ECM de Jim Co
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Descripción de la experiencia:
La pregunta que tengo sobre la experiencia de más abajo se refiere a “recordar
una tremenda sacudida dentro de mi mente --- casi como algo que pasaba
automáticamente como parte natural del proceso de muerte”
Después de esta experiencia, siempre pensé que quizás estábamos biológicamente pre-programados para liberar una gran cantidad de químicos en el cerebro durante momentos de peligro extremo o de muerte inminente. Esto nos permite dejar el mundo físico y experimentar lo que es siempre una parte potencial nuestra pero que no se hace realidad. El hacerlo realidad requiere un evento de estrés, muerte inminente, etc.
¿Qué piensan los demás?
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No puedo recordar todo en detalle porque fue hace mucho tiempo. Tenía 10 años o algo así. Mi familia estaba en el Parque Estatal y yo estaba nadando en el lago. En ese tiempo yo no sabía nadar – así que podríamos decir que simplemente “estaba jugando”. Dado que yo era un poco travieso, seguía metiéndome en agua más profunda. Tenía la intención de detenerme una vez que el agua me llegara a la barbilla. Pero no me había dado cuenta de que había una caída abrupta de 1,5 metros justo en el área donde estaban las boyas.
Caí inmediatamente bajo el agua y luchaba por llegar a la superficie. Después de un breve periodo en el que me revolcaba, recuerdo claramente una tremenda sacudida dentro de mi mente --- casi como algo que pasaba automáticamente como parte natural del proceso de muerte. Y luego, repentinamente estaba fuera de mi cuerpo flotando en este estado de semi-consciencia. Estaba completamente satisfecho y ya no estaba peleando --- de hecho, estaba increíblemente feliz y sentía como que una presencia amorosa me envolvía.
Lo siguiente que recuerdo es a mi padre arrastrándome desde la parte más profunda a la menos profunda. Muy honestamente, estaba decepcionado porque no quería dejar ese estado – Era tan feliz ahí. Mi padre me llevó a la orilla y me recuperé. Él entró al agua con su ropa puesta y cuando salió comenzó a sacar el dinero de su billetera y a secarlo en la arena. Recuerdo que me dijo “Estuviste a punto de morir”.