Descripción de la experiencia:

Yo estaba muy deprimida. El amor de mi vida rompió conmigo esa semana, y ese día (como muchos otros) le estaba rogando que volviera conmigo. Él entonces me confirmó muy claramente que todo había acabado. Ese día sentí en mi corazón, mi alma y mi ser el mayor de los dolores, que ni siquiera describir puedo. Nunca sentí nada siquiera próximo a ese dolor, salvo ese día y algunos meses más tarde. Decidí que nadie podía soportar vivir en semejante dolor, sabía que nunca iba REALMENTE a desaparecer, hacía falta pues que me reiniciase, como en un ordenador. Tenía que detener el dolor y AHORA.

Subí andando esa suave cuesta hacia un viejo roble (mientras lloraba fuerte y tremendamente). Subí el árbol, me senté sobre una gruesa rama (50 cm de diámetro), até una cuerda alrededor del roble y de mi cuello. Mi amor que había roto conmigo estaba en la base de la cuesta arreglando uno de sus coches. Me vio pero rara vez miraba hacia mí. Entonces até la cuerda a la rama y me puse de pie. Debió de darse cuenta que no estaba bromeando porque finalmente empezó a subir la cuesta, entonces me di cuenta de que él estaba diciendo algo y no puedo recordar lo que dije yo y después me di cuenta de que empezó a correr. Entonces supe que iba a intentar pararme por lo que salté.

Él era muy ágil y fuerte, de algún modo consiguió subir al árbol mientras yo aún estaba en el aire. Lo siguiente que supe fue que aterricé violentamente en su regazo pues él estaba ahora de algún modo sentado en la bifurcación de esta rama donde se encuentra con el tronco principal del árbol. Recuerdo lo bien que me sentía estando sentada en el regazo del hombre que amaba tan entrañablemente. Entonces sentí la cuerda tensarse súbitamente y… fue entonces cuando ocurrió.

No puedo recordarlo todo pero había marrón y blanco como una película a mi derecha (lo que sería principalmente en dirección al sur) y estuve allí un rato y creo recordar haber estado suspendida allí en esa película marrón y blanca. Estaba muerta colgada del árbol, los sentimientos (debería decir más bien las sensaciones) comenzaron. Sentí los más intensos niveles de tristeza, alegría, éxtasis, dicha, amor, ira, quietud y muchas otras cosas como esas para las que no tengo palabras. Recuerdo incluso haber tenido el mejor orgasmo que jamás antes había tenido. Pero todo fue muy rápido, como milisegundos, todas esas sensaciones precipitándose a través de mí, algunas incluso haciendo vibrar todo mi cuerpo de manera enérgica… ¿¿Qué era eso?? Nunca había sentido eso y no tenía palabras para ello y lo siento ahora mientras escribo. Era extraño.

En cualquier caso…

También recuerdo algunas otras imágenes de mi vida pero iban tan rápido que puedo recordar mucho mejor las sensaciones que lo que realmente eran las imágenes, aparte de mi imagen allí colgando… Entonces a mi derecha (o al sur) estaba esa puerta arco iris. Esa casi perfectamente cuadrada puerta arco iris. Esa maldita puerta, sé que la vi antes pero nunca la reconocí realmente. Pero sabía que tenía que conocerla pues estaba allí tan clara y podía verme haciendo lo que había hecho los pasados cinco años o más antes de ese día. Podía verme sentada en la parte oeste de esa puerta riendo interiormente pensando que escapaba a algo no franqueándola, estaba allí bailando justo delante de ella, burlándome casi. Como parte de mi danza, ponía un pie dentro de la puerta y el otro fuera. Metía en ella toda mi cabeza y veía los dos caminos que existían al otro lado de esa puerta. El de la izquierda era el que mi conocimiento sabía que era el que debía tomar.

Eso fue todo. Recuerdo ahora toser y sentirme muy mareada mientras me tendía en esta gran rama con parte de mis piernas todavía tocando a ese hombre que quería. Entonces pude oírle decir: “Vaya heroína de película”. Seguía estando muy mareada para responder o incluso levantarme. Recuerdo lo confortable que era estar tendida en esa rama. Después de todo soy una verdadera amante de los árboles. Luego rió brevemente algo así como con una risa queda diciéndome que parara la representación. Yo aún estaba temblando. Empecé a llorar un poco por sus observaciones. Él dijo entonces: “Vamos, levántate”. Me ayudó a sentarme parcialmente. Le dije que me dejara estar un poco y que todavía estaba un poco mareada. Estuvo de acuerdo. Me dio mucho tiempo allí arriba en ese árbol para respirar y reflexionar. Finalmente me preguntó si estaba bien. Dije que sí pero que solo necesitaba un poco más de tiempo para descansar allí. Me tendí sobre la rama (tenía mucho musgo suave). Le dije al árbol que le amaba o algo así. Finalmente me levanté y me ayudó a bajarme del árbol.

Ya que casi había tenido éxito en ahorcarme a mí misma, mi antiguo amante que me atrapó y me salvó en el último minuto estaba tan furioso que decidió estrangularme. No creo que se diera cuenta de que estuvo a punto de matarme. Creo que simplemente estaba tan furioso que solo estaba tratando de sacudirme un poquito pero no hasta ese extremo.

Más tarde fui y tuve una sesión de “reiki” que me ayudó a comprender mejor toda la experiencia.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia?No.