ECM de Guenter W
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Descripción de la experiencia:
No sé exactamente
la edad que tenía cuando tuve esta experiencia, pero todo ocurrió en nuestra
nueva casa, tendría que tener pues al menos 11 años.
Aquel día, dejé mi apartamento del primer piso cuando, de repente, oí una voz detrás de mí. Rápidamente me giré, pero no había nadie. No puedo recordar las palabras exactas, pero de hecho la voz dijo que la calidad de mi mundo que yo conocía no era nada en comparación al que él sería capaz de mostrarme. “Disparate” me dije a mí mismo y comencé a bajar las escaleras hacia la planta baja de forma alegre y bulliciosa. Quedaban sólo unos pasos cuando salté en el aire, golpeándome la cabeza contra el techo.
El impacto de este golpe hizo que cayera de rodillas y rápidamente perdí el conocimiento. Caí en una profunda oscuridad. Me acuerdo de haber pasado por una especie de manguera negra. Al final de la cual, sentí que una fuerza misteriosa me tiraba hacia atrás, pero resistí porque no quería volver a pasar por aquella negra manguera otra vez. Avancé hacia delante y de repente me encontré en un espacio gris.
No sabía dónde me encontraba y mirando a mi alrededor vi a cierta distancia a alguien que venía lentamente hacia mí. En realidad, no vi esta figura en absoluto porque no había nada que mirar. Sin embargo, sentí que allí se encontraba una figura gris. Sabía con certeza que allí había alguien. Dije: “Me he perdido. ¿Podría usted mostrarme el camino de vuelta?”
Lo siguiente que supe fue que estaba yaciendo en el suelo de la planta baja. Oí ese ruido de timbre extremadamente molesto, que se volvía cada vez más y más intenso. Entonces, cesó el ruido y, de repente, noté que un material blanco parecido a una gasa se filtraba muy lentamente hacia fuera de mi cabeza.
Tomó la forma de una media muy larga flotando justo por encima de mí con una ligera inclinación. Me avergoncé mucho, porque no quería que nadie me viera con este material saliendo de mí. Mientras tanto, este material parecido a la gasa se acumulaba cada vez más bajo el techo, y yo no podía hacer nada para pararlo.
Durante este proceso no sentí ningún dolor en absoluto. De repente, me di cuenta de que estaba fuera de mi cuerpo. Esto debió producirse en el momento en el que la fuga de material se detuvo. Vi un cuerpo yaciendo en el suelo, sólo podía tratarse del mío.
Yo temblaba y rápidamente quise volver a mi cuerpo y a su calor cuando oí que alguien decía: “¡Deténgase! ¡Antes de volver atrás, vea cómo es el exterior!” Sin embargo, no le presté ninguna atención a esta voz. Aunque no podía ver ningún cuerpo cerca, salvo el mío, esta voz se hallaba muy cerca. Entonces la volví a oír, esta vez me estaba pidiendo muy seriamente: “Por favor, no vuelvas, te lo suplico. ¿Por qué no quieres descubrir tus nuevas facultades primero? Siempre podrás volverte en caso de que no te gusten.”
Vacilé. Después de todo, esta voz estaba en lo cierto. ¿Por qué no intentarlo? En esto, la voz dijo rápidamente: “¡Prueba tu mente! Si lo haces, descubrirás que puedes pensar de un modo que nunca antes has experimentado.” La voz estaba de nuevo en lo cierto. En efecto, podía pensar muy claramente y era capaz de entender muy rápidamente con una inmediatez que no dejaba ningún lugar a dudas. Entonces, escuché la voz de nuevo: “Si quieres quedarte fuera de tu cuerpo, harás un maravilloso viaje y verás cosas muy interesantes. ¡Sin embargo, tienes que decidirte rápidamente! ¡Así que date prisa!
Finalmente, empecé a considerar la situación en su totalidad. Realmente, era yo quien tenía que decidir si quería volver a mi cuerpo y vivir la vida en la Tierra con todas sus limitaciones y todas sus alegrías o quedarme fuera en esta condición de claro pensamiento. La voz me urgió de nuevo a que me apresurara y a que le dijera si me había decidido. Cedí. Decidí quedarme fuera e instantáneamente me di cuenta de que mi cuerpo debía morir, lo que significaba la destrucción total por descomposición. Pensé para mí mismo: “¡Qué triste para mi madre!” En cuanto a mí, no sentía ningún arrepentimiento, porque ahora mi cuerpo para mí era sólo una envoltura, una carga de la que me liberé cuando decidí quedarme fuera.
Me di cuenta de que ahora era capaz de moverme libremente de un modo que nunca antes había experimentado. Flotaba directamente a través de los muros de nuestra casa y hacia arriba en el cielo. En la distancia, vi una gran bola brillante, era el sol. Me sentí irresistiblemente atraído hacia él por su brillo y quise ir directamente dentro. Apenas había pensado esto cuando golpeé algo que me lanzó lejos en la oscuridad.
Lo intenté una vez más, pero aquello se produjo de nuevo. Rápidamente aprendí que debía haber una barrera invisible a la cual yo sólo podría acercarme pero no atravesar. Hice otra tentativa y esta vez me paré justo delante de esta barrera a fin de mirar el sol, que ahora brillaba con un brillo rojizo. Su tamaño era relativamente pequeño porque tuve que mirarlo desde cierta distancia determinada por esta barrera invisible. Sin embargo, el brillo rojizo del sol no me satisfizo en absoluto.
De repente, la voz dijo: “¡Hay más luces!” Mientras miraba alrededor, vi en la distancia una multitud de otras luces que brillaban mucho más que el sol de la Tierra. ¡Quise estar con estas luces! Aunque estuviesen muy, muy lejanas, podía alcanzarlas en un instante. No obstante, cada luz individual tenía su propia barrera eficaz, golpeándome de nuevo hacia la oscuridad cada vez que intentaba aproximarme a ella.
Entrar en contacto con estas barreras era muy desagradable, porque cada vez que las tocaba, todo mi ser era violentamente sacudido. De golpe, la voz dijo: “Busca una sola luz brillante y aproxímate lentamente a ella.” Escogí una luz individual cuyo brillo era mucho mayor que el de todas las otras luces a su alrededor y me acerqué a ella muy cuidadosamente. Ví una enorme bola ardiendo increíblemente brillante. La voz me dijo que era una de las muchas estrellas que yo era capaz de ver desde la Tierra. Estuve mirando esta bola durante mucho tiempo hasta que ya no pude seguir mirándola por más tiempo.
Por lo tanto, me retiré de nuevo a la oscuridad. Comencé a considerar mi situación. No podía quedarme en aquella oscuridad para siempre. Debía de haber una salida. Miré a mi alrededor y ví otra agrupación de estrellas extrañamente entrelazadas. Quise ir allí pero oí a la voz decir: “Son todas parecidas. ¡Sube!” Ignoraba dónde se hallaba el arriba, pero lo intenté de todos modos, con éxito, porque vi muy a lo lejos una brillante línea sobre la oscuridad. Quise ir allí a pesar de la increíble larga distancia, pero sólo quise ir hasta el borde de esta línea, pues ignoraba si tenía o no una barrera.
Cubrí la distancia instantáneamente. Esta vez no había ninguna barrera que me repeliese. La luz provenía de otro mundo. (Mientras que nuestro mundo es negro, con luces en él, este otro mundo es brillante). Sin embargo, no pude penetrar en este mundo. Me moví en derredor en cada dirección tratando de descubrir un pasaje hacia este mundo. Pronto me di cuenta de que sólo cabía una posibilidad: lanzarme a mí mismo abajo hacia este negro abismo situado directamente frente a mí. Vacilé.
No tenía el valor para saltar. Pero, súbitamente, oí de nuevo la voz: “¡No hay otro modo! ¡Tienes que saltar! ¡Salta! ¡Salta! Entonces salté. No sé qué fue lo siguiente que sucedió, pero recuerdo muy vívidamente que súbitamente me hallé a mí mismo moviéndome a tremenda velocidad por un túnel de oscuridad. Había entrado de cabeza a ese túnel. Todo mi ser estaba en una especie de cilindro o tubo y yo era disparado en este túnel como una cápsula en los tubos de un correo neumático. Me movía más y más rápido, hasta que fui eyectado lejos en este nuevo universo. La oscuridad fue sustituida al instante por una especie de débil resplandor (si se puede decir así).
Rodé sobre mí mismo varias veces violentamente hasta que me sentí ralentizado por este nuevo mundo. Recuerdo haber pensado: “¿Por qué se me trata tan ásperamente?” mientras sentía este nuevo mundo cerrándose sobre mí, al mismo tiempo que el viejo mundo se retiraba, hasta que fui totalmente englobado por este nuevo mundo.
Mientras era eyectado, oí la voz gritarme: “¡Éste es tu mundo! ¡Tú no nos perteneces! ¡Debes permanecer en este mundo! ¡Nunca intentes volver!” Me giré y ví un trozo del mundo negro, que seguramente arrastré detrás de mí cuando fui eyectado, retirarse hacia la abertura donde fue finalmente sorbido. En cuanto el viejo mundo fue expulsado al exterior, inmediatamente fui tomado por el nuevo, hasta tal punto, que quedé totalmente convencido de que, de ahora en adelante, sólo podría existir en este mundo. De todos modos, no tenía elección. El mundo negro se fue. Yo era ahora una parte inseparable de este nuevo mundo.
Pensé para mí mismo: “¡Esta voz sinvergüenza! Me ha traicionado forzándome a entrar en este mundo. ¡No hay marcha atrás! ¡Éste es el fin! ¡Esperemos que pueda respirar y no asfixiarme hasta la muerte!” Así que traté de respirar pero pronto me di cuenta de que no era necesario respirar. Simplemente podía existir. Mientras estuve en el mundo negro, nunca había pensado en la respiración.
Como dije antes, todo a mi alrededor era ligeramente brillante. A pesar del brillo, no veía con claridad. El impacto del carácter definitivo de la condición en la que yo me encontraba era aplastante. Aunque sintiera que formaba parte de este nuevo mundo, yo no sabía nada acerca de él. Me sentía completamente solo, traicionado, muy pequeño e insignificante. No había ninguna otra alma en ninguna parte. Rompí a llorar a la vista de mi situación. No sabía qué hacer. Me sentía muy miserable. Bien, yo era capaz de moverme libremente a dondequiera que quisiese ir. ¿Sin embargo, adónde debería ir? ¡Allí no había nadie! ¡Nadie!
¡Sin embargo, había voces muy, muy lejos! De hecho, oí dos voces. Con total incredulidad, pude oírles decir algo así como: “¡Mira, mira, hay una pequeña alma! ¡Mira, hay una joven alma! ¿Qué es lo que hace aquí? ¿Cómo ha llegado aquí? Las voces en este mundo en realidad no eran voces en absoluto. Algo era pensado y yo inmediatamente sabía de qué estaban hablando. Lo que relato ahora son impresiones y no el significado de las verdaderas palabras. Sin embargo, estas palabras eran tan claras que yo tenía ninguna duda en absoluto.
Seguí quejándome de que no conocía a nadie en este mundo brillante, de haber sido forzado a venir aquí. Las voces se acercaron. Sin embargo, yo no podía ver a nadie. Simplemente sentía su presencia, lo cual me venía muy bien. Yo ahora sabía que había seres en este mundo con quien yo era capaz de comunicarme. Seres que eran a la vez forasteros pero amistosos.
Los seres me urgían a volver de donde había venido. Formando ahora parte de este nuevo mundo pensé que eso era ridículo. Además, aunque realmente quisiese volver, lo cuál era imposible ¿Cómo debería proceder? Y más aún, aunque lograse encontrar el camino de vuelta, no tenía ni la menor idea de dónde se encontraba mi mundo nativo, la Tierra. Entonces sentí que ellos querían forzarme a salir de este mundo. Me enfadé mucho y pensé: “Nadie puede forzarme a dejar este mundo. Tengo derecho a quedarme aquí porque soy parte de él.
Los dos seres debieron comprender lo que pensaba, porque no pude oír más sus voces. Entonces, uno de los seres me dirigió (no sé cómo) a un lugar que no había visto antes. El otro seguramente fue a pedir ayuda en el intento de encontrar la mejor aproximación a cómo una situación así debía ser manejada.
Este lugar resultó ser un prado con muchas flores en él. Era un prado maravilloso, pero supe que tan sólo era la imagen de un prado, de alguna manera invocado y suspendido en este nuevo mundo. El ser me pidió que jugara en el prado, pero no pude. Simplemente, no sabía cómo hacerlo.
De repente, me percaté de una pequeña luz brillante lejos en el “cielo” pero que rápidamente se acercaba. Tenía forma esférica y era indescriptiblemente brillante. Me intenté proteger los ojos, pero no era necesario. ¡A pesar de su increíble resplandor y brillantez no me deslumbraba en absoluto!
La luz se paró entonces a cierta distancia justo encima de mí. Era un sol, aproximadamente del tamaño del sol de nuestro mundo pero indescriptiblemente más brillante. Seguí contemplando este sol, preguntándome cómo una luz podía poseer tal brillantez. (El brillo de las luces en el mundo negro también era intenso pero de diferente naturaleza.) Súbitamente me di cuenta de que me estaba escudriñando muy de cerca. En esto, se abrió y un rayo me inundó y lo oí gritar: “¡Puedo destruirte si no dices la verdad con respecto a tu presencia aquí!” Contesté: “¡Pero no sé nada más excepto la verdad!”
Entonces, sucedió algo que nunca, nunca olvidaré. Amor, puro amor, amor total me inundó junto con un calor increíble. Toda mi alma o todo mi ser fueron sumergidos en este amor. Me levantó y me besó en la boca. Este ser de luz me amaba profundamente, con infinita profundidad y cada vez más intensamente. ¡Yo era feliz! Podría haberme quedado en este rayo de amor para siempre. Si mi historia hubiese sido mentira, el ser de luz me habría aniquilado. De todos modos, yo tenía la consciencia tranquila, no había pues ninguna razón para temer.
Progresivamente, el amor se fue debilitando y sentí que algo en mí no iba bien. Algo que le hacía muy difícil al ser de luz seguir con su amor. Él intentaba no decirme la razón. Finalmente, sin embargo, no fue capaz de ocultarlo más tiempo y dijo rápidamente: “Tienes mal aliento” y “Necesitas un baño”. Tenía la sensación de que tenía que darme un baño como los de la Tierra, pero sumergiendo el cuerpo entero. Se me hizo comprender que este proceso iba a ser desagradable, pero que podría detenerlo cuando se volviese demasiado doloroso de sobrellevar.
Aunque yo no pudiera entender la razón, quise hacer lo que el ser de luz quería que hiciese. Fui levantado e instalado en una luz roja. Cerré mis ojos. No podía sentir nada. No supe cuánto había permanecido en ese estado. Sin embargo, después de algún tiempo, me di cuenta de que era sacudido cada vez más rudamente. Era como si estuviese en una lavadora. Grité: “¡Creo que ya basta!”
Inmediatamente, fui bajado abajo y el amor y el calor fueron interrumpidos, pero yo aún permanecía en este rayo (o esfera). Repentinamente, el sol desapareció y vino una luna. Estaba en un mundo diferente. Todo era negro, salvo la luna que estaba justo delante de mí. Era mucho más clara y refulgente que la Luna en nuestro mundo. No había ni rastro de oscuridad en ella. La luna fue rodeada por una diadema de pequeñas estrellas brillantes. Seguí contemplando esta luna brillante cuando de repente sentí una extraña sensación que entró por mi ojo izquierdo y se extendió hasta los más profundos recovecos de mi cerebro. Yo me preguntaba sobre el hecho de que pudiera ver claramente la luna con mi ojo izquierdo, que siempre fue más débil que el derecho y de repente me di cuenta de que directamente delante de mí estaban todas las respuestas a cualquier pregunta que pudiésemos tener en la Tierra. Estaba muy excitado con todo esto e intenté localizar el sitio, pues quería informar a los científicos de la Tierra para que pudiesen venir y ver este lugar extraordinario.
Traté de situarlo mirando a la izquierda de la luna y contando las pequeñas estrellas luminosas. Sin embargo, haciéndolo me di cuenta de que no se trataba de estrellas sino de pequeñas lunas también. De nuevo miré hacia la izquierda de la luna. Cuanto más miraba, más pequeñas lunas aparecían alineadas una detrás de otra. No había ninguna esperanza de localizar este sitio. Luego, comencé a tener frío, temblaba, me acordé del sol de nuestro mundo, de su calor que a veces podía ser excesivo, pero que en general era calor vivificante. Desesperadamente, quise volver al sol brillante, vivo. Sólo entonces me di cuenta de que estaba mirando la luna con el ojo izquierdo mientras que el derecho estaba cerrado. Quise abrir mi ojo derecho para ver otra vez el sol pero no fui capaz.
Quería dejar la luna que ya no me interesaba. Quería volver al sol brillante, vivo. Lo intenté con mucha fuerza, pero en vano, incluso sentí un dolor muy desagradable en la cabeza.. Sin embargo, la luna con su entorno negro desapareció de golpe y volví a ver al sol de increíble brillantez. De repente, este sol comenzó a desplazarse hacia atrás, cambiando sus colores a un profundo rojo oscuro. Siguió reculando en el cielo hasta volverse una muy pequeña luz roja (como un punto). Luego empezó a moverse muy rápidamente. En cierto momento, vi al sol brillando a la izquierda, luego el sol rojo a la derecha, en una danza de derecha a izquierda y de izquierda a derecha por así decirlo.
Tenía la sensación de que el sol quería comunicarse conmigo. Creía que allí los soles no podían comunicarse sino sólo vagar, que se trataba de su manera de hablar. Entonces se estuvo quieto y vi al sol brillante delante del pequeño sol rojo. Sin embargo, no lograba entender qué significaba todo esto. Consideraba todo este espectáculo más como una pieza graciosa y divertida que otra cosa. Sin embargo, no era divertido en absoluto. De pronto, sentí que debía ser transferido de nuevo al mundo con la luna brillante, recordé el dolor desagradable y el frío que padecí allí.
De pronto, me di cuenta de que el sol brillante ante mí era la luna brillante y que el sol rojo tenía a la luna bajo control total formando de hecho un único sol. Éste era el mensaje que el sol había querido comunicar. Entonces el ser de luz quiso hablarme de hombre a hombre. Me colocó en la cima de una alta montaña donde tuve que sentarme sobre un gran pedazo de roca.
Le pregunté por qué había querido destruirme y me dijo que allí también existían seres maléficos pero muy astutos y poderosos, que eran enemigos suyos y contra los que había luchado constantemente. También me dijo que debía poner en guardia a mi mundo contra ellos, a lo cual me avine inmediatamente asintiendo con la cabeza. Dijo que sus enemigos habían querido utilizar una astucia contra él usándome como una especie de trampa, pero él debía defender este mundo y el mundo negro. Su mundo, sin embargo, sería mucho más fácil de defender para él, pues los seres malvados no tenían en él ningún poder y en el mundo negro él no tenía ningún poder.
Me di cuenta de que había sido colocado de tal manera que era capaz de supervisar una enorme extensión de nubes maravillosamente iluminadas desde abajo. De pronto, un relámpago cuya intensa luz era mayor que la del mundo brillante me obligó a alzar la vista. A lo que siguió una gran explosión, pero yo no estaba en absoluto alterado. En el horizonte, vi sobresalir humo de las nubes y tomar gradualmente la forma de una seta. Creció y creció y se hizo más y más brillante. Yo estaba completamente sobrecogido.
De golpe, todo desapareció. Oí a la luz decir: “¡Mira aquí! Me giré, oí gritos y vi fuego y humo circundarme casi. Yo no comprendía de qué se trataba cuando de repente la luz gritó: “¡Haré todo lo que esté en mi poder para impedir que esto se produzca!” Luego, todo terminó. De nuevo, la luz quiso hablar de sus enemigos. Pero yo seguía muy impresionado por lo que acababa de ocurrir. Entonces pensé para mí: “¡Oh no, otra vez no!”.
Sin embargo, la luz me concienció del hecho de que esta guerra llevaba en marcha desde hacía mucho tiempo, que los seres malignos se habían hecho cada vez más y más poderosos y si esto continuaba así, no veía modo de impedirles que tomaran posesión de todo. Dijo que si el enemigo hubiese realmente logrado penetrar en su mundo, la guerra se hubiese perdido. Sin duda, habría sido lo bastante poderoso para rechazarlos, pero a largo plazo la guerra se hubiese perdido. Estaba realmente aterrado por la posibilidad de perder esta guerra.
Entonces se me dio a entender que él necesitaba ayuda. Yo quería ayudarle y contesté: “Sí. ¿Pero cómo?” Él contestó que el único modo de poder ayudarle era volviendo a mi mundo y contándole lo que había ocurrido. Oírle decir eso me dejó completamente aturdido, pues no quería volver. Estaba tan deprimido que casi empecé a llorar.
De pronto preguntó: “¿Te gustaría saber qué va a pasar contigo más tarde en tu vida?” Alcé la vista y contesté entusiasmado: “Sí, me gustaría mucho”. Él dijo: “Te vas a convertir en profesor.” Estaba hasta cierto punto decepcionado y repetí: “¿Un profesor?” Él dijo: “Imagina un profesor en tu mundo y muéstrame a qué es lo que se parece ser uno de ellos.” Yo imaginé muy vivamente un profesor de pie ante sus alumnos dando clases. La luz dijo: “No ese tipo de profesor.” Entonces pensé en un profesor de universidad dando una conferencia a sus estudiantes. La luz dijo: “No ese tipo de profesor. Tú les vas a enseñar a los profesores de universidad.”
Yo estaba sorprendido y casi no alcanzaba a creerlo. Además, consideraba que eso era muy difícil. Imaginé un mapa de mi mundo y me ví a mí mismo en la vida futura yendo de un lugar a otro, de una universidad a otra enseñando a los profesores de universidad de mi mundo. Pero la luz dijo: “No, así no. ¡Ellos van a venir a ti!” Pregunté: “¿A mi casa?” y él dijo: “Sí, imagina tal situación.” Imaginé nuestra casa en la Tierra, nuestra sala de estar y me ví a mí mismo sentado en una silla frente a un respetable profesor de aspecto severo tratando de enseñarle. Sin embargo, fallé. Yo era demasiado vergonzoso y demasiado tímido. Dije: “Creo que no soy lo suficientemente inteligente para hacer esto. Además, tengo un impedimento del habla.” Él respondió: “Te vas a volver un nuevo tipo de profesor y voy a explicártelo en un momento.”
Él hizo entonces una pausa y yo miré hacia arriba y me ví a mí mismo yaciendo en una cama de hospital que estaba siendo empujada por un muy largo corredor por un miembro del personal médico. Ligeramente alarmado, pregunté: “¿Es que estoy enfermo?” La luz dijo: “¡No, sólo un poquito aturdido! Serás llevado al hospital donde recibirás una inyección y caerás en un sueño muy profundo.” Ya no me preocupé más y la luz dijo: “Pero déjame explicarte este nuevo tipo de profesor. Tú vas a enseñar mientras estás en una especie de sueño. Sin embargo, ésta no será la clase de sueño que tú conoces. Estando dormido, serás capaz de oír y hablar y ellos vendrán a ti y te harán preguntas.” Yo estaba profundamente impresionado, pero también preocupado. Así que pregunté: “¿Voy a sentir dolor en este proceso?”. Él respondió: “No, esto no te hará daño.”
Me acostumbré progresivamente a la idea de volverme un profesor. Por lo que pregunté: “¿Ellos también aprenderán sus lecciones?” Puso una cara sugestiva, queriendo significar que no estaba seguro al respecto. Le hice otra pregunta: “¿También les enseñaré cuando esté despierto?” Él respondió: “No, por supuesto que les hablarás estando despierto. Pero lo que les dirás estando dormido será de mucha mayor importancia.”
Y me mostró una habitación en la que me vi a mí mismo sentado en una silla hablándole a alguien. En realidad, no me ví a mí mismo ni a la persona con la que estaba hablando. Sin embargo, definitivamente sabía que era yo, porque estaba ahora en aquel cuarto mirando a mi alrededor. Vi una mesa baja, libros en las paredes, dos ventanas y cortinas que se movían ante una ventana por una ligera corriente de viento.
De repente, el cuarto desapareció y la luz dijo: “Antes de hacer esto, tendrás que anotar todo lo que te ha pasado. Cada detalle de ello. Tendrás que hacer un informe científico.” Yo dije: “Por supuesto.” Y la luz dijo: “Pero tengo miedo de que se te olvide todo.” Sacudí mi cabeza con incredulidad. Pero él dijo: “Ahora ni siquiera eres capaz de decirme cómo has llegado hasta aquí.” Yo no alcanzaba a creerlo y traté de acordarme de lo que había pasado en la Tierra. Sin embargo, para gran sorpresa mía, era incapaz de recordarlo. La luz dijo: “No te preocupes. Un libro va a ayudarte. De hecho, van a ser dos libros, pero el primero va a ser más importante. Además , tendrás muchos libros.
De repente, la luz se entusiasmó sobremanera y dijo que yo iba a ser el primero de este tipo de profesores y que vendrían muchos más. Yo estaba decepcionado de oírle decir esto. Sin embargo, la luz quería enseñarme lo que significaba ser el primero. Él preguntó: “¿Cuánta gente crees que hay en tu mundo?” Probé diciendo: “¿40 millones quizás? Él dijo: “No, muchos más. No debes pensar sólo en los que están vivos. Cuenta también a los que están muertos y tendrás un enorme número de personas. Volvamos atrás en el tiempo, lo más lejos posible, dime hasta dónde deberíamos remontarnos.” Yo sugerí: “Edad Media.” “No, más atrás.” “El nacimiento de Cristo.” “No, más atrás.” Estaba pensando arduamente: “Adán y Eva.” “No, no eso. Ve más atrás en el tiempo y piensa en lo que aprendiste en tus lecciones de historia.”
Pensé durante algún tiempo. Finalmente desembuché: “La Edad de Piedra.” El se decepcionó y dijo: “Deberías haberlo sabido, pero creo que la Edad de Piedra valdrá.” Él me dijo entonces que en aquella edad no había muchas personas viviendo en la Tierra. Por contra, eran libres de ir adonde quisieran, no había fronteras que les hubiesen impedido vagar. Yo dije: “¡Qué hermosura.” Yo estaba imaginando un mapa de Europa, que había visto en mi atlas, con todas sus fronteras. No tuve mucho tiempo para pensar en todo esto, porque, de repente, vi a seres humanos en la Tierra.
Yo miraba hacia abajo a un grupo de personas, hombres y mujeres, vestidos con pieles, sentados alrededor de una hoguera. Pude ver a una mujer con su bebé a la espalda y a un hombre que estaba de pie ante el grupo que estaba a todas luces soltando un discurso. Otro hombre estaba de pie un poco apartado. De repente, oí un fuerte grito de decepción y la voz gutural del hombre ante el grupo de gente. No entendí lo que decía. La escena desapareció y la luz dijo: “Voy a traducir para ti, pero debes concentrarte muy fuerte.” Ciertamente que quería hacerlo así, pues estaba impaciente por saber de qué estaba hablando este hombre. Por lo tanto, comencé a concentrarme. La luz exclamó: “¿Y a esto lo llamas concentración? ¡Tienes que concentrarte mucho más!”
Yo estaba asombrado de oírle decir esto porque consideraba mi primera tentativa como completamente satisfactoria. Sin embargo, él quería que lo hiciese mejor. La luz dijo: “¡Hagamos otro intento!” cerré los ojos y empecé a concentrarme con mucha fuerza. Sin embargo, la luz no estaba en absoluto satisfecha. Dijo: “Creo que es inútil.” No obstante, de pronto el tono de su voz se hizo muy suave y se me acercó y dijo con ternura: “La razón de que te pida que te concentres con fuerza es que, más tarde, deberás ser capaz de contarlo todo lo más exactamente posible. Entonces debes concentrarte como nunca antes lo has hecho en lo que este hombre va a decir.”
Y añadió con una voz diferente que delataba su desilusión: “Éste es el último intento. Si fallas esta vez, será inútil intentarlo más tiempo!” Yo estaba determinado a hacerlo lo mejor que supiese. Cerré de nuevo los ojos e intenté con todas mis fuerzas escuchar lo que se supone que debía oír. De golpe, pude comprender lo que el hombre decía: “Ahora tenemos la prueba. Acabáis de oírlo. Lo que habíamos supuesto era exacto. El que había emprendido la difícil misión de hacer un viaje tan peligroso acaba de regresar y ha confirmado nuestra sospecha. Quieren resistirnos. Pero no lo aceptaremos. Os lo dije una y otra vez. Ha llegado el momento de combatirles. No debemos esperar a que se hayan reforzado. Ahora todavía son débiles, es verdad. ¡Pero pensad en el futuro! Tendremos que atacarles ahora.
Se dirigía al grupo de gente de manera muy impactante. Yo estaba completamente impresionado y podía comprender muy bien por qué estaba obligado a atacar a sus enemigos. Pero de pronto, oí a este hombre que se mantenía apartado decir: Soy sobre todo un cazador y lucho contra los animales. No voy a luchar contra personas débiles que se pondrán en fuga nada más vernos. Cada cazador dañaría su orgullo y honor si hiciera tal cosa. Nosotros, los cazadores, luchamos contra animales, que son con mucho más peligrosos. Muchos cazadores valientes han sido heridos durante sus luchas. Sin embargo, estamos listos y deseando correr el riesgo porque somos cazadores. Nunca lucharé con esos enclenques.
En cuanto a mí, no estaba de acuerdo con lo que él decía. Después de todo, uno tiene que combatir a sus enemigos. No podía entender que fuese más honroso luchar contra animales que contra personas. Sin embargo, yo no pude seguir contemplando tales cosas, pues mi mirada fue atraída hacia la tierra que gradualmente se había puesto a moverse. Al principio despacio, pero luego más y más rápido hasta que ya no fui capaz de distinguir ningún detalle. El movimiento se detuvo bruscamente. Vi un prado ante mí y en la distancia estaba el borde de un bosque de árboles muy altos. Súbitamente, fui colocado en los bosques. Aunque no pudiese ver nada, sabía que estaba en este bosque, o sea exactamente en el centro de un pueblo. Podía oír las voces de algunas personas y oí que alguien decía: “No podemos estar siempre escapando. ¿Cuántas veces hemos tenido que escaparnos? ¡Muchas, muchas veces! ¡Qué brutos! ¡Ellos vienen y destruyen nuestro pueblo! Y cada vez nos escapamos. ¡Pero no esta vez! ¡Esta vez vamos a quedarnos! Esto no puede continuar así para siempre".
Yo podía sentir el miedo y la ansiedad. Les habría gustado escaparse como habían hecho tantas veces antes. Pero esta vez habían tomado una decisión y tenían la intención de permanecer firmes en su resolución. Sin embargo estaban todos llenos de miedo. Algunas voces dijeron: ¡Ellos comen carne! ¡Imagina eso! ¡Carne! Además, ellos hacen enormes fuegos en la pradera. Bailan alrededor de los fuegos y se bañan en sangre. Pero lo que es peor: comen carne. ¡Sólo de pensarlo! Acabarán por comer nuestra carne también.”
Una voz, una voz de mujer, que estaba sentada en su choza, no paraba de repetir una y otra vez: “Tengo miedo. Estoy terriblemente aterrorizada. ¡Oh, qué aterrorizada estoy! Estoy aterrorizada. Estoy tan aterrorizada.” Yo era capaz de sentir claramente su ansiedad. Su miedo crecía más y más. No paraba de decir: “Tengo miedo, tengo miedo.” Su miedo empezó a invadirme. Al principio pensé: “¿Por qué tendrá tanto miedo? Debe ser histérica. ¡¿Cómo diablos se puede tener tanto miedo?!” Sin embargo, yo me iba sumergiendo, cada vez más y más profundo en sus sentimientos de agudo miedo. No podía soportarlo por más tiempo. Pensé para mí: “Lamento que no deje de preocuparse ahora mismo.” En verdad, era extremadamente desagradable.
De repente, todo terminó y la luz me dijo: “Si no hubiesen hecho nada, nada hubiese pasado. Es la verdad; ellos habrían venido a pesar de todo. Sin embargo, nada habría pasado. ¡Esto, sin embargo, conducirá de nuevo a más personas muertas! Él acentuaba las palabras – personas muertas – y – de nuevo --. Sentí una gran aprehensión por parte de la luz a propósito del gran número de personas muertas, por lo que pregunté: “¿De nuevo?” pues yo pensaba que había visto a los primeros seres humanos de la Tierra. Sin embargo, la luz contestó: “Cientos de miles.” Yo estaba asombrado y podía sentir cómo la luz sufría por el gran número de gente muerta.
No estoy del todo seguro de lo que pasó después, pero de repente, oí una voz atronadora, colérica, acusando a la humanidad, yo incluido, de destruir su jardín en la Tierra. Gritaba: “Creé para vosotros, seres humanos, un maravilloso jardín y ustedes lo destruyen todo. Los seres humanos envenenan el agua y el aire. Lo destruyen todo. Al principio, el efecto de su obra destructiva era limitado. Sin embargo, esto empeoró y empeoró. Todo en lo que pueden poner sus manos lo destruyen. Aunque el Hombre constantemente busque otros sitios, sólo tiene éste (la Tierra). Deberíais daros cuenta por vosotros mismos. Y si continúan destruyéndolo todo harán al final que la Tierra entera explote.
Yo estaba completamente perplejo.
Tras algún tiempo, la luz dijo: “Pregúntame sobre aquello que no sepas cómo informar de ello a tu mundo.” Yo respondí: “¡Pero si acabas de decirme cómo hacerlo!” Sin embargo, él insistió diciendo: “Ahora vuelves a ser un niño pequeño e ignorante que no sabe cómo hacerlo.” Le dije, pues, que siendo un pequeño niño ignorante no sabía cómo informar a mi mundo. Para gran sorpresa mía, la luz contestó con voz brusca y enojada: “Sabrás cómo hacerlo cuando llegue el momento.” A pesar de todo, no quería dejarlo para siempre. Por lo que le pregunté si podría volver, después de haberle hablado a mi mundo, y quedarme con él permanentemente. Él dijo: “No, debes volver y vivir.”
Aunque siguiera sin saber cuál era el camino de vuelta, esta vez ya no tenía ninguna duda en absoluto. Si el ser de luz quería que volviese y viviese, simplemente tenía que hacerlo. El cómo hacerlo ya no tenía importancia. Éste ser de luz tenía el poder absoluto. No obstante, yo aún no podía entender por qué. Repetidamente supliqué: “¿Por qué? ¿Por qué no puedo volver? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué no se me permite quedarme en el seno de tu amor y de tu calor?” La luz contestó que nadie podía quedarse permanentemente con él.
No obstante, yo todavía no estaba satisfecho. ¡Si no era posible quedarse con él, seguramente podría volver y quedarme en este mundo brillante en el que aquellos dos seres ya vivían! Pero la luz repitió: “¡No, tienes que volver y vivir!” “¿Pero por qué les has permitido a estos dos seres quedarse?” La luz contestó que incluso estos dos seres no podían quedarse permanentemente. Ellos estaban en este mundo sólo para aprender. Además, comenzó a enfatizar la importancia del amor y el aprendizaje. Quería que yo fuera su aprendiz. Él el maestro y yo el aprendiz. No obstante, yo aún no podía ver qué tenía que ver mi deseo de quedarme en este mundo brillante con el amor y el aprendizaje.
Era verdad, y tenía que admitir, que no había amado a la luz pero sin lugar a dudas quise aprender todo lo que él quiso enseñarme. En esto, la luz comenzó, para gran consternación mía, a posicionarse más lejos en el cielo, ya no podía sentir más su presencia, pues el rayo se había apagado. De repente me sentí frío y muy miserable.
Sin embargo, uno de los otros seres pidió que mirara muy cuidadosamente hacia cierto lugar. En efecto, urgentemente me pidieron que no me moviese y que fijara mis ojos en aquel lugar. Hice lo que me dijeron y entonces tuve una revisión panorámica. Muy clara y vívida. ¡Estaba estupefacto! Las imágenes de esta película desfilaron muy rápido, mostrándome mi vida pasada en la Tierra. Yo podía entender instantáneamente todo lo que se me estaba mostrando. (No puedo recordar ningún detalle, pues tan sólo se trataba de un ensayo para probar mi capacidad de comprensión de lo que estaba viendo).
Los seres me preguntaron varias veces si podía claramente entender lo que se me estaba mostrando. Respondí con impaciencia: “¡Por supuesto, por supuesto!” pues estaba algo enfadado por sus preguntas. (En la comunicación con los seres, siempre usaba la boca igual que en la Tierra. No así cuando hablaba con el ser de luz).
Con esto, el ser de luz comenzó a mostrarme de nuevo mi vida pasada, pero esta vez el acento estaba puesto en la calidad de mi alma durante mi existencia en la Tierra. Cuando contemplé mi vida pasada por primera vez, fui feliz por el hecho de poderme ver a mí mismo y a mi antiguo mundo. Consideré esto más un entretenimiento que otra cosa. (Ya no me sentí más desgraciado). Sin embargo, la segunda vez, los antiguos acontecimientos de mi vida en la Tierra fueron mostrados enfatizando mi reacción a ciertas situaciones en términos de amor o maldad o incluso odio. Esto me lo dejaron muy claro, y yo sabía que buscar durante la segunda revisión.
Todo empezó desde el principio. (Yo no pude ver cómo nací en la Tierra, pues sólo tenía en mente mi conducta en relación con el amor y el odio). ). Al principio estuve muy satisfecho de que no pasara nada a lo que pudiera reaccionar con amor u odio. Luego, la película se aceleró, pero aún no había nada de lo que pudiera ser hecho responsable. Fui tan estúpido como para decir triunfalmente: “¿Ves? ¡No hay nada!”. En ese momento vi una escena en la que mi hermana gemela y yo nos peleábamos (no pude determinar el motivo de la disputa) pero al instante supe hasta qué punto me había comportado mal. Le dije al ser de luz: “¡Pero debes comprender! ¡Está mal sí, pero así es como se comportan los humanos en la Tierra! ¡No puedes realmente culparme por eso!” (La gran luz no me condenaba por ninguno de los actos realizados en la Tierra).
Entonces, me mostraron algunas escenas malvadas más en la Tierra en las que me había comportado mal. Sin embargo, yo todavía tenía excusas. Entonces, creo que la gran luz se impacientó ligeramente (de mi estupidez, sin duda). De repente, la película se aceleró hasta tal extremo, que era absolutamente incapaz de distinguir las imágenes. Luego se paró bruscamente y me hallé de nuevo confrontado a una situación en la que me había comportado extremadamente mal.
Mi conducta fue tremendamente realzada, de manera que cada mal aspecto de mi carácter destacaba claramente ante mí. ¡Era horrible! ¡Me costaba creer que ése fuera mi carácter! ¡Fui finalmente convencido! ¡Tal alma jamás podría permanecer en este brillante mundo! ¡Yo no tenía ningún derecho, ninguna reclamación en absoluto! Estaba completamente agitado y abatido. Quería volver. Sí, realmente no había ningún otro camino posible. Entonces vi la luz desaparecer en el “Cielo", y oí una risa y las palabras: “¡Y realmente creyó que podría quedarse!” Entonces, el ser de luz se fue.
Uno de los otros seres me devolvió a la Tierra (no sé cómo). Solamente oí, mientras era reingresado en mi cuerpo, un chasquido como el sonido que se oye cuando se le pone la tapa a un plato de campaña asegurándola con el pestillo. Cuando abrí los ojos, recuerdo haber empezado a gritar: ”¡No quiero morir, no quiero morir y no quiero morir!” Entonces retomé el control de mí mismo y acercándome a la escalera, me pregunté si habría alguna vez un camino de vuelta, con lo cual oí una voz que me gritaba: “¡Corrígete!” Y otra voz dijo: “¡Debes matar a tu madre!” Entonces subí las escaleras que tan felizmente bajé saltando. Sólo sentía un pequeño chichón en lo alto de mi cabeza, que no era especialmente doloroso.
Sobre mí:
Soy alemán, varón, soltero, nacido en 1942. Tras mi experiencia, estuve muy agitado y no podía entender lo que me había sucedido. Simplemente no sabía qué hacer después. No podía decírselo a nadie. Quise obedecer al ser de luz escribiendo un informe científico, pero era incapaz de hacerlo. Simplemente no sabía cómo proceder. Entonces súbitamente una voz me dijo que tenía que aprender otra lengua. Punto final.
Por la noche, me sentí muy desgraciado. Esto continuó durante unas 2 semanas, cuando, una noche, el ser de la luz volvió y me dijo que me debía olvidarlo todo. Más tarde en el curso de mi vida, sin embargo, encontraría gran miseria. Aliviado, me di la vuelta y me dormí. ¡¡Cuando desperté a la mañana siguiente, no podía recordar una sola palabra!!
En el curso de los siguientes 25 años, viví mi vida de la manera que quería hacerlo. Me volví un alcohólico y dejé la iglesia. No creía ni en dios ni en el otro mundo. Sin embargo, desarrollé interés por aprender inglés.
El gran cambio, sin embargo, vino en 1980, poco antes de la Nochebuena. Por la TV, había un informe sobre ECMs (Experiencias Cercanas a la Muerte), y hablaban de una luz. De pronto, me vino a la mente que yo también había visto una luz así. Gracias a Dios, no pude recordarlo todo inmediatamente. ¡Seguro que eso me habría matado! Personalmente llamo a esta mi experiencia de Saulo / Pablo (N.T.: Saulo es el nombre original de San Pablo) porque tuvo similar efecto en mí. Saulo fue cegado durante 3 días, luego se volvió apóstol, yo me he vuelto un luchador contra el diablo en mí y alrededor de mí.
El efecto positivo de todo esto fue, sin embargo, que inmediatamente me deshice de mi problema de alcohol. Los efectos negativos fueron tres intentos de suicidio en 1981. El tercero casi con éxito. Como efecto secundario de mi alcoholismo, desarrollé una perforación de estómago en 1986 que no me llevó a la tumba por muy poco. Me extrajeron todo el estómago además de otros órganos. A propósito, ningún cáncer. El ser de luz tenía razón a fin de cuentas.
A pesar de todo lo que pasó, no me gustaría haberme perdido ni uno solo de los acontecimientos de mi vida.
Desde la Navidad de 1980, he sido capaz de establecer una relación personal con el ser de luz a través de luchas internas, visiones y pruebas y estoy ahora en disposición de hacer pública mi experiencia. En 1980 / 1981 yo no podía poner por escrito mi experiencia en alemán, incluso hoy, no existe traducción al alemán, pues aún no he recibido interiormente la aprobación del ser de luz, que es nuestro Señor Jesucristo.
¿En qué momento volvieron los recuerdos y cuánto tiempo hizo falta para recordarlo todo? Poco antes de la Nochebuena de 1980 comencé a recordar mi ECM / SFC (Experiencia Cercana a la Muerte / Salida Fuera del Cuerpo). Me hicieron falta de 4 a 6 semanas para acordarme de todo.
¿Alguna medicación asociada o sustancias que puedan haber afectado a la experiencia? No, no había ninguno.
¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? Sí lo era.
¿Qué es lo que en la experiencia la hace difícil de comunicar? Estar en otro mundo.
¿En el momento de la experiencia, existía una situación amenazante para su vida? No.
¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Sobrenatural, consciencia distinta, lucidez e inmediatez. Comunicación por el pensamiento, comunicación visual, intuición.
¿Fue la experiencia de algún modo parecida a un sueño? No, de ninguna manera.
¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí. No puedo describirla porque nunca he reflexionado en ella.
¿Qué emociones sintió usted durante la experiencia? Una mezcla de emociones.
¿Oyó usted algún sonido o ruido extraños?Sí.
¿Pasó usted por, o en, un túnel o recinto? Sí.
Describa: ver el relato.
¿Vio usted una luz?Sí.
Describa: ver el relato.
¿Encontró usted, o vio, a otros seres? Sí.
Describa: no puedo describirlos. ¿Dónde se hallaban? No tengo ni idea. ¿Los conocía usted? No. ¿Qué es lo que se comunicó? Ver mi relato.
¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados de su vida? Sí.
Describa: ver el relato.
¿Observó usted u oyó, durante su experiencia, algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? No.
¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? Sí.
¿Tuvo usted alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí.
¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universal? Sí.
Describa: era un sitio donde se hallaba saber absoluto, infinito.
¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? Sí.
Describa: ver el relato.
¿Se dio usted cuenta de futuros acontecimientos? Sí.
Describa: una vez, ocurrió exactamente tal como se predijo. Yo estaba hospitalizado. La segunda predicción de volverme profesor aún no se ha realizado.
¿Se implicó usted en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo?Sí.
¿Como resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? Sí.
Describa: puedo mirar el sol de mediodía con mis ojos físicos sin causarles daño. Hacía esto muy a menudo debido a mi deseo de ver de nuevo a la luz espiritual. Ahora este deseo ha desaparecido y ya no deseo mirar más el sol.
¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o de creencias? Sí.
Describa: mi creencia religiosa ha pasado del agnosticismo a una firme fe en nuestro Señor Jesucristo.
¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera?He llevado una vida tranquila, hace 6 años que he dejado mi trabajo y ahora hago trabajo voluntario.
¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sólo recientemente.
Describa: incredulidad patente.
¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia?3 intentos de suicidio, pesadillas, miedo, alegría, bienaventuranza, amor a la luz.
¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? Lo mejor: el amor a la luz. Lo peor: dejar la luz.
¿Tras la experiencia, ha habido otros elementos en su vida, medicamentos, o sustancias que hayan reproducido parte de la experiencia?No.
¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? No.
Explique: es imposible hacerlo, no puede ser descrito en términos exactos, cualquier descripción es inadecuada.