ECM de "Le Monde"
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Descripción de la experiencia:
Estaba en casa de los padres de mi novio, acabábamos de desayunar.
Teníamos ganas de hacer una sesión de sauna, nunca la había probado antes pero pensaba que me relajaría, pues me sentía fatigada.
Al cabo de una media hora, la temperatura de la sauna había subido a más de 60 grados, casi 70, y quise salir de la sala, me sentía oprimida por el calor. La sala de sauna desembocaba en un garaje sin calefacción, y hacía frío pues estábamos en diciembre. Mi novio me aconsejó que saliera poco a poco para no sufrir un choque térmico, pero en cuanto puse los pies fuera, sentí que me invadía un vértigo, un dolor inmenso en todo mi cuerpo. Me agarré a mi novio sintiendo que iba a irme, y me puse a gritar, sin tener realmente consciencia de mis gritos: ya estaba perdiendo consciencia. Vi que me envolvía la negrura, tenía un ruido atroz en mis oídos y en mi cabeza, ensordecedor, pero tal vez fuesen mis gritos, pues mi novio me afirmó que yo gritaba y que tuvo mucho miedo.
Recuerdo este dolor intenso, y al mismo tiempo haber visto ante mis ojos toda mi vida, pequeños pasajes, experiencias de las que ni siquiera me acordaba. Es difícil de explicar, pero aquello me daba la impresión de estar en un tiovivo ensordecedor y muy rápido, y el decorado que desfilaba era toda mi vida. Veía a mi padre, mi hermano y mi hermana, y sobre todo a mi abuelo que me sonreía, pero también uno de mis tíos muerto algunos años antes. Me sentía girar, flotar. Luego, no sentí más mi cuerpo, tuve la impresión de no ser, de no existir más físicamente. Entonces vi la escena real, mi cuerpo tendido, con mi novio que me sacudía para despertarme, y su padre que se le había unido, y me daba cachetes en las mejillas. Como si observase eso desde lo alto, tenía una vista exterior sobre lo que sucedía. Les oí gritar, hablar, al principio no lograba comprender lo que me decían, luego me encontré de nuevo como proyectada en mí misma, con un brusco regreso a la vida y a la realidad. Me costó abrir los ojos, y despertándome, me dijeron que estaba muy pálida, lívida, y que durante el accidente tenía los ojos en blanco, el cuerpo arqueado, tenso, y finalmente completamente relajado, como sin vida.
Tras este episodio, sentí una intensa fatiga, una necesidad de dormir, durante varios días.
Hablándole de esto a mis padres a mi regreso, me dijeron: “Es increíble, tu abuelo ha llamado hace unos minutos para decir que sentía que estabas muy mal, que tenías un problema, que estabas en peligro”.
¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia? Sí. Había bebido medio vaso de vino unas horas antes de mi experiencia, pero no creo que eso sea relevante.
¿Fue la experiencia difícil de expresar con palabras? Sí.
¿Qué es lo que la hacía difícil de comunicar? Es imposible describir precisamente esta experiencia con palabras, solo puede ser sentida. Además, las emociones sentidas impiden toda objetividad.
¿En el momento de la experiencia, existía algún acontecimiento que amenazara su vida? No.
¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Sentía que ya no era yo misma pero no tenía plena consciencia de ello. No podía ni dirigir, ni continuar, ni parar, simplemente me dejé transportar, llevar por esta experiencia.
¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? No, era extremadamente real, intensa, sentía el calor, el frío, el dolor, y tenía la sensación de que todo aquello era muy real. Nada que ver con un sueño.
¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí. No recuerdo haber visto qué apariencia tenía fuera de mi cuerpo, pero debía ser totalmente invisible, estaba simplemente por encima de todo el mundo, y veía mi cuerpo sin vida.
¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? Un increíble estrépito, con gritos (quizás los míos), ruidos de vientos y borrascas, una tormenta interior.
¿Pasó usted hacia o a través de un túnel o espacio cerrado? No estoy segura.
Describa: recuerdo haberme sentido como aspirada en un largo camino, quizás un túnel, muy negro y profundo.
¿Vio usted una luz? No estoy segura. Me parece que sí, pero no era deslumbrante, solamente muy blanca.
¿Se encontró usted o vio a algún otro ser o seres? Sí. Vi a mi abuelo que me sonreía, tenía un aire tranquilizador.
¿Experimentó usted la revisión de acontecimientos pasados de su vida? Sí. No, no hice más que revisar acontecimientos que había olvidado antes, sobre todo cosas acaecidas cuando era bebé, y de las que no me habría acordado de otra manera.
¿Observó usted u oyó algo relacionado con personas o acontecimientos durante su experiencia que pudiera ser verificado más tarde? No.
¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? No.
¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí. Tuve la impresión de que esta experiencia era extremadamente rápida, como si el tiempo se acelerase, pero supe al despertar que aquello había durado varios minutos.
¿Tuvo usted la sensación de comprender una sabiduría especial, un orden y / o propósito universal? No.
¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? Sí. Sí, sentía que si me dejaba aspirar, pasaría al otro mundo, que no volvería, y oí las voces de mi novio y de su padre, seguidas de un regreso a la vida.
¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? No.
¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? No.
¿Cómo resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? No.
¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? No.
¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Después leí algunas obras sobre las ECM, luego decidí estudiar psicología, para comprender mejor los fenómenos de la mente.
¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? No.
¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí. Con mis abuelos, que me creyeron y tuvieron mucho tacto, no haciéndome demasiadas preguntas personales. Precisar que mi abuelo también vivió una ECM algunos años antes.
¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Fatiga, lasitud.
¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? Lo mejor fue el rostro de mi abuelo sonriendo, que realmente me tranquilizó cuando esta experiencia me aterrorizaba. Lo peor fue el intenso dolor que experimenté cuando sentía que me iba.
¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia? No.
¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar
describen exacta y exhaustivamente su experiencia?
No estoy segura. No puedo describirla con completa exactitud, pero no creo
haberlo podido hacer mejor.