Descripción de la experiencia:

Aquí está la carta que recibimos de él:

Soy un superviviente. El 5 de junio de 1998, tuve mi tomografía final (TC scan). Entonces recibí un certificado de buena salud. El tumor se había ido. Tengo algo que contarte. Quizás debería habértelo dicho antes, pero por alguna razón me contuve. Cuando estaba en la cima de mi enfermedad, tuve una experiencia de elección.

Era ajeno al mundo exterior, pero mi yo interior estaba plenamente consciente y activo. Mis doctores estaban preocupados en aquel momento de que no lo lograría y sentí interiormente que estaba saliendo. Estaba, en calidad de espíritu, en un lugar donde vi una especie de velo. Se me permitió penetrar aquel velo y al otro lado contemplé un mundo diferente. Seguía siendo La Tierra, pero de tal belleza, que es indescriptible en muchos sentidos. El suelo estaba cubierto por un manto de bellas flores. Sus colores eran brillantes y variados. Había un árbol de un verde brillante. Una luz intensa se mostraba por todas partes. Era suave y penetrante, pero no dañaba los ojos. No puedo describirlo de manera adecuada y cómo se mostró, pero con ella había una sensación de calma y paz.

De repente, fui sacudido bruscamente hacia atrás a través del velo y regresé a nuestro mundo. Tenía un adversario. Algo desgarraba mis entrañas y el dolor era terrible, pero a pesar de eso, quería volver a través del velo a aquella belleza que había experimentado. Se me permitió volver.

Cuando pasé a través del velo esta vez, el dolor se detuvo. Mi cabeza estaba inclinada y al alzarla, contemplé a mi esposa ángel. Ella estaba a cierta distancia de mí y estaba sobre una rodilla recogiendo flores. Nunca habló, pero levantó su cabeza y sonrió. Mi gozo no tenía límites. Su belleza llenaba el espacio. El cuerpo no era el que nosotros enterramos, sino la forma y el rostro de la joven mujer con la que un día me casé. Era tan bella. Empecé a incorporarme con toda la intención de ir hacia ella, pero de nuevo, fui arrastrado hacia atrás a través del velo por una fuerza desconocida. Impidió mi re-entrada en el mundo de belleza y paz, pero se me permitió mirar a través del velo. Mi esposa se sonrojó, sonrió y me saludó. Ella y el velo desaparecieron. Me abandonaron en nuestro mundo de inmundicia, humo y contaminación. Hago la comparación debido a lo que contemplé en el mundo de mi esposa.

El estrés en mi cuerpo regresó con mayor vigor y dolor. Miré hacia el cielo, pronuncié mi sacerdocio (Santos de los Últimos Días), y lloré en silencio para aliviarme. El dolor paró, mi conciencia del mundo exterior regresó y me di cuenta de que estaba en el hospital. Te digo ahora; si pudiera haber tomado la decisión de ir o quedarme, en estos momentos estaría con mi esposa ángel, pero el Todopoderoso debe tener algo más reservado para que yo haga. No sé qué es, pero supongo que me lo hará saber a su debido tiempo.

Todo esto sucedió tan rápido como unos segundos o menos. Es posible que haya dejado fuera algunos detalles, pero lo tienes tal y como lo recuerdo.

He obtenido una respuesta más a mi oración. He pedido continuamente, en mis oraciones, poder ver a mi cariño tan sólo una vez más. Esta oración fue escuchada.

Garth P