ECM de Kelley W
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Descripción de la experiencia:

El dentista me administró una sobredosis de óxido nitroso. Primero vi un esqueleto púrpura en lo alto de la habitación, sentado en un taburete, con un sombrero vaquero, rasgando su guitarra, cantando “The Guitar Man” de Bread. Fue divertido hasta que de repente me encontré en su lugar, sola, observando al dentista aterrorizado tratando de reanimarme. Antes de saber nada más, estaba de vuelta en mi cuerpo.

2ª. Tenía una temperatura muy alta y una infección pélvica masiva y me dijeron más tarde que le estaba hablando a los “espíritus” antes de “morir”. Eso no lo recuerdo. Lo que recuerdo, y puedo seguir recordándolo, es hallarme a mí misma en la más negra oscuridad, frío vacío, con un aplastante sentimiento de estar absolutamente sola, desesperación y extravío. (No era en absoluto lo que yo esperaba que fuera al ser una de esas niñas que creció hablando de “vidas anteriores” y tenía una visión muy heterodoxa de la religión desde muy temprana edad). No había allí ninguna sensación de ninguna presencia, ninguna luz, una vasta nada. Terrible. Pareció ser un corto espacio de tiempo, y a pesar de eso una eternidad. Fui recogida físicamente por un vecino y llevada al hospital, las sacudidas me reanimaron, de repente fui muy feliz por estar de vuelta en mi cuerpo y en el dolor.

3ª. Todo esto está muy vívido, incluso después de todos estos años. Había ido al rancho para ayudar a conducir a un numeroso grupo de personas por una pista. Fue una larga jornada. Volvimos a casa y sentí una terrible necesidad, en realidad una orden, de regresar. Me bañé y me puse ropa limpia. Tuve que hablarle a mi marido de regresar. Eran cerca de las nueve de la noche. Le dije que tenía que ir, aunque no lo deseaba. Por supuesto, sabía que era mi destino. Regresamos y una cadena de eventos me llevó a hacerles una visita a nuestros leones africanos, de los que estábamos orgullosos. Fui obligada a ir a una zona a la que nunca había ido y fui atacada por una leona que me empujó a través de un cerco hasta el hombro.

Durante el ataque todo iba a cámara lenta y yo “me dividí en dos” donde una parte de mí era consciente, la otra era como un ser separado, espiritual, pero sabía que era mi alma. Tras ser liberada de la jaula, perdí mi capacidad para ver a nadie, solo sombras grises en una especie de pantalla de cine frente a mí. Los sentimientos de las personas y el miedo eran palpables (había allí probablemente unas 20 ó 30 personas), y amenazaban con llevarme lejos como una marea, si cedía a ellos. A la derecha, en esa pantalla, estaba la calma y la paz. A la izquierda, estaban el pánico y el dolor de ésos que me rodeaban. Una mitad de mí seguía diciéndoles a los que me rodeaban cómo tratarme (soy una antigua enfermera de urgencias y reconocí mi voz), la otra mitad estaba luchando con el deseo de volverse hacia la derecha pues creía que si sucumbía, el rancho tendría muchos problemas y hasta quizás sería vendido.

Sentía niños allí, sus “sombras” eran más doradas y yo le estaba mandando a la gente que los alejaran del espectáculo. Finalmente llegó la ambulancia y yo estaba todavía en este doble estado, diciéndoles lo qué hacer, pero sin ver nada salvo esas sombras grises y las emociones de cada uno alrededor, entonces dijeron que podían manejarlo y pensé que podía entonces relajarme y cuando lo hice, fui aspirada fuera de mi cuerpo, era lo suficientemente pequeña para todavía caber en la ambulancia y finalmente pude ver de nuevo normalmente.

Vi a un enfermero de urgencias golpeando mi pecho, cacheteando mi rostro, etc., y mi cuñado en el asiento delantero girarse azorado, y la conmoción en la cara de mi marido. La ambulancia iba dando tumbos a toda velocidad por pistas de tierra y yo pensé: “¿Dónde estamos?” e instantáneamente me hallé por encima de la ambulancia viendo y reconociendo cuán lejos estábamos aún de la ciudad. Recuerdo pensar: “Bueno, estoy muerta, no pueden llegar allí a tiempo”. Cuando fui succionada de vuelta al interior de mi cuerpo sacudido en la camilla en esa estrecha ambulancia. Llegamos al hospital pero no había médicos cerca así que tuve de nuevo que “aguantar”. Cuatro horas más tarde llegó un cirujano y me llevaron a cirugía. Justo cuando la ambulancia pasaba por delante de mi cuñado, le oí decir que el mismo león había atacado ese día temprano a una chica joven. Entonces me di por vencida pensando que todo estaba perdido.

4ª. Me “morí” durante la cirugía, fui reanimada y estuve en coma cerca de 2 semanas pues no podían estabilizar mi presión arterial. ¡Lo recuerdo muy claramente! Muerta en la operación vi el quirófano y los cirujanos pero antes de que pudiese pensar mucho más sobre ello, fui pasada a toda velocidad a un lugar donde había 4 seres vestidos. Sin alas. Había una etérea, hermosa blancura por todas partes. Hablaban sin hablar. Como un coro, repetían una y otra vez: “El suicidio es malo”. “El amor es todo lo que importa”. “Evita a aquellos que se han suicidado”. Era consciente de la presencia de otros en este espacio sin tiempo, pero no centré mi atención en ellos. Me pareció haber estado allí durante mucho tiempo.

Ahora, lo que nadie en el mundo sabía por entonces era que yo era una fanática de Sylvia Plath (N.T.: poetisa estadounidense suicida), que odiaba apasionadamente a mi suegro y que de hecho era una suicida, y había estado ideando una manera de hacerlo sin que pareciera suicidio. Entonces fui llevada a otro lugar, como el parque más colorido que se pueda imaginar y se me permitió ver a mi más querido abuelo (el único amor real que jamás he conocido) y “ellos” le permitieron quedarse conmigo todo el tiempo que duró el coma. ¡Fue espléndido!

Cuando finalmente volví a la consciencia normal, mi primer comentario fue que mi abuelo había estado conmigo todo el tiempo. Mientras los días pasaban y los miembros de la familia de mi marido me trataban como a una loca o algo así, comencé a buscar respuestas terrenales. Empecé a preguntar si ALGÚN hombre había estado allí todo ese tiempo. La respuesta fue no, ni siquiera mi marido u otros miembros de la familia, al menos no por más de pocos minutos cada vez, y ni siquiera entonces me hablaron.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia? Sí.1º evento: óxido nitroso.

2º y 3º evento: nada en absoluto.

4º evento: morfina, Talwin, Demerol, estaba en coma.

¿Fue la experiencia difícil de expresar en palabras? No.

¿En el momento de la experiencia, existía algún acontecimiento que amenazara su vida? Sí.

1º: el dentista me administró una sobredosis de “gas hilarante”.

2º: fiebre extremadamente alta, infección.

3º y 4º: shock más que la pérdida de sangre.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia?

1º: drogada.

2º: fiebre alta.

3º: consciencia desdoblada.

4º: cirugía y coma.

¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? No, todos los eventos parecían muy reales e incluso normales en cierta manera.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí. Ver la descripción.

¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? Chasquidos.

¿Pasó usted hacia o a través de un túnel o espacio cerrado? No.

¿Vio usted una luz? Sí, no como de un túnel, simplemente estaba allí de repente.

¿Se encontró usted o vio a algún otro ser o seres? Sí. Ver la descripción de los acontecimientos.

¿Experimentó usted la revisión de acontecimientos pasados de su vida? No.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? Sí. Un espacio blanco, después más tarde un enclave parecido a un parque, calmo, hermoso, vívidos colores.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí. Sí, tiempo a cámara lenta, entonces pareció como si hubiesen pasado años cuando en realidad solo fueron 2 semanas.

¿Tuvo usted la sensación de comprender una sabiduría especial, un orden y / o propósito universal? Sí. Sí, el amor y la compasión son las cosas más importantes en éste y en cualquier otro universo. Todos somos parte del todo, pero nos colocamos a nosotros mismos bajo las leyes del dogma que elegimos, limitando así nuestro acceso al “pastel entero”. Por eso creo que la religión organizada es algo malo para la iluminación.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? No. Supongo que la “pantalla de cine”; de otro modo no, no una cuerda ni nada por el estilo.

¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? No.

¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Sí. Fue mi elección hasta un cierto punto, después eso simplemente se hizo incluso si yo no quisiese volver.

¿Cómo resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? No. Los tenía antes de la experiencia, y los sigo teniendo.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? No. Siento como siempre he sentido acerca de la vida tras la muerte, la reencarnación, etc. No era una experiencia religiosa “per se”.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Traté de compartir el amor y las enseñanzas con la familia de mi marido y fui evitada por mis esfuerzos. Durante años me dejaron sola 18 horas al día sin compañía, solo la naturaleza y los animales, sin ni siquiera oír una voz humana viva. Cruel. Ahora estoy divorciada, y vivo lejos, muy lejos.

¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Sí. Al principio intenté compartir lo que había aprendido, tras ser tratada como una loca durante años después me volví pasivamente una suicida. Todavía lo soy.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí. Creen que estoy loca. Más tarde, cuando regresé con la gente normal, nunca les hablé de ello por miedo a que ocurriera de nuevo lo mismo.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Toda la gama.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia?

1ª: simplemente era “demasiado buena” para las palabras.

2ª: me hizo darme cuenta sencillamente cómo de separados estamos todos en nuestros cuerpos individuales y cómo de “infernal” es estar separado del todo.

3ª y 4ª: ver, hablar y abrazar a mi abuelo fallecido. Lo peor: volver.

¿Hay algo más que desee añadir acerca de la experiencia? Todavía tengo la convicción inquebrantable en la vida después de la muerte de la que hablaba siendo una pequeña niña. Sin embargo tengo la sensación de que “alguien cambió las normas en mí” cuando mis padres se divorciaron y mi madre se casó con un verdadero imbécil que convirtió mi vida en un infierno (y sigue haciéndolo). Pues por entonces yo tenía 3 años y se me “dijo” (a través de mi yo superior, al que supongo que la mayoría llamará un ángel) que tendría que vivir esa vida de todos modos. Desde entonces he estado esperando a que acabara. (Tengo esclerosis múltiple y me duele mucho la columna vertebral, por lo que la vida no es precisamente placentera).

¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia? No.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí.

Por favor, ofrezca cualquier sugerencia que tenga para mejorar este cuestionario. Sé que lo que he experimentado es distinto a lo que otros describen, pero es así. He pasado por extrañas experiencias que la gente tiende a calificar de encuentros con alienígenas, pero yo nunca he hablado de ellos y de hecho no sé cómo hacer cuadrar las experiencias con mi fe en el Creador. (Antes de ser aislada por la familia de mi marido). Quizás todo esto es dimensional. No leo libros sobre ovnis, ángeles o ECM, o de ficción sobre estos asuntos. Vine a este sitio web porque me acabo de enterar del suicidio de Jonathan B. (N.T.: Jonathan Brandis: actor estadounidense suicida) y me hizo pensar en todo esto por primera vez en muchos años. Temo por él.