ECM de
Erin H
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Descripción de la experiencia:
Cada vez que cuento la historia una vez más me embarga de
sobremanera el entumecimiento que sentía.
Tengo una serie de sentimientos encontrados sobre todo el asunto y estoy
experimentando varias emociones.
Los tornados a través del lago Michigan vinieron cuando yo estaba
sentada mirando la televisión. Las
tormentas me emocionan de una manera asustadiza pero curiosa debido a una
experiencia previa. Al
acercarse más la tormenta y hacerse más y más grande,
sentí que quería verla por la ventana.
Me senté y revisé afanosamentela la internet
a ver si esta vez tendría que regresar al sótano.
Los cielos se tornaron más oscuros y la tormenta venía directo hacia
nosotros. Recordando cómo los
vientos soplaban y la lluvia, me sentí impaciente.
El momento llegó, y no había nada. No había viento, muy poca lluvia y los
cielos no parecían como antes. La
tormenta vino, volcando arboles y volcando vidas y continuó su camino.
Algunas horas pasaron y mis padres llamaron para saber si todo estaba
bien. Ellos tuvieron muchos daños y
estaban muy alterados. Yo estaba en
shock, porque ellos vivían como a tres cuadras y en donde yo estaba, casi no
soplaba viento. La tormenta
vino y se fue y la ciudad empezó a ayudar a todos a limpiar.
Yo le estaba ayudando a mis padres a cuidar a mis sobrinos durante la
siguiente semana. Tres horas pasaron
para que vinieran a recoger la madera.
Nos sentamos a observar una gran y un algo amenazadora máquina moler
troncos enormes hasta convertirlos en pequeños trozos de aserrín y escupirlos en
la parte de atrás del camión. Ese
día me recordó mi padre de la hora, 2:58 pm, porque tenía que ir a recoger a los
niños de la escuela.
Cuando me estaba levantando mi pecho se empezó a apretar como
siempre lo hacía cuando empezaba a tener dificultad para respirar por mi asma.
En ese momento no tenía idea si era porque recién había comido o por el
polvo en el aire que venía de los arboles.
Creí que sería el polvo en el aire, I figured it must be the dust in the
air, así que empecé a alistarme y me subí al carro y me fuí.
Mi padre notó que yo no estaba respirando muy bien y vio que yo había
aspirado mi inhalador varias veces.
Parecía preocupado, pero no dijo nada.
Cuando iba por la calle mi pecho se empezó a apretar más y más, pero no
fue hasta que vi hacia abajo al velocímetro que me di cuenta que solo iba a 20
millas por hora y requería más energía para pisar el acelerador.
Trataba de mantener mi pecho lo más
cerca de la manivela posible, sentandome en posición recta para aumentar los
niveles de oxígeno en mi torso estirado.
Nada funcionaba. Tomé el teléfono para llamar a mi esposo y el notó
inmediatamente que yo me encontraba en problemas.
Me sugirió que me saliera de la calle y preguntara donde estaba, le dije
en cual calle estaba y mi teléfono se descargó.
No lo podía creer! Que irónico es que estés llamando para pedir ayuda y
en eso se muere tu teléfono? Estaba
enojada y tiré el teléfono en el asiento del pasajero a la par mía.
Sabía que tenía que salirme de la carretera antes de hacerle daño a
alguien o a mi misma y la última cosa que ocupábamos era chocar el carro que
había pedido prestado porque al mío le estaban cambiando el motor por uno nuevo.
Me estacioné en el parqueo de de un campo de golf y con muy poca energía,
tomé mi inyección de epinefrina de mi cartera y traté de ver como funcionaba.
Había hecho esto millones de veces con el aparato de práctica,
por qué no podía abrir esta maldita cosa?
Finalmente, la aguja salió directamente punzando mi dedo pulgar,
trastabillando la volví a tomar pinchandome otra vez al lado del dedo pulgar.
En este momento tenía sangre en mi dedo, pero no me importaba, solo tenía
que poner la aguja en mi pierna. Me punzé
en mi pierna derecha dandome cuenta que ni siquiera había sentido la aguja.
Mi adrenalina seguro estaba tan alta que no sentía ningún dolor.
Dandome cuenta de lo que pasaba, sabiendo que necesitaría llamar al 911
sin un teléfono, empecé a buscar alguna persona a mi alrededor.
En ese momento, empecé a orar porque mi pecho y garganta estaban tan
apretados y estaba sudando en un carro caliente tratando de no desmayarme.
Empecé sonar la bocina y un caballero que estaba de pie como a 50 yardas
tratando de poner sus palos de golf adentro o afuera de la joroba trasera.
Estaba muy dudoso al principio
debido a que no sabía por qué yo sonaba tanto la bocina, pero presioné el
botón para bajar la ventana y salir un poco y así poder pedir ayuda.
El empezó a acercarse al carro y me
acordé que tenía sangre en mi mano.
Me preguntó si yo estaba bien y le dije que por favor llamara al 911 porque yo
necesitaba una ambulancia. La
inyección de epinefrina me puso muy agitada, hasta casi parecía malhumorada.
Quería pegarle a algo y al mismo tiempo estaba asustada.
El caballero estaba muy calmado para lo que pasaba y frustró mucho cuando
la línea 911 lo puso en espera.
Quería llorar en ese momento porque no podía creer mi suerte.
El luego llamó a otro número y se presentó a sí mismo como ‘Doctor’, pero
no recuerdo su nombre, por mi vida.
El le explicó todo al despachador y le ordenó que nos mandara una
ambulancia ‘ahora’. El fue mi ángel
ese día. Poco tiempo después
colgó el teléfono y mi esposo y un oficial de policía llegaron.
Me mandaron la instrucción de inyectarme la epinefrina de nuevo, el
oficial creía que todavía había algo de medicamento en la inyección. Esta vez me
la inyecté en la pierna izquierda, y
luego mi esposo dijo que parecía que iba a quebrar la aguja en mi pierna.
No sentía nada en ese momento.
Estaba muy frustrada porque la ambulancia no había llegado todavía y
seguía orando, pensando en estado de shock que ‘hoy puede ser el día que se
inscriba en mi tumba’. Pasaron
unos minutos y la ambulancia llegó y me asistieron y trasladaron a la camilla.
Me subieron a la parte trasera de la ambulancia e indicaron a mi esposo
ir conmigo. El tomó algunas
cosas del carro, las guardó y se subió a la ambulancia conmigo.
Recuerdo que me sentía muy débil y cansada, pero luchaba por mantenerme
despierta. Estaba asustada y no
quería perder la consciencia.
Recuerdo sentir que si perdía la consciencia me moriría.
Me seguían haciendo preguntas y mi
cerebro sentía como si quisiera cerrar todo.
Todavía me sentía agitada por la epinefrina y les dije que si podían
preguntarle esas preguntas a mis esposo porque yo no podía pensar en ese
momento. Yo estaba confundida y con falta
de oxígeno en el cerebro, me sentía en un estado ‘atontado’.
Recuerdo relajarme y sentir “tengo ayuda, ya está bien dejarme ir’.
Esto me enojaba, pero me dejé llevar.
Cerré mis ojos y una total oscuridad vino con un millón de
diferentes fotografías pasando rápidamente enfrente de mis ojos.
Me sentí liviana y en paz y no había dolor. Era un lindo sentimiento.
Al mismo tiempo me puse brava porque tenía un millón de voces
dirigiéndose a mi, y no podía escucharlas todas, no recuerdo una sola cosa que
dijeran. Y pensé, ‘¿me estoy muriendo?’ Estaba enojada, no es justo! Mis hijos
no pueden crece sin una mamá! Ellos me necesitan, maldita sea yo también los
necesito! Recuerdo gritar en mi interior y en ese momento mis ojos se abrieron y
me senté rápidamente. Esto produjo
que el paramédico tratara de tomarme y mantenerme en la camilla.
Tomé a mi esposo de los hombros y le dije que él podía no creer en Dios
ahora, pero que mejor empezara a creer ya.
Le dije, ‘Debes, debes creer.’ Todos
me miraban como si estuviera loca.
Sabía que mi memoria no lo guardaría. Recuerdo decirle a todos, ‘no me van a
dejar recordarlo; necesito tratar de
recordar.’ Amé el sentimiento que
acababa de experimentar pero no podía dejar a mis hijos por
ese sentimiento.
No todavía, tenía que luchar.
Me mantuve pidiéndoles que me hablaran para que me mantuviera despierta.
Tenía que mantenerme despierta.
Estaba en shock por mi experiencia y muy feliz de estar bien.
Hay vida después de la muerte.
Yo estaba muy gozosa, asustada, emocionada, confundida y llena de varias
emociones- con medicamentos adentro y creí que mi corazón explotaría.
No recuerdo mucho después de eso,
y la única conversación que recuerdo mantener con alguien durante las
seis a ocho horas que estuve en la sala de emergencias fue con mi madre.
No podía creer que solo hablé con ella por dos minutos porque tenía que
colgar el teléfono para irse al golf y no llegar tarde.
Eso me hizo tener aún menos sentimientos. Le dije a mi esposo que llamara a mi exesposo para que trajera a los
niños al hospital. De verdad quería
ver a los niños. Solo quería abrazarlos.
Estaba tratando muy duro de no olvidar mi experiencia y al mismo tiempo,
sentía que se me iba. Esto me
entristeció pero estaba feliz de seguir viva – feliz de que mis hijos no
tendrían que crecer sin su mamá.
¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? Sí y no. No fue tan difícil de explicar pero aunque lo trates de explicar no parecen entender lo que quieres decir.
¿En el momento de tu experiencia hubo algún evento asociado que
amenazara tu vida?
Sí
asma, ataque alérgico, con anafiláctico.
¿En qué momento durante la experiencia tuvo su mayor nivel de
estados de consciencia y alerta?
Más consciente y alerta de lo normal.
Me tomó un poco de tiempo darme cuenta lo que estaba observando.
Cuando todas las fotografías empezaron a pasar delante de mis ojos no fue
sino hasta que ya casi terminaban que me di cuenta que las fotos eran de mi
misma cuando era una niña pequeña.
Esas fotografías eran tan buenas, pero pasaron delante de mis ojos tan rápido
y al mismo tiempo podía ver cada una de ellas. Igual que la anterior.
Por favor compare su sentido de la visión durante la experiencia
con el sentido de visión cotidiano que tenía inmediatamente antes de la
experiencia.
Sí. Todo
parece que fue un sueño muy vívido, pero no estaba soñando.
Perdí la consciencia. Todo sucedía tan rápido, pero tan claro.
Fue como una pluma flotando en el aire a la cual no te puedes ni acercar.
Por favor compare su sentido de audición durante la experiencia
con el sentido de audición cotidiano que tenía inmediatamente antes de la
experiencia.
Sí Mis
oídos se cerraron (no completamente) a los sonidos exteriores de la ambulancia y
las sirenas y de la gente que me hablaba. Las
voces y fotografías se hicieron más claras conforme yo les ponía más atención.
Todavía podía escuchar un poco de lo que sucedía fuera de mi cuerpo, pero
lo que sucedía adentro mío se tornó más claro.
La escucha selectiva estaba presente.
¿Has vivido una separación de tu consciencia y de tu cuerpo?
Incierto
¿Qué emociones sentiste durante la experiencia?
Demasiadas para mencionarlas todas, pero de mis explicaciones anteriores pueden
tener una idea.
¿Has pasado en o a través de un túnel o espacio cerrado?
Incierto
¿Has visto una luz?
Incierto
¿Has visto o te has encontrado con otros seres?
Incierto Recuerdo que me hablaban, pero no los veía. Ya había
terminado cuando ni siquiera había empezado. Aunque sí recuerdo el ver las
fotografías de mi niñez y revivirla.
¿Has revisado acontecimientos pasados de tu vida?
Sí Empezó antes.
¿Has visto u oído, durante tu experiencia, algo concerniente a
personas o acontecimientos y que pudo ser verificado después?
Sí ¿Fuera de mi cuerpo? ¿Es una pregunta? No durante ese tiempo pero
cuando abrí mis ojos, apenas si recordaba las preguntas que me hicieron antes de
caer inconsciente.
¿Has visto o visitado lugares, niveles o dimensiones admirables o
particulares? Sí Sentir sí, ver – solamente los pasajes de mi propia
vida.
¿Tuviste el sentimiento de una modificación del espacio o del
tiempo? Sí ¿Alterada? ¿Sin tiempo para detenerme?
¡Sí!
¿Tuviste el sentimiento de tener acceso a un conocimiento
particular, a un objetivo y/o a un orden del universo?
Sí Esta es la parte difícil de explicar.
¿Has alcanzado un límite o una estructura física de delimitación? No En ese tiempo no sabía que eso era lo
que sentía.
¿Has tenido consciencia de acontecimientos por venir?
No No realmente pero he sentido que entiendo cuál es mi propósito en la
vida.
Después de tu experiencia ¿has tenido dones especiales,
paranormales, de videncia u otro,
que no tenías antes de la experiencia?
No Ahora estoy más en sintonía, pero siempre he sido bastante intuitiva.
¿Has compartido esta experiencia con otras personas?
Sí Pero las partes que no recuerdo es porque no me dejan recordarlas.
¿Tenía usted algún conocimiento de experiencias cercanas a la
muerte (ECM) previamente a su experiencia?
No Nunca había experimentado esto antes o tenía el deseo de hacerlo, pero
sí he escuchado de otros que las han tenido.
¿Qué pensó usted de la realidad de su experiencia poco después
(días a semanas) después de que sucedió?
La experiencia fue definitivamente real
¿Qué piensa actualmente usted de la realidad de su experiencia?
La
experiencia fue definitivamente real
¿Hay alguna o varias partes de su experiencia que sean
especialmente significativas para usted?
No realmente, solamente pienso que fue bueno verme de nuevo como una niña.
¿Sus relaciones han cambiado específicamente como resultado de su
experiencia?
InciertoEs muy posible que sí han cambiado- pero no por mí.
Mi relación con mi esposo es más comunicativa como resultado de su
experiencia con la mía.
¿Ha cambiado la práctica de sus creencias religiosas/espirituales
como resultado de su experiencia?
No Sin embargo, el
conocimiento es lo suficientemente poderoso como para mantener el sentimiento y
apoyar una revolución por la paz.
En cualquier momento de su vida, ¿Hay algo que alguna vez lo haya
hecho reproducir alguna parte de su experiencia?
No No
¿Hay algo más sobre su experiencia que le gustaría agregar?Es mi
trabajo decir que realmente existe otra vida después de la muerte, y que lo que
hagamos aquí realmente importa.
Cualquiera que sean los problemas que tengas – debes dejarlos ir porque
no existen en aquel lado.
¿Las preguntas realizadas y la información provista por usted
describen precisa y exhaustivamente su experiencia?
Sí Algunos – me ayudan a recordar.
¿Hay alguna otra pregunta que podría ayudarle a comunicar su
experiencia?
No, pero va
a tomar algunos minutos para que el entumecimiento se vaya otra vez.