ECM de
Jerome
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Descripción de la experiencia:
Poco después de los primeros sorbos del café matinal del día en cuestión, sentí
un extraño disconfort en la parte superior de mi pecho parecido a lo que se
siente cuando se traga algo que no “baja” del todo. Bebí un poco de agua
pero la sensación no disminuyó. Al contrario, durante la hora siguiente, o así,
aumentó y me sentí muy cansado y físicamente mal. Pero, yo tenía un proyecto muy
importante que terminar en el trabajo aquella mañana—uno de mis compañeros de
trabajo necesitaba que estuviera terminado cuanto antes para un importante
asunto en el cual ambos trabajábamos. Así, a pesar de que la sensación de
malestar iba cada vez a más, decidí ir al trabajo, realizar el proyecto, y
luego, probablemente, volver a casa.
Resultó extremadamente difícil llegar al trabajo. Mis habituales diez--minutos
andando hasta el metro casi se duplicaron y, por una vez, realmente me monté en
la escalera mecánica en vez de subirla o bajarla. Cuando llegué a la oficina, me
sentía muy débil pero intenté terminar el proyecto. Poco tiempo después,
simplemente me sentí demasiado débil para continuar y el dolor en lo alto del
pecho se había, a la vez, empeorado y extendido al brazo derecho y al cuello.
Hablé con uno de los abogados con los que trabajo a quien, inmediatamente,
preocuparon tanto mi aspecto como los síntomas y dijo que debería ir
inmediatamente al hospital. Uno de mis compañeros de trabajo me levó al hospital
en taxi (no permití que llamaran al 911). Durante el trayecto, estuve sumamente
preocupado porque el proyecto que había venido a completar quedó inacabado
dejando a mi compañero de trabajo en la estacada. (Esto es importante, más
tarde, para mi caso particular).
Tras instalarme en una silla de ruedas empujada por un empleado del hospital,
perdí el conocimiento en la sala de urgencias y desperté brevemente acostado
boca arriba con mucha gente inclinada sobre mí quitándome la ropa y pegándome
varios pequeños parches blancos en el pecho. Estuve con este moderado, pero no
agónico, dolor durante cerca de dos horas y media y estaba, más bien, cansado de
toda la cadena de acontecimientos. Recuerdo haberme dicho: “esto se está
volviendo “muy” aburrido.”.
De repente, oí claramente un muy extraño sonido—entre un “pop” y un “clac”—que
pareció provenir del “interior” de la parte trasera superior del lado derecho de
la cabeza a unos 4 cm. por encima y algo por detrás de lo alto de la oreja. Mi
consciencia, descubrí, estaba ahora fuera de mi cuerpo. Al principio, me
pregunté si estaba soñando pues la experiencia era algo similar al soñar lúcido
que yo había practicado, con cierto éxito, varios años antes. Pero me dije que
no podía estar soñando pues no estaba ni había estado dormido. Simultáneamente,
me di cuenta de que el molesto dolor había desaparecido por completo y, aún más
sorprendente, podía ver con mucha claridad “mis alrededores”. Estaba atónito
pues, sin mis gafas, en absoluto veo con tanta nitidez. También me sentí
maravillosamente alerta y lleno de energía, lo que es más llamativo visto el
progresivo letargo en el que estuve sumido dos horas antes.
Vi a varia gente trabajar en algo a mi izquierda; yo sabía que yo era el objeto
de su preocupación y esfuerzos. Parecía que llevaban puesta una ropa de un color
rojo oscuro aunque algo luminoso. Pensé que era extraño pues el personal del
hospital vestía un uniforme de color verdoso. No podía oír sus palabras pero
sentía un “zumbido” bajo de lo que asumí era la conversación y yo era consciente
de que estaban muy diligentemente comprometidos en algún esfuerzo en el que se
esperaba que yo colaborara algo. Fui fuertemente conmocionado por un sentimiento
de incapacidad para afrontar mis responsabilidades mediante la “evitación” y la
“huida”. También me llegó la sensación de que estaba teniendo una experiencia
cercana a la muerte (“¡Ajá! ¡Entonces esto es lo que ocurre!” recuerdo haberme
dicho a mí mismo) y también de que “se supone de que no debía ser así” (la
corroyente sensación de haber abandonado mis responsabilidades junto a la
ausencia de “túneles” o “luces brillantes” u otra parafernalia de la literatura
de las ECM.). Consideré esto durante algunos momentos y decidí que podría ser
sabio volver a mi cuerpo no fuera a ser que el sentimiento de fracaso aumentase.
Por este acto voluntario (o eso es lo que pareció) regresé al instante a mi
cuerpo y al fastidioso dolor. La “culpabilidad”, empero, había desaparecido—al
igual que la claridad de la visión y la alerta mental.
De vuelta en mi cuerpo, pensé durante un momento y me pregunté si podría salir
otra vez; en aquel momento estaba muy incómodo. Instantáneamente, salí; sólo que
ahora las figuras trabajadoras estaban frente a mí en vez de a mi lado. No hubo
ningún ruido notable acompañando esta salida. De nuevo, pude ver muy claramente
y el dolor había desaparecido por completo. Sin embargo, el sentimiento de
fracaso en la realización de mi deber volvió de nuevo. Esta vez consideré
seriamente el interés de permanecer donde me encontraba y lidiar con el
sentimiento de fracaso o volver a mi cuerpo. Tras muy seria consideración,
decidí que era muy injusto por mi parte quedarme donde estaba cuando otros
dependían de mí y por lo tanto me volví. Como prueba, intenté dejar el cuerpo
una vez más. Esta vez, mis esfuerzos no tuvieron éxito. Reflexionando, caí en la
cuenta de que, de camino a que me hicieran la angioplastia, durante todo el
episodio, incluso en los momentos iniciales, en ningún momento tuve miedo a
morir, ni consideré la necesidad, ni tuve siquiera el deseo, de “ponerme a bien”
con el dios de los “cristianos” ni con ningún otro. De hecho, mi impresión
general de toda la experiencia, y de sus fenómenos relacionados, fue de un
extremo interés aunque físicamente desagradable. Durante toda la serie de
acontecimientos, mi principal ocupación mental fue el arrepentimiento por haber
dejado de llevar a cabo el proyecto de trabajo que se me había asignado así como
mi deseo de no molestar a mis compañeros de trabajo más de lo que ya lo había
hecho
1._ ¿Medicamentos o sustancias asociados pudiendo haber afectado la
experiencia? :
no.
2._ ¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? :
no.
3._
¿Había allí, en el momento de la experiencia, algún acontecimiento que amenazara
su vida? :
Sí.
Describa:
tuve un ataque al corazón. Los médicos que me atendían declararon que mi
corazón dejó de latir y que hizo falta “el máximo número de electrochoques para
volver a ponerlo en marcha” (no dijeron cuál era ese número, ni yo tuve la
presencia de ánimo para preguntárselo).
4._
¿Cuál era su nivel de consciencia y de alerta durante la experiencia? :
creo que lo que ya he contado da una justa idea. Sin embargo, durante los
acontecimientos que condujeron a la crisis cardiaca en sí, me sentí cada vez más
débil y sin claridad mental. Lo que más temía era que empezase a tener náuseas
en el taxi (el pobre taxista estaba horrorizado con la idea de que pudiese
vomitar en su taxi; contingencia que traté de asegurarle que era muy improbable)
y yo me concentraba con mucho esfuerzo en no defraudar al hombre en aquel
aspecto. Durante la ECM en sí, me sentí mentalmente muy lúcido y alerta.
Asimismo, sentía un desapasionamiento muy claro y real aunque el sentimiento de
fracaso por no asumir mi responsabilidad se impuso. Pero no había en absoluto un
sentimiento de “obligación” o de “tener” que hacer algo. Tan sólo, un darme
cuenta de que yo sería responsable de los resultados de mi decisión para bien o
para mal. Esto, sin embargo, no era motivo de miedo ni de ninguna violenta
reacción emocional; sino, más bien, una simple constatación del hecho.
5._ ¿De algún modo la experiencia se parecía a un sueño? :
como mencioné, tenía muchos de los aspectos de un sueño lúcido; pero me di
cuenta de que no era un sueño pues empezó mientras me hallaba totalmente
despierto y en angustia física. No me son del todo desconocidos el
estado-de-sueño y los diferentes modelos mentales que pueden ser creados o
experimentados en este reino de la percepción. La experiencia tiene semejanzas
con el estado de sueño lúcido pero no es—según entiendo o creo—un estado
onírico.
6._ ¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? :
Sí.
7._ Describa su apariencia o forma fuera de su cuerpo:
no me vi a mí mismo. Sin embargo, tuve un sentimiento de total continuidad de mi
propia identidad. O, por decirlo de otro modo, aquello que estaba fuera de mi
cuerpo era yo si bien no tuve la oportunidad (o la inclinación) de examinar mi
apariencia en aquel estado. De hecho, no tenía ninguna preocupación en absoluto
en cuanto a cual pudiera ser mi aspecto.
8._ ¿Qué emociones sintió usted durante la experiencia? :
creo que ya lo dije más arriba. Pero puedo añadir que había un sentimiento de
libertad pero enormemente influido por mi estado de ánimo de entonces. Sentí que
mi “culpa” por no completar mi proyecto podría atarme de algún modo desagradable
o ser un obstáculo de alguna clase en mi estado extra corporal. Sopesé las
posibilidades de que ese sentimiento pudiese ir a más o eventualmente ser
conquistado. No llegué a ninguna conclusión definitiva pero juzgué que “podría”
ir a más lo que, sentí, sería indeseable.
Yo añadiría que no sentí miedo o exaltación. Era simplemente una continuación (o
culminación) de los eventos precedentes y parecía completamente natural y
razonable. Más bien, me sorprendí de no tener miedo.
9._ ¿Oyó algún ruido o sonido extraños? :
por favor, ver el 4º párrafo más arriba.
10._ ¿Pasó usted en o por un túnel o recinto? :
no.
11._ ¿Vio usted una luz? :
no.
Describa:
para aclarar: no en el sentido de “brillante luz” tan a menudo descrita en la
literatura de las ECM. Sin embargo, como ya mencioné, los trabajadores del
hospital parecían brillar ligeramente con un color rojizo oscuro o mate. Mi
sentido de la vista era neto pero no había ninguna “luz brillante”. ¿Me pregunto
si ese color rojizo puede estar descrito en algún libro, más o menos fiable,
relativo al aura humana (si es que existe) y quizás represente un estado de
entusiasmo o ansiedad o alguna emoción similar?
12._ ¿Encontró usted o vio a algún otro ser? :
Sí.
Describa:
creo que los individuos que percibí en las dos ocasiones, y desde dos diferentes
ángulos, eran los asistentes del hospital que trataban de reanimarme aunque, por
un momento, aquello también subsumió, y me representó igualmente, a mis
compañeros de trabajo. No vi, ni percibí de ninguna otra forma, otros “seres”, y
seguro que no seres “sobrenaturales”. Al contrario, tenía un sentimiento de
soledad personal (que es mi preferido cuando estoy ocupado en asuntos serios) y
también un sentimiento de que estaba en la medida de tomar mis propias
decisiones y tener mis propios juicios sobre cómo iba a desarrollarse el asunto.
No deseaba particularmente encontrarme a alguien pues, en aquel momento, estaba
realmente absorbido por mis propios pensamientos y no habría dado la bienvenida
a tal interrupción.
13._ ¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados en su vida? :
no.
Describa:
por favor ver más abajo.
14._ ¿Vio u oyó usted durante su experiencia algo relacionado con personas o
acontecimientos que pudiera ser luego verificado? ;
Incierto .
Describa:
el médico asistente dijo que “me habían devuelto a la vida”. Así, asumo que
estuve clínicamente muerto aunque, más bien, brevemente. Entiendo por mi
compañero de trabajo que los asistentes estuvieron sumamente excitados y le
dijeron “lo hemos traído de vuelta”.
No fui testigo de detalles de lo que se estaba haciendo. Las “impresiones
sensoriales” del momento parecían estar en la naturaleza de la intención de los
individuos que observé más que en sus acciones físicas. Según yo lo entiendo,
miraba más bien sus “acciones interiores”.
15._ ¿Vio usted o visitó hermosos o, de otro modo, distintivos lugares, niveles
o dimensiones? :
no.
Describa:
salvo que usted le llame, al hecho darse cuenta de la continuidad de la propia
identidad fuera del cuerpo, “una dimensión hermosa”. Para mí, era y sigue siendo
una dimensión, aunque muy personal. Creo, sin embargo, que yo podría haber
creado tal dimensión en mi propia percepción si así lo hubiese decidido. (Esto
puede sonar muy extraño a menos que uno esté familiarizado con prácticas en
soñar lúcido en donde regularmente se modifica el modelo de sueño en el que uno
se encuentra a fin de adaptarlo a la propia imaginación.).
16._ ¿Tuvo usted alguna sensación de modificación del tiempo o del espacio? :
Sí.
Describa:
realmente, no tenía ningún sentido del tiempo en absoluto, pero el espacio
parecía realmente diferente. Estábamos yo, un espacio (que no parecía tener
límites), y el grupo de personas que se ocupaban de mi cuerpo. O bien, desde una
diferente perspectiva, quizás yo estuviese en el borde de dos “modelos de
espacio” totalmente diferentes, uno “detrás” de mí, el otro podía verlo delante
de mí y lateralmente. Considerando el asunto, podría decirse que el sentido del
tiempo y el espacio se hizo más interno que externo durante la duración de mi
ECM.
17._ ¿Tuvo usted el sentimiento de tener acceso a un conocimiento especial, a un
orden y / o a un objetivo universales? :
Sí.
Describa:
sentí una confirmación de mis propias ideas acerca del estado que sigue a la
muerte; al menos en parte si tenemos en cuenta los límites de la experiencia.
También tuve el sentimiento de que mis preguntas relativas a la probabilidad de
permanencia de la identidad personal habían recibido, al menos parcialmente, una
respuesta (aunque no sé si habría “continuado” así eternamente o bien durante un
“período” más o menos largo.). Para mí, tal confirmación, incluso a un nivel
limitado, es definitivamente una forma de “conocimiento especial” que no mucha
gente tiene la oportunidad de experimentar personalmente. Para mí, la “fe” ya no
es necesaria y hasta no deseable; en efecto, la considero como una especie de
juego infantil. No lo digo con arrogancia; simplemente, para mí la fe ya no es
de gran interés o relevancia.
18._
¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? :
no.
Describa:
aparte de las dos posiciones diferentes en las que me encontré tras salir de mi
cuerpo, no sentí necesidad alguna de moverme “físicamente”. Yo estaba ocupado
pensando y considerando mi condición y mi necesidad de tomar una decisión. Sin
embargo, tenía el sentimiento de que si, de alguna manera algo expeditiva,
decidía no regresar a mi cuerpo luego no sería capaz de hacerlo. Luego, se puede
decir que tenía la sensación de un “límite” o de lo que pasaría si lo
“atravesaba”. Sin embargo, sería un límite auto-impuesto por la decisión y no un
tránsito externo de un sitio a otro. Pero había una especie de sentido de estar
en un umbral aunque, de nuevo, éste era más interior que exterior.
19._ ¿Se dio usted cuenta de acontecimientos futuros? :
no.
Describa:
al contrario, tenía un profundo sentimiento de “presente” donde no había, en
realidad, tiempo repartido entre pasado, presente y futuro. Lo que iba a (o
podía) producirse estaba tan íntimamente ligado al “presente” de lo que pasaba
que aquello parecía formar parte integrante y no ser un período separado.
20._ ¿Estuvo usted implicado en, o consciente de, una decisión de vuelta al
cuerpo? :
Sí.
Describa:
creo que esto se describe arriba con más detalle.
21._ ¿Tiene algún don psíquico, paranormal, o algún otro don especial, tras su
experiencia que no tuviera antes? :
Sí.
Describa:
durante los dos años pasados, encuentro que muy a menudo tengo sueños sobre mis
compañeros de trabajo sobre cosas que tienen alguna relevancia en lo que ocurre
en sus vidas en ese momento, a veces hasta detalles menores muy raros. Al
principio, empecé a mencionarles esto jocosamente. Pero he encontrado que, muy a
menudo, se quedan asombrados por los sueños. También encuentro que el soñar
lúcido es más lúcido y más satisfactorio.
Más peculiar es una constante sensación de estar aquí (en este tiempo y este
espacio) pero también de no estar aquí. No es un sentimiento desagradable ni una
sensación “esquizofrénica” de estar partido en dos. Realmente, se siente de
alguna manera con más “completitud” que mi previo sentido de división entre lo
que llamamos “vida” y “muerte” o “este mundo” y “el otro”. Más bien, siento una
confortable sensación de tener un pie en cada “mundo” y un concomitante sentido
de equilibrio.
Sin embargo, encuentro que la paz de espíritu que me ha quedado de la
experiencia, así como mi deseo de asegurarme una ecuanimidad espiritual (por
ejemplo, evitando un excesivo sentimiento de responsabilidad) han sido el más
importante “don especial”. Creo, como lo enseñan ciertas filosofías budistas,
que los últimos pensamientos y las “pasiones” de la mente en el momento de la
muerte son los más cruciales. Por lo tanto, trato de evitar las “emociones
perturbadoras” que podrían causar sentimientos equivalentes a la “culpabilidad
de la responsabilidad” que sentí durante mis ECMs.
22._ ¿Ha tenido usted algún cambio de actitudes o de creencias tras la
experiencia? :
Sí.
Describa:
creo firmemente que la creencia judeo-cristiano-islámica en una vida / una
muerte seguida de un juicio punitivo / premiador le es totalmente irrelevante a
mi existencia particular. Siento como si yo, personalmente, hubiera sido
liberado del sometimiento a un sistema de creencias sutilmente alienado y (para
mí) vagamente repugnante, y por el que nunca sentí realmente cariño, y que,
temo, ejercía un cierto poder sobre mí.
Por el contrario, encuentro un respeto más profundo y deseo aprender más sobre
ciertos sistemas de creencia orientales, como budismo y otros, que presentan la
existencia en un contexto donde el individuo es la fuente de cualquier “juicio”
en el estado posterior a la muerte. Este último contexto parece más resonante
con mi propia experiencia. En conjunto, confío mucho más en mis propias
intuiciones sobre estas cuestiones ”pues me pertenecen”. Cuál puede ser el caso
para otros no lo sé. Y no creo que sea de gran importancia para mí el saberlo.
Pienso que la experiencia tras la muerte perfectamente puede ser muy distinta
para personas distintas.
Al contrario de muchas experiencias de ECM que he leído, no siento ningún
aplastante impulso a mayor compasión o caridad u otras expresiones de la bondad.
(Tampoco siento ningún impulso hacia sus contrarios.). A diferencia de muchos
que dicen haber tenido este tipo de experiencias, pienso que la mía es
específica e intensamente personal, una necesidad de conocimiento de sí y de
perfeccionamiento que no implican a los demás. Creo que es así, al menos en
parte, porque me doy cuenta de que no puedo realmente ayudar a otra persona, en
lo que probablemente sea lo más necesario, antes de aprender a hacerlo así para
mí.
23._ ¿Ha afectado la experiencia sus relaciones? ¿Su vida diaria? ¿Sus prácticas
religiosas, etc.? ¿Sus opciones de carrera? :
encuentro que me tomo la vida menos en serio que antes pero, irónicamente, me
tomo el “valor” de estar vivo mucho más seriamente. Es decir, no veo que mi vida
diaria con sus alegrías, penas, e intermedios aburridos, sea tan importante en
el marco de cualquier gran plan; lo que ocurre debe ser tomado como tal y
tratado de manera expeditiva. Pero es importante “tomar” lo que viene con
espíritu ecuánime y desapasionado y usarlo para aprender y crecer. Este es un
dominio en el que me cuesta describir mis pensamientos (o impresiones mentales).
Creo querer decir que ahora veo la “vida” (esta vida) como un aula escolar llena
de ejercicios que me preparan para una mejor expresión de mi propia existencia
en tanto que entidad independiente. Estos ejercicios no son importantes en sí
mismos. Pero deben ser utilizados para lo que está por venir y para el valor
empírico que ellos procuran imbuir. Debo hacer mis deberes no principalmente por
los deberes en sí, sino por lo que esto me enseñará más allá de su “nota”
inmediata. Debo aprender más sobre el “yo” que salió de mi cuerpo, cómo ese “yo”
puede expresar su voluntad y su esquema mental de manera positiva. Igualmente,
debo descubrir lo que realmente significa “positivo”.
24._ ¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? :
Sí.
Describa:
selecciono mis “otros” con cierto cuidado, pues no pienso que la mayoría de
personas esté interesada, sin mencionar que me crean.
Las reacciones han sido, en general, positivas. Sin embargo, siento que lo
que experimenté puede tener más importancia, como experiencia de aprendizaje,
para mí que para otros. Pienso que, hasta que los demás no experimenten lo mismo
o algo similar, sólo pueden reaccionar académica o emocionalmente, y no
experiencialmente. Y es la experiencia, no el escuchar la experiencia, lo que
pienso que es importante. Aquellos que, por ejemplo, sólo se excitan
oyendo tales experiencias probablemente recogen más daño que ventaja de la
audiencia.
25._
¿Qué emociones experimentó usted tras su experiencia? :
gran alegría. Y calma interior. Y una especie de excitación controlada, Todo
junto. Fue una muy buena experiencia, una suprema “experiencia de aprendizaje”.
Todavía estoy asombrado por ello y lo considero y considero las implicaciones
que percibo en ello cada día. A veces pienso en ello como el equivalente
espiritual de la pubertad. Todo un nuevo modo de vivir.
26._ ¿Cuál fue la mejor parte y cuál la peor de su experiencia? :
la confirmación de la continuidad personal de la identidad fue, con mucho, la
parte más espectacular de la experiencia. La toma de consciencia de que, fuera de
mi cuerpo, mis pensamientos del momento tenían tanta influencia sobre mi estado
mental fue lo “peor”---pero esto quizás también fue bueno pues aprendí (creo) a
discernir aquello sobre lo que debo trabajar para asegurar una experiencia
plenamente positiva cuando finalmente abandone mi cuerpo sin opciones de volver.
En conjunto, pienso que la toma de consciencia de la permanencia constituyó el
glaseado siendo el pastel haber aprendido que hacía falta trabajar sobre mis
pensamientos. Por tanto, supongo que sólo hubo partes buenas en la experiencia.
27._ ¿Hay algo más que le gustaría añadir acerca de la experiencia? :
no tengo ninguna sensación de que lo que experimenté deba ser universal. Al
contrario, tiendo a creer que lo que los individuos experimentarán será muy
“autogenerado” basado en sus creencias, modo de pensar, etc. Puede haber un
“Dios” o “dioses” acogiendo “almas” en su seno; puede haber experiencias de
“bardo” similares a las descritas en el Libro Tibetano de los Muertos. No sé y
no pienso que sea importante que yo sepa. Tengo el sentimiento de que el momento
de la entrada en el estado siguiente a la muerte podría ser, de todas las
experiencias humanas, la más singularmente personal, que se trata de un reino
donde crearemos voluntaria o involuntariamente aquello que encontraremos.
28._
¿Su vida ha cambiado específicamente como consecuencia de esta experiencia? :
Sí.
Describa:
como indiqué arriba, ahora me concentro mucho más en aquello a lo que me gusta
referirme como “maduración de mis pensamientos”. Intento, igualmente, practicar
el sueño lúcido mucho más seriamente pues pienso que adquiriendo más dominio
sobre mi estado de sueño estando “vivo”, seré capaz de un control más eficaz en
el estado posterior a la muerte que, según ciertas escuelas del Budismo
Tibetano, está muy estrechamente ligado al estado de sueño.
Igualmente, intento trabajar asiduamente en distinguir el “yo” de la ECM y el
“yo” que es el producto de mis propios procesos bioquímicos, de mi entorno y de
mi educación. Este último “yo”, así lo creo, no es más que una máscara temporal
que el “yo” real utiliza actualmente pero que desaparecerá (un poco como el “yo”
que una vez fue un niño de dos años y del que no me acuerdo conscientemente).
Debo aprender a conocer el “yo real” que utiliza esta máscara para aprender y
crecer pero que no es idéntico a ella. Según el Budismo, intento distinguir el
“yo” auténtico de los atributos (percepción, pensamientos, etc.) que “parecen”
ser “yo” en este cuerpo y que en cierta manera utilizo para representar mi
“identidad” en esta vida.
29._ ¿Tras la experiencia, otros elementos en su vida, medicamentos, o
substancias han reproducido parte de la experiencia? :
no.
Describa:
para su información, siempre he evitado las drogas pues no me gusta hacer romper
mi mente y ser desvalijado por intrusos extraños. Si me dijesen que puedo
reproducir mis ECMs utilizando una sustancia cualquiera evitaría hacerlo. Estoy
convencido de que, en mi caso, lo que llevo a cabo concerniente a las ECMs o
experiencias similares debe venir únicamente de mí o no producirse en absoluto.
30._ ¿Las preguntas formuladas y la información que usted ha proporcionado
describen exacta y exhaustivamente su experiencia? :
Sí.
Explique:
pienso que Sí.
31._Por favor, ofrezca cualquier sugerencia que tenga para mejorar el
cuestionario de
www.nderf.org
:
creo que el cuestionario es muy completo y lamento no tener la habilidad o el
ingenio para contestarlo como se merece. Gracias por darme la oportunidad de
explicar mis experiencias aunque sea mediocremente. Soy feliz por haber podido
hacerlo y espero que les sea de utilidad.