Descripción de la experiencia:

Yo trabajaba en la construcción en Puerto Rico. Era el año 1967. Tenía 17 años. Contraje una severa gastroenteritis, y no podía costearme una adecuada atención médica. Fui a una clínica, me dieron un frasco de pastillas, y volví a la habitación donde vivía. Para decirlo de una manera suave, tenía la diarrea más grave que se puedan imaginar. Perdía agua a una velocidad fantástica, me pasaba el tiempo yendo a los aseos. La mujer que se ocupaba de las habitaciones tuvo la bondad de traerme agua pero no comí prácticamente nada. ¡Tío, estaba ENFERMO! Me debilitaba más y más.

Al octavo día de este sufrimiento, parecí flotar todo recto hacia lo alto, fuera de mi cuerpo. Miré pues mi cuerpo todavía acostado en la cama como un cadáver, y dije: “¡Oh m…! ¡¡Estoy muerto!!” Me sentía básicamente abatido por esto. Pero al segundo siguiente pensé para mí mismo: “¡Eh! Si estoy muerto, ¿¿quién está pensando estos pensamientos??” Me tranquilicé pues y me sentí muy bien pensando: “Bueno, esto seguro que es mucho mejor que estar enfermo como un perro, esto está muy bien”. Así que estoy flotando en la habitación, ¿vale? Y era de día. En el exterior había una iglesia, era en Río Piedras en Puerto Rico cerca de la universidad, y las campanas empezaron a sonar. Era normal. Sentí un fuerte impulso de salir a comprobarlo, por lo que floté hacia el exterior por la ventana. Fuera, la luminosidad era cegadora. ¡Extraordinario! Era TAN BRILLANTE. En una palabra, costaba ver. No me preguntéis: “ver con qué”…pues no tengo ni idea, mis ojos se habían quedado en mi cuerpo. Sin embargo, podía ver la campana de la iglesia, y di una vuelta alrededor de la misma. En ese momento, me sentía muy entusiasmado. ¡Volaba de aquí para allá, liberado de mi cuerpo! Y dos cosas realmente me chocaron en ese momento: primero, el cuerpo no era YO…sólo era un cuerpo; y segundo, todo eso del cielo y el infierno era absurdo, sólo flotamos lejos pacíficamente, pues el espíritu perdura. Así que fue una gran cosa saberlo. Finalmente, sin embargo, una parte de mí echó de menos a mi cuerpo, volví a él, y de alguna manera me tendí en él. Dormí. En mi siguiente recuerdo, la enfermedad había cedido y yo me estaba recuperando.

Ahora bien, como resultado de esta experiencia, llegué a pensar por aquel entonces que el espíritu perdura y que nos vamos lejos pacíficamente. En cierto grado, he mantenido esta idea desde entonces, pero ahora más bien pienso que fue simplemente una especie de efecto bioquímico, no algo “real” en el sentido de sobrenatural. Acepto la idea de que podría tratarse de una especie de alucinación, sin embargo aquello parecía muy real por entonces. Por lo tanto, en lo relativo al significado real de las salidas fuera del cuerpo, simplemente lo ignoro. Pero no volví a temer a la muerte en sí a lo largo de mi vida, por lo cual estoy muy agradecido.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia?Sí.

Tomaba medicamentos contra la diarrea.

¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras?No.

¿En el momento de la experiencia, había allí algún acontecimiento que amenazara su vida? Incertidumbre.

Estaba muy enfermo. ¿Amenazar mi vida? Probablemente no.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia?Yo parecía perfectamente lúcido.

¿Fue la experiencia de algún modo parecida a un sueño? Sí. Yo VOLABA, así que eso bien parece un sueño.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí.

Completamente desencarnado. Vi mi cuerpo sobre la cama.

¿Qué emociones sintió usted durante la experiencia? Al principio, angustia. Luego, alegría y una especie de curiosidad.

¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? Campanas de iglesia.

DESCRIPCIÓN DE LUGARES: ¿Reconoció usted lugares familiares o lugares concernientes a enseñanzas religiosas conocidas o bien vio usted lugares poblados de criaturas increíbles o sorprendentes? No.

¿Vio usted una luz?Sí.

Era muy brillante. Cegadora de hecho, como estar rodeado por la luz de un sol muy brillante.

¿Experimentó usted algo mientras estuvo fuera de su cuerpo o en otro estado alterado de consciencia? Sí.

Volé por la ventana, y de aquí para allá. Era muy agradable.

¿Observó usted u oyó durante su experiencia algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? No.

¿Observó cómo funcionaban sus 5 sentidos, y en caso afirmativo, en qué se diferenciaban a como lo hacían normalmente? Incertidumbre.

Bueno, todo parecía normal, eso es todo. Veía, oía, etc. No puedo decir si tenía sentido del tacto. De hecho, supongo que podría decir que NO había ninguna sensación de sentir o tocar. Pero no era como un entumecimiento.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? No.

¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universal? Sí.

Durante la experiencia, llegué a la conclusión de que lo del Cristianismo era una gran broma, que el cielo y el infierno eran obviamente falsos e irreales, y eso me divirtió y me complació, que aquella gente hubiese estado tan equivocada y fuese tan estúpida. Yo estaba como aturdido por el hecho de saber que la muerte era tan fácil y agradable. Eso era lo que sentía por entonces, se trataba tan sólo de irse flotando.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? No.

¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? No.

¿Se implicó usted en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo?Sí.

Sí. Decidí volver a mi cuerpo. Pensé: “Bueno, es estupendo, pero ya basta, simplemente iré y me tenderé en mi cuerpo, si estoy muerto, no hay ningún problema, y si no, pues tampoco”.

¿Cómo resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? No.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Incertidumbre.

Me he vuelto un ateo e infiel más convencido. Antes, no estaba seguro en cuanto a las afirmaciones de la religión, pero después pensé: “Esta gente parecen artistas del timo, no tienen ni una sola prueba de todo ello”.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera?Quizás me ha vuelto más sereno. Sin duda me ha hecho más deliberadamente antirreligioso.

¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Incertidumbre.

No he tenido miedo de la muerte.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí.

En realidad, no pongo el acento en la supuesta dimensión espiritual, y no se lo he contado a demasiada gente, pero les he dicho a algunos que la muerte es algo a lo que no hay que temer, que partiremos flotando apaciblemente.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia?En cierto modo, estaba satisfecho.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? La mejor parte fue volar. En realidad, no hubo peor parte.

¿Hay algo más que desee añadir acerca de la experiencia?Tras años de reflexión sobre el tema, no creo que mi experiencia constituya algo que tienda a probar que la mente, o el alma, o el pensamiento sobrevivan tras la muerte. Pensaba por entonces que eso era lo que mi experiencia demostraba, pero ahora tengo tendencia a pensar que sólo era una especie de fenómeno bioquímico. De todos modos, ello no tiene en realidad gran importancia.