Queridos Doctor Jeff y Jody,

En 1976, cuando tenía veintisiete años de edad, tuve una experiencia cercana a la muerte. Después de que accidentalmente conduje mi motocicleta por un barranco de veinte pies en California, fui llevado de prisa a la sala de emergencias del hospital donde fui pronunciado muerto al llegar.

Desde luego Uds. dos, de entre toda la gente, entenderán la naturaleza de lo que aconteció después. He leído detenidamente su página web y he escuchado fragmentos de sus entrevistas. Probablemente no será sorpresa en absoluto, que durante las dos horas y cincuenta y cuatro minutos que estuve clínicamente muerto en el hospital y luego en la morgue, pasé ciento cincuenta activos y saludables años creando arte y arquitectura en ‘el otro lado.’

El paraíso en el que me encontraba era íntimamente familiar. Además inmediatamente reconocí a mi abuela fallecida, aunque ella había hecho su transición de la vida como la conocemos, unos trece años antes de que yo naciera.

Mucho de esto sucedió de la forma en que lo hizo porque yo había venido al mundo en 1949 con un vívido recuerdo de mi existencia eterna en un lugar al que llamo ‘Mundo Hogar.’ Por consiguiente, no tenía miedo. Desde el momento en que tenía tres años de edad, he estado dibujando y pintando paisajes de este idílico lugar.

Solamente cuando un camillero del hospital empezó a cerrar el zipper de la bolsa para transportar cadáveres en la que me encontraba, en un casillero frío, fue que tomé un renovado aliento de vida de regreso en mi cuerpo físico y continué mi vida en la Tierra. Hasta este día, continúo reproduciendo imágenes artísticas y conceptos arquitecturales que originalmente grabé como recuerdos en Mundo Hogar.

Aunque al menos ocho millones de personas han reportado haber tenido algún tipo de experiencia cercana a la muerte, pocos tienen la habilidad artística de traer al frente representaciones en dos y tres dimensiones de lo que ellos conocen y lo que ellos experimentaron. Imágenes coloridas de primera mano de los lugares y eventos descritos en su página web parecen estar conspicuamente ausentes para alguien como yo, quien tiene una habilidad dada por Dios para reproducir estas representaciones con un verdadero sentido de alegría y deleite.