ECM de James W
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Descripción de la experiencia:

Nunca he pensado en estas experiencias como experiencias cercanas a la muerte. No ocurrió nada como una situación médica o un evento traumático que hiciera peligrar mi vida, en ningún momento, y definitivamente no en el momento en que ocurrieron estos eventos, que yo he llamado experiencias místicas. Sin embargo, quiero escribirles porque lo poco que he leído sobre el tema de las ECM me ha demostrado que muchas personas describen sus experiencias cercanas a la muerte como resultado de ataques cardíacos, accidentes automovilísticos, etc., de una forma que se parece mucho a la forma en que yo describo las experiencias que he tenido desde mayo de 1961.

Mis intenciones, oraciones pidiéndole a Dios que se me revelara, y toda la información que había recibido sobre Dios de los adultos en mi vida, me dejaron completamente desprevenido para lo que ocurrió en mayo de 1961. No estaba pensando en nada diferente esa mañana, y nunca podría haber imaginado la clase de experiencia que estaba a punto de ocurrirme.

Por varios años había estado orando porque Dios me visitara, imaginándome una experiencia similar a la de mi abuela, en la que Jesús se apareció al pie de su cama en medio de la noche con un mensaje consolador. Para mí, esto no sucedería.

“Bueno, vayan todos para el campo y divídanse en grupos”, gritó mi maestro desde la puerta del vestidor. Era primavera en Nueva York, y teníamos la clase de educación física al aire libre para tomar ventaja del hermoso clima. Yo tenía trece años y era un día maravilloso en el que estar vivo. El cielo estaba despejado y de un azul brillante, el aire tenía ese olor limpio e indescriptible de frescura mientras brotaba la vida por todas partes.

“Los dos primeros grupos vayan a las canchas de balonmano, los demás siéntense aquí junto al cerco y vayan rotando a las canchas para tomar el lugar de los perdedores”. Éste era el segundo año en el que mi maestro enseñaba la clase de educación física; yo estaba en octavo grado. Él era un buen maestro, pero a mí no me gustaba la educación física. No me gustaba lo que percibía como los peligros de las actividades atléticas. De todos modos tenía que estar aquí, vistiendo mis shorts rojos y camiseta. Recuerdo que conversé con mi amigo John 'Fitz' Fitzpatrick por varios minutos, y entonces recosté la cabeza contra la valla de alambrado y disfruté del olor de la hierba en el aire tibio. Miré hacia las canchas de balonmano, y por un momento observé la acción de los jugadores que le pegaban a la pelota contra la pared con las palmas abiertas. Luego alcé los ojos hacia el cielo claro y azul.

En este momento de mirar hacia el cielo y sentir la sencilla belleza de la suave brisa en mi rostro, mi vida se transformó. Algo cambió, y alteró para siempre mi percepción de la vida. La experiencia fue inefable, y no puedo describir el momento; sólo puedo interpretar la experiencia con palabras en un intento de comunicar algo significativo sobre una percepción profunda de la naturaleza misma de la existencia.

Esta fue una experiencia no experiencial – la experiencia no tenía contenido, así es que no había nada que experimentar en el sentido clásico en el que entendemos una “experiencia”. Algo sucedió, y según observadores externos, tomó algún tiempo para que ocurriera. En el sentido clásico de la experiencia, no experimenté nada. Me convertí en un ser puro, y no existen pensamientos en esta Singularidad. Existe solamente Uno, y nadie más; este Uno siempre es, y la mente racional humana no puede explicar, entender o experimentar a este Uno.

Lo que recuerdo es una luz blanca, y la manera más simple en la que puedo explicar el momento es decir “Vi a Dios”. Esto es lo que finalmente llegué a entender como una experiencia mística, pero en ese tiempo, nunca había oído hablar de nada similar. De esto es lo que hablaban Siddhartha Gautama, Jesucristo, Meher Baba y muchos otros. De esto escribió Meister Eckhart, sólo que yo no sabía nada de Eckhart en ese tiempo. Es a esto que me he referido como una experiencia no experiencial, y no hay nada que recordar. El momento es eternamente ahora, y la memoria no sirve función alguna. Sin embargo, me quedaron impresiones. Siento que de algún modo me vi expuesto a información pura a una velocidad que sobrepasa la capacidad de ninguna entidad física. Era todo lo que existe, todo en un momento, y es Amor.

Recuerdo que inmediatamente al recuperar algún sentido de lo que conocemos como la consciencia despierta normal, me sentí amado, inmerso en amor, transportado por el amor. Percibí que estaba hecho de Amor, y que todo lo demás estaba hecho de la misma esencia. Mis primeras impresiones al regresar a la experiencia objetiva estaban llenas de un amor incondicional y un sentido de bienestar total. Sabía que todos somos un solo ser, no partes de un ser conectadas de algún modo, sino que todos somos ese ser Único. Supe sin lugar a dudas que cada uno de nosotros contiene dentro de sí todo el poder creativo del universo y que el mundo puede ocurrir para nosotros en cualquier manera que deseemos. Sentí como que estaba soñando, que lo que estaba experimentando lo estaba soñando. Era parte del sueño de un ser inmenso, y percibí que ambas cosas eran ciertas a la misma vez.

Entonces me di cuenta de que estaba transcurriendo el tiempo. Yo era parte del mundo temporal nuevamente, y estaban sucediendo cosas que yo quería saber. Fue sencillamente una comprensión fugaz, y yo estaba en un estado de gozo, así es que lo olvidé. Me di cuenta de que no tenía peso alguno y que estaba flotando libremente sin mi cuerpo, y esto era estupendo. Entonces pensé que era insólito no tener cuerpo, y pensé que tal vez debía investigar esto más. No tenía ninguna buena razón para pensar en esto, pero empecé a pensarlo y me di cuenta de que estaba en una realidad totalmente diferente a la que existía en la cancha de balonmano. No sabía dónde estaba ni qué era, y no tenía miedo. Sabía que todo era perfecto, mejor que nunca, aunque ahora entiendo que no estaba dentro de mi cuerpo.

No estaba en mi cuerpo y podía elegir: Podía permanecer fuera de mi cuerpo o regresar a él. Era una decisión libre, y cualquiera de las dos opciones era perfecta. Mi deseo inmediato fue permanecer donde estaba, porque era hermoso. Entonces me di cuenta de que hacer esa elección les daría a las personas en la tierra la impresión de que yo estaba muerto; de hecho, mi cuerpo estaría muerto y yo nunca sabría lo que iba a suceder en mi futuro en la Tierra. Entonces recobré un sentido de dirección, miré hacia abajo y vi la escena de la que había sido parte recientemente. Repentinamente, mi consciencia cambió, pasó de la luz blanca e inefable de la singularidad absoluta, a flotar a trescientos pies sobre mi cuerpo. Podía ver la escena completa de la preparatoria en esa mañana de mayo. No tenía miedo, ni siquiera estaba sorprendido por esta perspectiva asombrosa.
Se me ocurrió que esta es una forma de percibir nuestro mundo, pero la mayoría de nosotros no sabemos cómo verlo aSí.

Todos estaban allá abajo junto a la valla, reunidos alrededor de mi cuerpo, y todos se veían muy pequeños. Mi maestro estaba frente a mi cuerpo, y parecía estar muy preocupado. Yo estaba bastante lejos, pero me daba cuenta por sus movimientos nerviosos y rápidos que estaba preocupado por algo. Perdía su tiempo con su preocupación, pensé, porque mi vida no podía ser mejor. Entonces supe que si elegía quedarme en mi cuerpo, tenía que volver a él enseguida, y que si no lo hacía, no podría volver a mi cuerpo jamás – estaría muerto. No había ningún temor asociado con este pensamiento, simplemente la realidad de que así era, y que la decisión era mía – como siempre lo es.

Lo siguiente que supe fue que estaba húmedo, frío y pesado. Miré con mis ojos nuevamente, y mi maestro se veía más contento. Lo oí que le decía a alguien que me ayudara a llegar a la oficina de la enfermera. Traté de moverme, pero no sucedió nada. Traté de hablar para decirles que todo estaba bien, pero no pude hacer brotar las palabras. Mis pensamientos eran claros y estaba consciente del hecho que no podía expresar mis pensamientos con la boca, a pesar de mis esfuerzos. No estaba soñoliento, mareado, ni de manera alguna incapacitado mentalmente. La conexión entre mi mente y mi cuerpo no funcionaba como lo hacía usualmente, y me di cuenta, pero no podía hacer nada al respecto.

Algunos de los muchachos me llevaron a la oficina de la enfermera y me sentaron en una silla. Me sentía mentalmente coherente, pero sentía el cuerpo como una enorme masa de arcilla fría y pesada. Esta sensación me confundía – parte de mí sabía que yo estaba muy bien; otra parte de mí comenzaba a temer que algo estaba sucediendo de lo que no tenía control. La enfermera me preguntó mi número telefónico y en mi mente lo sabía, pero solo podía balbucearlo de manera ininteligible. La enfermera empujó el teléfono hacia mí, y con gran dificultad finalmente marqué el número. Mis pensamientos sobre la situación estaban cambiando rápidamente y yo quería levantarme y salir de ahí, pero ni siquiera podía hablar y apenas podía marcar el teléfono. Tuve que concentrarme en mover el dedo de un número al otro en el disco: Pershing (PE) 5 – 2453, y fue solo con gran dificultad que mi dedo pudo hacer los movimientos necesarios para marcar el número. La enfermera tuvo que hablar y le pidió a mi madre que viniera a la escuela enseguida.

Estuve bastante atontado por los dos días siguientes, y nuestro médico familiar me examinó dos veces – el día en que ocurrió el evento y nuevamente al día siguiente. Vino a la casa con su maletín negro ambas veces. El médico le dijo a mi madre que no había encontrado nada fuera de lo normal en mi salud, y nada que pudiera haber causado la clase de síntomas que yo había descrito. El médico finalmente sugirió que tal vez me había picado algún tipo de araña venenosa. Le dije que no había sufrido ninguna picadura.

Después de tres días estaba bien, mi cuerpo funcionaba normalmente y me sentía normal. Estaba emocionado y quería decirle a todo el mundo lo que ahora sabía sobre Dios, y lo hice. Sabía que Dios no era un hombre crítico sentado en el cielo, enviando a algunas personas al infierno, a otras al cielo y a otras más al purgatorio. Sabía sin duda alguna que Dios estaba simultáneamente EN y a través de todo, SOBRE y alrededor de todo. Sabía que lo que yo llamaba Dios estaba siempre conmigo, nunca me abandonaba, y vivía dentro de mí. Sabía que, en algún sentido, yo era este Dios, y Dios era yo. Sabía que las reglas y regulaciones de mi religión no eran la palabra de Dios. Dios me dio una forma completamente diferente de comportarme en la tierra, y me pidió que hablara con la gente sobre lo que Él me había mostrado.

La idea más prominente que obtuve de esto fue “Todo es Uno”. Hay solamente Un algo, y todo es ese algo. Esta experiencia se convirtió en el foco central de mi vida, y consumí la mayor parte de mi tiempo en estudiar física, antropología, geología, arqueología, y finalmente obtuve una licenciatura en ciencias en filosofía y estudios religiosos, para poder entender mejor y conectarme con la realidad de la profundidad y la verdad de esta experiencia.

A los diecisiete años, como estudiante de primer año en St. Norbert College en West DePere, Wisconsin en 1965, comencé a leer a Meister Eckhart, Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz y otros místicos cristianos, inclusive Teilhard de Chardin. Ellos describían experiencias similares a la mía, y empecé a pensar que no estaba loco y que realmente había experimentado lo que pensaba – lo que yo conocía como Dios.

Entonces me interesé por los místicos orientales, y después por las religiones mismas: Budismo, Taoísmo, Hinduísmo, Sufismo, Jainismo, Shinto, y después Zen, que tuvo el mayor impacto sobre mí, debido a la noción de la experiencia directa ahora mismo. El Zen elimina todos los conceptos, todas las palabras, todos los juicios, y va directamente a la experiencia de la naturaleza verdadera. El Zen declara que esta realidad, ahora mismo, lo que sea la experiencia de uno en cualquier momento dado, es todo lo que existe. La experiencia definitiva de lo que llamamos Dios es posible solamente aquí y ahora.

En el otoño de mi segundo año en Norbert me fui a cortar el cabello con mi peluquero regular, cerca del campus. Justamente antes de levantarme de la silla, tuve una experiencia del Eterno igual a lo que había sucedido cinco años antes. Me quedé sentado en la silla por un período de tiempo que me pareció muy corto con base en lo que estaba ocurriendo en el negocio, y entonces regresé a la consciencia despierta normal. La transición del estado de subjetividad y unidad puras a la consciencia despierta normal fue fluida y aparentemente instantánea – exactamente como cuando pasé de la realidad material a la realidad no física.

Cuando me levanté estaba un poco tembloroso. Para cuando había caminado una cuadra y cruzado la calle de la escuela católica primaria, la cabeza pareció darme vueltas y vomité sobre el suelo. Los niños y las monjas estaban en el patio de juegos, pero no creo que notaron mi presencia. Fui a mi clase unos treinta minutos después de esto, y no estuve realmente presente en la situación o en ninguna situación hasta el siguiente día, que era un martes.

La tercera vez que tuve esta experiencia espontánea me fue cuando todo encajó para mí. Estaba en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en Tailandia. Completé mis doce horas en la línea de vuelos a las 6:00 am. Me fui a casa en mi bicicleta, subí las escaleras y salí al balcón, hacia la belleza de un nuevo día, miré las nubes blancas en el cielo azul, y fui Uno nuevamente, y entonces me oí decir: “Esto es exactamente lo que experimenté a los trece años, y nuevamente a los dieciocho, y esto es Dios”.

Por mi cuenta aprendí a meditar a los diecinueve años, y lo he practicado por cuarenta años. He tenido muchas experiencias similares y muchas otras diferentes durante los años. Muchas percepciones espontáneas que he tenido durante los años tienen confirmación en la teoría de la mecánica cuántica y la evidencia empírica.

Ahora, y por los últimos años, toda la experiencia cotidiana se ha ralentizado y suavizado. La presencia del Dios-Ser siempre está disponible, y generalmente se percibe aquí y ahora mismo, mientras que me muevo a través de los sorprendentes momentos de la vida diaria.

Información previa:

Sexo: Hombre

Fecha en que ocurrió la ECM: Mayo de 1961 y otras

¿En el momento de su experiencia, existía alguna circunstancia que amenazara su vida? No. No tenía ninguna enfermedad ni experimenté ningún trauma. Los detalles en el artículo 3 más abajo.

Elementos de la ECM:

¿Cómo considera el contenido de su experiencia? Maravilloso

La experiencia incluía: Experiencia fuera del cuerpo

¿Se sintió separado de su cuerpo? Claramente abandoné mi cuerpo y existí fuera de él

¿Cómo compararía su máximo nivel de consciencia y lucidez durante la experiencia con su consciencia y lucidez normal de todos los días? Más consciente y lúcido de lo normal. Como se indica arriba.

¿En qué momento de la experiencia estuvo en su máximo nivel de consciencia y lucidez? El momento inicial fue el de mayor consciencia, y al regresar al mundo material el estado de lucidez fue muy elevado y claro.

¿Sus pensamientos estaban acelerados? Increíblemente

¿El tiempo pareció acelerarse o ralentizarse? Todo parecía estar sucediendo a la vez; o el tiempo se detuvo o perdió todo significado La fuente del espacio y el tiempo no está sujeta a la experiencia del tiempo y el espacio que conocemos desde nuestra perspectiva humana. Por lo tanto, la experiencia suprema trasciende el tiempo y el espacio. No hay recuerdos porque no hay nada que recordar, y aunque lo hubiera, la memoria no serviría ningún propósito, porque no hay pasado, presente ni futuro como los conocemos. Solamente existe el Ahora.

¿Sus sentidos eran más intensos que de costumbre? Increíblemente más intensos

Compare por favor su visión durante la experiencia con la visión cotidiana que tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia. Sí. En un momento pude ver grandes distancias desde un punto alto. El mundo se veía muy claro, sin borrosidad alguna. En otros momentos, he leído las palabras en las páginas de libros, y luego he chequeado en la biblioteca y las palabras eran las mismas. Han ocurrido muchos incidentes increíbles que he integrado gradualmente a mi modo de pensar a lo largo de los años. Todo esto me ha inspirado a impartir talleres sobre los procesos cognitivos involucrados en la manifestación de la realidad por elección propia.

Compare por favor su audición durante la experiencia con la audición cotidiana que tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia. Sí. A veces, cualquier sonido al cual le presto atención se torna distinto a otros sonidos, y es muy claro. A veces el sonido se ha apagado hasta convertirse en silencio

¿Le pareció estar consciente de cosas que ocurrían en otro lugar, como si se tratase de percepción extra sensorial (ESP)? Sí, y los hechos han sido comprobados

¿Pasó hacia o a través de un túnel? No

¿Encontró o llegó a estar consciente de algún ser difunto (o todavía vivo)? Sí. No en el sentido de un individuo. Dios. El todo y la nada. Uno.

La experiencia incluía: Vacío

La experiencia incluía: Luz sobrenatural

¿Vio, o se sintió envuelto por, una luz brillante? Una luz de claro origen místico o de otro mundo

¿Vio una luz sobrenatural? Sí. Estaba rodeado de luz. La realidad misma era luz.

La experiencia incluía: Un paisaje o ciudad sobrenatural

¿Le pareció entrar a algún otro mundo sobrenatural? Un reino claramente místico o sobrenatural

¿Qué emociones sintió durante la experiencia? Euforia, un estado de perfección, asombro, felicidad.

¿Tuvo una sensación de alegría? Increíble alegría

¿Sintió una sensación de armonía o unidad con el Universo? Me sentía unido o uno con el mundo

La experiencia incluía: Conocimiento o propósito especial

¿Le pareció de repente entenderlo todo? Todo sobre el Universo

¿Volvieron a usted escenas de su pasado? Mi pasado rápidamente pasó ante mí, fuera de mi control. A veces le he prestado atención a mi pasado y he podido ver cada evento en gran detalle. Esto me ha permitido reconciliar acciones pasadas y pedirles perdón a otras personas muchos años más tarde.

La experiencia incluía: consciencia del futuro

¿Vinieron a usted escenas del futuro? Escenas del futuro del mundo Totalmente, más de cuarenta y seis años.

¿Alcanzó un límite o una estructura física limitante? Sí. A veces me percibí a mí mismo en un límite, y luego me di cuenta de que el límite era mi mente racional tratando de asir lo inasible, tratando de nombrar el Tao. En ese momento, sencillamente lo dejé ir todo y dejé de esforzarme. Entonces el límite no sólo se trasciende, sino que pierde todo significado.

¿Llegó a una frontera o punto de no retorno? Llegué a una barrera que no se me permitió cruzar; o fui devuelto contra mi voluntad

Dios, espiritualidad y religión:

¿Qué importancia le daba a su vida religiosa / espiritual antes de su experiencia? Incierto . Católico Romano.

¿Han cambiado sus prácticas religiosas desde su experiencia? Sí. Ver todo lo demás.

¿Cuál es su religión ahora? Liberal. No tengo afiliación religiosa.

¿Ha tenido un cambio en sus valores y creencias debido a su experiencia? Sí. Ver todo lo demás.

¿Le pareció encontrar a un ser místico o una presencia, u oyó una voz no identificable? Me encontré con un ser definido, o una voz claramente de origen místico o sobrenatural

¿Vio usted espíritus fallecidos o religiosos? Los vi realmente

¿Incluyó su experiencia figuras espirituales o religiosas? La experiencia incluye seres espirituales o religiosos

Con respecto a nuestras vidas terrenales aparte de la religión:

¿Obtuvo durante su experiencia conocimiento o información especial sobre su finalidad? Sí. En efecto. Ver el artículo 3 y otros artículos más arriba.

¿Han cambiado sus relaciones específicamente debido a su experiencia? Sí. Todos somos uno. Me veo a mí mismo en ti. La regla de oro es válida.

Después de la ECM:

¿Fue la experiencia difícil de expresar con palabras? Sí. No había una relación entre sujeto y objeto de la cual percibir algo específico, excepto las impresiones posteriores a la experiencia de que había ocurrido algo profundamente hermoso.

¿Ha tenido tras la experiencia dones psíquicos, no ordinarios u otros dones especiales que no tuviera antes de la experiencia? Sí. Sabía que los tenía desde los diez años, cuando mi madre me dijo que yo tenía percepción extrasensorial (ESP) después de verme nombrar las cartas en una baraja de naipes correctamente casi el noventa por ciento del tiempo, y predecir los números que saldrían en los dados mientras los lanzaba con éxito similar. Estas habilidades se agudizaron.

¿Hay una o más partes de la experiencia que son especialmente significativas o importantes para usted? Saber que Dios nos ama de una forma que garantiza que siempre se satisfarán nuestras necesidades. Nuestros pensamientos se conectan con la energía de Dios, y un proceso que podría llamarse co-creación resulta en lo que llamamos la vida cotidiana. La mayoría de las personas piensan que esto sencillamente sucede, pero nosotros somos participantes responsables en la acción.

¿Ha compartido usted alguna vez esta experiencia con otros? Sí. Un día – con mis padres y después como a los cinco días con un sacerdote y después de unos cuantos más con una monja. Todos me dijeron que éste no era el Dios que ellos conocían como católicos. Fue solo tres años más tarde, cuando tenía dieciséis años, que un sacerdote me dio ánimos.

¿Tenía usted algún conocimiento de las experiencias cercanas a la muerte (ECM) antes de la experiencia? No Cuando tenía aproximadamente siete u ocho años, mi abuela me dijo que Jesús se le había aparecido, y yo quería que esto me sucediera a mí. Ella también me habló sobre un milagro en el que le sanó la pierna. Yo pensé, “Bueno, esto debe ser posible”. Y lo es.

¿Qué pensó sobre la realidad de su experiencia poco tiempo después (días o semanas) de que sucediera? La experiencia fue probablemente real. La primera vez (a los trece años) probablemente lo fue. La segunda vez (a los dieciocho), definitivamente lo fue, y la tercera vez (a los veinticinco) no cabe duda alguna de que esto fue REAL. No sé cómo definir REAL, pero existe una realidad subyacente e inmutable de la cual proviene todo lo que se puede conocer. La interacción entre las energías individuales creadas a partir de ese estrato de ser crea lo que llamamos experiencia, de manera que la intención original del Uno – su propio autoconocimiento – se pueda realizar. Algo aSí. Todo lo que podemos hacer es hablar de ello en un intento de aproximarnos, y luego dejarlo ir y experimentarlo directamente sin comentarios y sin juzgar – entonces podremos saber la verdad.

¿Qué piensa ahora sobre la realidad de su experiencia? La experiencia fue definitivamente real.

¿En cualquier momento de su vida, ha habido alguna vez algo que le haya reproducido parte de la experiencia? Sí. Luego de mucho estudio y análisis, experimenté con la droga LSD y la vi como una herramienta que podría usarse con fines exploratorios. Al igual que mi enfoque normal, digamos meditativo, a la trascendencia, la mente racional no puede comprender esta realidad siempre presente, y el LSD puede ayudar a convencer a la mente racional de que abandone su deseo de filtrar y controlar su experiencia. Es aquí donde aparece la cuestión de la muerte. Cuando comenzamos el proceso de abandonarnos, con o sin LSD, con o sin enfermedad o trauma, cuando abandonamos el ego, percibiremos el abandono como su propia muerte. El ego se hace a la idea de que ya no es necesario, y por lo tanto piensa que el ser esencial, eterno, “real”, sencillamente lo abandonará. Entonces el ego suena la alarma diciendo, “Si yo me voy, todos nos vamos – mi muerte es la muerte del cuerpo”. Así es generalmente; nos convencemos de esto y detenemos el proceso de abandono. ¿Cómo sabemos que si nos soltamos, podremos regresar? Siempre es una elección y una intención – que realmente son lo mismo. Así es que no debemos temer. Uno siempre obtiene lo que quiere. A propósito, nada de esto es necesario, porque hay solo UNa cosa, y siempre somos eso, y no podemos evitar serlo. No es necesario ningún proceso, porque somos ESO AHORA MISMO.

¿Hay algo más que le gustaría añadir acerca de su experiencia? He dirigido muchos talleres y seminarios y he trabajado con muchas personas, compartiendo la paz interior y el amor que están al alcance de todos nosotros. Cada uno de nosotros hace su propia elección, y todas son perfectas.

¿Hay alguna otra pregunta que podríamos hacer para ayudarle a comunicar su experiencia? Bien hecho.