ECM de Larry L
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Descripción de la experiencia:

Recibí en el trabajo una llamada telefónica de uno de mis empleados preguntándome que cuándo estaría en casa. Dijo que él estaría en mi casa. Le respondí que en una media hora estaría allí. Dijo: “Quítese las gafas cuando llegue allí”. Por esta declaración, supe lo que me esperaba al llegar a casa. Yo mido 1’67 m y peso 64 Kg. Y el hombre que estaba en mi casa medía 1’85 m y pesaba 86 Kg. Estaba muy borracho y frustrado porque le denegué un ascenso, decidió dejar su puesto de trabajo y pegarme así al mismo tiempo.

Fui sacado de mi camioneta por esta persona y estrangulado contra la caja de herramientas detrás de la cabina. Logré quitar sus manos de mi cuello y empujarle y él corrió hacia mí y me golpeó en la cara. Yo le agarré rodeándole el torso manteniéndole los brazos pegados al costado y pensaba tirarlo al suelo. No pude hacer palanca para tirarlo al suelo por lo que bajé mi agarre al nivel de las piernas y las nalgas. Cuando lo levanté empecé a dar traspiés hacia atrás y se me enganchó el tacón de la bota en el borde de la acera. Caí hacia atrás aterrizando sobre la parte posterior de mi cabeza y el cayó sobre mí. Sentí un terrible crujido en mi cuello y perdí el conocimiento.

Aquí comenzó mi experiencia. Sentí que estaba solo en la oscuridad y muy consciente de mí mismo en esa oscuridad. Vi un “punto” de luz no más grande que la cabeza de un fósforo. El punto de luz empezó a crecer lentamente y cuando alcanzó el tamaño de una pelota de béisbol empecé a darme cuenta de que la luz no estaba realmente haciéndose más grande sino que era yo el que me estaba moviendo hacia ella. Cuanto más me acercaba a ella más rápido me parecía que viajaba. Era muy parecido a montar un pequeño vehículo, como un coche de montaña rusa abierto en toda su extensión, sin techo, sin cortos laterales, etc. Debo decir que me asustaba lo que estaba pasando y que por entonces no lo relacionaba con el morir y con el ir al Paraíso.

Cuando llegué a la luz, fue como si de pronto a mi alrededor sólo existiese el más intenso blanco brillante. Instantáneamente sentí el estado más pacífico, indoloro, contento y eufórico que se pueda imaginar. Nunca me sentí tan bien ni tan en casa en ninguna de mis experiencias en la Tierra. Pude sentir que había otros tres o cuatro en la luz pero no los podía ver claramente debido a la intensidad de la luz que les rodeaba y me rodeaba. Tenía claramente la impresión de que estaban de pie sobre una larga serie de escalones ascendentes. También sentí que había alguien de más importancia un poco más arriba en los escalones, que no podía ver en absoluto y que seguramente era la fuente de la luz.

Después de estar ahí alrededor de un minuto, pensando tan sólo en cómo de bien me sentía, una voz que parecía estar a mi alrededor preguntó: “¿Quieres quedarte o quieres volver?”. No recuerdo si estas fueron las palabras exactas pero ése era el significado implícito. Realmente no sé si estas palabras fueron dichas en voz alta o si simplemente llenaron tanto mi cabeza que parecieron habladas. Sabía que tenía que tomar una decisión y no era fácil hacerlo. Tenía dos hijas de 8 y 12 años por entonces, y aunque quería quedarme, respondí, bien a mí mismo o bien en voz alta, que necesitaba volver por ellas. Instantáneamente me encontré viajando a través de la oscuridad, justo a la inversa de como vine. Había una pequeña luz que se hacía más grande a medida que me acercaba a ella, y cuando llegué, me encontré tumbado de espaldas en el patio trasero mirando el cielo azul.

Me sentía bien y no pensaba en otra cosa que no fuera el sitio de donde había venido. Tras un minuto o así, decidí levantarme. Sentía como si moviese los brazos para volverme, pero nada se movía. Rápidamente, me di cuenta de que no podía menear los dedos, a pesar de que les ordené que se movieran. Yací en mi patio unos 15 minutos antes de que finalmente pudiera darme la vuelta y levantarme. La capacidad de movimiento me estaba volviendo lentamente pero no experimenté dolor. Entré en mi casa y empecé a recordar ser atacado y decidí ver si tenía un ojo morado como consecuencia de la pelea.

Mientras me lavaba la cara en el lavabo, vi estrellas cuando me mantuve erguido. También me di cuenta de que mi camisa estaba medio desgarrada y que las huellas de las zapatillas de deporte de mi agresor aparecían muy claramente en mi frente y cara. También me había machacado el estómago y el pecho dejándolos rojos y raídos. Pocos minutos después, un coche entró algo precipitadamente por mi camino. El cuñado de mi agresor, que era un buen amigo mío, vino corriendo hacia mi casa. Le dejé entrar, me inspeccionó y dijo: “Vamos a ir al hospital”.

De camino al hospital, mi amigo dijo que su cuñado borracho había ido a su casa y le confesó haberme matado. En el hospital, fui a urgencias y pregunté si me podían examinar la espalda. Les dije que me caí de una escalera. Radiografiaron mi espalda y descubrieron que tenía la segunda vértebra cervical (C2) partida en tres. Aún no sufría cuando me eché en la mesa de rayos X, esperando que trajeran un collar especial. Cuatro días más tarde me soldaron la segunda y tercera vértebras cervicales (C2 y C3) usando un trozo de costilla de mi espalda. Estuve convaleciendo los siguientes seis meses en una ortesis cervical tipo Somy y todo salió bien. Me había magullado la médula espinal provocando una parálisis temporal y soy muy afortunado de poder seguir caminando.

Tras casi 16 años, no he olvidado lo que fue aquella experiencia. En realidad, me reconfortó mucho en relación a la muerte y lo que nos espera después de la muerte. La compartí con muchos miembros de mi familia y amigos y he tenido la suerte de estar con algunos seres queridos, en los últimos dos años, durante su agonía. Les animé a todos a buscar esa luz y a no tener miedo de ir hacia ella. Me reconforta saber que me uniré a ellos algún día. Tengo EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y estoy con terapia con oxígeno las 24 horas del día, los 7 días de la semana, pero no tengo en absoluto miedo a la muerte.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que puedan haber afectado a la experiencia? No.

¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? No.

¿En el momento de la experiencia, existía una situación amenazante para su vida? Sí.

Describa: rotura de cuello (C2: segunda vértebra cervical) por caída mientras peleaba con un agresor en mi patio trasero.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Me sentía totalmente consciente y muy alerta.

¿Fue la experiencia de algún modo parecida a un sueño? Realmente, no. Aquello me pareció tan real como pueda serlo cualquier otra cosa.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? No.

¿Qué emociones sintió usted durante la experiencia? ¡¡Euforia!! ¡¡Nunca me sentí mejor!! ¡¡Era todo tan pacífico!! ¡¡¡No había nada que no fuese perfecto!!!

¿Oyó usted algún sonido o ruido extraños? El sonido del viento cuando gané velocidad y me acerqué a la luz.

¿Pasó usted por, o en, un túnel o recinto? Sí.

Describa: parecido a un túnel o a un enorme conducto.

¿Vio usted una luz? Sí.

Describa: la luz fue lo primero que noté en toda aquella oscuridad. ¡¡Y vaya luz!!

¿Encontró usted, o vio, a otros seres? Sí.

Describa: vi a otros seres (¿ángeles?) pero no pude verlos lo suficientemente bien para reconocerlos o describirlos con detalle. Eran aproximadamente del tamaño de los seres humanos, pero estaban tan rodeados de luz que no se podían ver con claridad.

¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados de su vida? No.

Describa: lo que aprendí confirmó mi creencia religiosa en el más allá, sin embargo ahora estoy seguro de que el Paraíso existe y de que está esperando nuestra llegada.

¿Observó usted u oyó, durante su experiencia, algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? No.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? No.

Describa: sólo llegué hasta la entrada. Viajé por el túnel, y luego permanecí allí en la brillante luz.

¿Tuvo usted alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí.

Describa: el tiempo pareció quedarse quieto (detenerse). Pero creo que permanecí allí unos pocos minutos tan sólo.

¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universales? Sí.

Describa: que Dios existe, y creo que Dios es la luz que vi y en la que permanecí.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? Sí.

Describa: si no hubiese decidido regresar, entonces estoy seguro de que hubiese subido las escaleras con los otros (ángeles).

¿Se dio usted cuenta de futuros acontecimientos? No.

¿Se implicó usted en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Sí.

Describa: definitivamente. Fue mi decisión el quedarme o volver. No estoy seguro de si esto se me preguntó en voz alta o si tan sólo lo sentí con mucha fuerza. Tomé mi decisión y volví inmediatamente.

¿Como resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? No.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o de creencias? Sí.

Describa: en realidad no un cambio, sino una confirmación. Sentí que necesitaba compartir esto con todos.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? He compartido esto con todos aquellos que estaban interesados. No afectó realmente a ninguna de mis relaciones con la familia o los amigos. Sigo manteniendo las mismas creencias religiosas que he tenido toda mi vida.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí.

Describa: he encontrado que a las personas que están en el lecho de muerte les reconforta el relato de mi experiencia.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Felicidad. Seguridad. Sensación de saber.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? Lo mejor: lo perfecto que me sentía mental, física y emocionalmente.

Lo peor: tener miedo al principio porque ignoraba qué estaba pasando o adónde iba.

¿Hay algo más que quisiera añadir en relación con la experiencia? Tenía dudas respecto a las ECM, pero ahora yo también sé.

¿Ha cambiado su vida específicamente a consecuencia de su experiencia? Sí.

Describa: estoy impaciente por volver. La muerte no es tan terrible como pensaba.

¿Tras la experiencia, ha habido otros elementos en su vida, medicamentos, o sustancias que hayan reproducido parte de la experiencia? No.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí.

Explique: lo mejor que he podido.

Por favor, ofrezca alguna sugerencia que usted tenga para mejorar el cuestionario de www.nderf.org: nada. Gracias por la oportunidad de compartir mi experiencia.