mi alma podría estar en
peligro.
¿Ha compartido usted alguna vez esta experiencia con otros?
Sí.
Algunas personas pensaron que era genial.
Los pastores en la iglesia no comentaron mucho, pero sentí su
desaprobación.