La ECM de Lisa M
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Descripción de la experiencia:
Mi experiencia de muerte cercana ocurrió cuando tenía cinco años en Rusia, mi
país natal y donde vivía en esa época. Fue en un viaje de vacaciones que hice al
Mar Negro con mi madre y mis abuelos.
En este día particular todos fuimos a la playa. El mar estaba embravecido y mi
madre estaba en el agua sosteniéndome en sus brazos. Recuerdo haberme sentido
segura y tranquila, a pesar de las enormes olas, gigantescas desde mi
perspectiva de una niña de cinco años; recuerdo mi excitación al verlas romper
ruidosamente sobre mi madre. Entonces una de ellas nos golpeó, mi madre perdió
el equilibrio, me soltó y la ola me llevó consigo.
Por un instante sentí el espantoso miedo a la muerte, mi cuerpo percibió
instantáneamente el riesgo inherente a la situación. Contuve mi respiración y
luché para encontrar algo a que aferrarme para salvarme, pero mis manos solo
tocaban agua. Estaba rodeada de agua, completamente indefensa y fuera de
control. En ese momento me di cuenta que no tenía sentido la lucha y me rendí.
Solté el aire, abandoné la lucha y me dejé llevar hacia lo inevitable.
El primer recuerdo posterior que tengo es el más profundo y absoluto sentimiento
de paz que recuerdo haber tenido en mi vida. De repente me sentía completamente
segura, envuelta y protegida por algo que solo puedo describir como amor
completo e incondicional. Éste estaba alrededor de mí, estaba en todas partes,
pero al mismo tiempo yo era eso mismo, la que yo era, mi esencia interna. Ya no
había mas miedo, no mas preocupaciones, no mas lucha, y podría haber estado así
donde sea que está y sentirme de esa manera para siempre.
Me sentía como si al fin fuese mi verdadero yo. No existían límites ni
limitaciones, podía ir a donde sea que quiera ir, saber lo que quiera saber,
hacer lo que sea. El sentimiento de libertad era inexplicable. Tenía también una
extraña consciencia de que lo que llamamos "tiempo" ahora estaba suspendido y no
existía.
De repente fui arrastrada por alguna fuerza desconocida y empecé a moverme a una
velocidad tremenda, que se sentía como si fuese muy superior a la velocidad de
la luz. Viajé una distancia enorme, literalmente "más allá del mundo". No tenía
ninguna sensación de tener un cuerpo, solamente de moverme como un rayo a través
de la oscuridad hacia un lejano punto de luz brillante; mientras me acercaba a
este punto, mi único deseo era llegar a la luz.
Apenas llegué a este punto de luz me encontré en un mundo de luz. Todo en él
estaba hecho de la misma luz radiante. Era hermoso y radiante más allá de
cualquier descripción. "Paraíso" era un nombre adecuado para ese lugar; sin
embargo no tenía ningún sentimiento religioso y supe que no había un "infierno".
Supe de repente, sin saber como, que este era el sitio donde iban todos después
de morir, sin importar quienes eran ni que habían hecho en sus vidas.
En el centro de la luz estaba una figura masculina. Era la que radiaba la luz y
este amor completo, incondicional y ultraterreno. La luz que emanaba me
envolvía. Repentinamente recordé este lugar. Era mi hogar, el lugar que era
realmente mi casa, y me pregunté como podía haberme olvidado de él. Me sentía
como si después de un largo y agotador viaje por un país extranjero finalmente
volvía a casa. El ser de luz delante de mí era el que me conocía mejor que nadie
en toda la creación.
Conocía absolutamente todo de mí. Todo lo que había pensado, dicho o hecho pasó
delante de mí; en un instante me mostró mi vida completa. Todos los detalles de
mi vida se presentaron ante mí, tanto los ya ocurridos como los que iban a venir
si volvía a la tierra. Estaba todo allí al mismo tiempo, todos los detalles de
todas las relaciones de causa y efecto en mi vida, todo lo que era bueno o
negativo, todos los efectos que mi vida había causado en otros, y todos los
efectos que los otros que tocaron mi vida
causaron en mi. Todo pequeño pensamiento y sentimiento estaba allí, nada se
había perdido. Además podía experimentar los sentimientos y pensamientos de
todas las personas cercanas a mí, casi era como que me convertía en ellas
mismas. Todo ello me dio comprensión experimental y pura de lo que hizo sufrir o
gozar a otras personas, las experiencias negativas o positivas y los efectos de
mis propias acciones.
El ser de luz no me juzgó de ningún modo durante la revisión de mi vida, aún a
pesar un montón de errores cometidos. Simplemente me mostró mi vida de la manera
que fue para mí, me amó incondicionalmente, lo que me dio fuerzas para decidir
por mí misma lo que fue positivo, negativo y lo que tenía que hacer acerca de
eso. Actualmente no recuerdo ningún detalle, ni pasado ni futuro, pero recuerdo
lo que fue importante para mí.
El ser de luz me mostró que lo único importante en la vida es el amor que
sentimos, los actos de amor que realizamos, las palabras de amor que emitimos,
los pensamientos de amor que albergamos. Todo lo que se hizo, dijo, o aún
pensado sin amor fue anulado. No era importante. Simplemente no existió más. El
amor es todo lo que es importante, solo el amor es real. Todo lo que hicimos con
amor era como se suponía que debía ser. Estaba bien, era bueno.
El amor que sentimos en nuestra vida es lo único que queda cuando todo lo demás,
todo lo perecedero ha desaparecido. Con posterioridad recuerdo encontrarme a mí
misma en algún otro lugar, sin saber como había llegado allí. El primer ser de
luz se había ido y estaba rodeada de otros seres, o gente a la cual sentí que
reconocía. Eran como mi familia, viejos amigos que estuvieron conmigo por una
eternidad. Lo mejor que los puedo describir es como si fuesen mi familia
espiritual. Encontrarme con ellos era como reunirme con las personas más
importantes de mi vida después de una larga
separación. Hubo como una explosión de amor y gozo al vernos de nuevo juntos.
Los seres se comunicaron conmigo sin palabras, de una manera telepática.
Hablamos sin proferir sonidos ni articular palabras, de mente a mente o de
espíritu a espíritu. Ninguno de nosotros tenía cuerpos. Estábamos hechos de
alguna sustancia desconocida para mí, alguna especie de luz pura y concentrada,
como puntos de luz en la luz que nos rodeaba en todas las direcciones. Todos
sabían lo que los demás "tenían en mente" al instante. No había ninguna
posibilidad ni intención de ocultar nada a nadie, lo que hacía imposibles los
malentendidos y nos acercaba de una manera casi imposible de describir. Eramos
todos individuales pero al mismo tiempo éramos todos uno solo, unidos por lazos
indestructibles de amor y también unidos con la luz en el mundo de luz que nos
rodeaba, siendo parte de él y también siendo parte de la luz de cada uno de los
demás.
La luz que estos seres de luz emitían me curó, borró toda la oscuridad que había
dentro de mí y también toda la pena y sufrimiento que había acumulado en mi vida
terrenal. La tierra y la vida que había tenido parecía muy distante y se alejaba
cada vez más, casi como si no hubiera existido nunca. Estuve en ese lugar con mi
familia espiritual por un período que pareció una eternidad. El tiempo no
existía de la manera en que lo concebimos usualmente. Tampoco existía el
espacio; sin embargo había “lugares” donde ir y “períodos de tiempo” que
pasaban. Sé muy bien que esto es una contradicción evidente, pero es la única
manera de la que soy capaz de explicarlo con palabras. Espacio sin espacios y
tiempo sin tiempo. En este lugar solo existía el Ser.
Además de haber sido “curada” no recuerdo nada más de lo que hice en el mundo de
luz, solo que estuvimos juntos y disfrutamos enormemente. Recuerdo este “mundo
de luz” como un lugar enorme sin límites ni fronteras, ni individuales ni
externas. Recuerdo que todos los seres de este lugar tenían conocimiento total y
completo de todo. Era totalmente placentero, amoroso y hermoso más allá de toda
expresión. Cada cosa y cada “ser” de este lugar estaba hecho de luz , y todo era
luz, a pesar de que habían cosas y seres individuales. La luz es lo que mejor
recuerdo. Estaba viva. Una luz viviente, que era todo y todos, la esencia de
todo y todos.
Lo que sigue que recuerdo es verme de repente de nuevo en presencia del ser de
luz que encontré primero, el que me dijo que debía volver. Yo contesté: de
ninguna manera, no voy a hacerlo. Era lo último que quería hacer. La vida en la
tierra, llena de oscuridad, pena, sufrimiento, límites y limitaciones era una
especie de prisión horrorosa en comparación a este hermoso lugar y me negué
rotundamente a volver. Se me dijo que no era todavía mi tiempo, que se me había
concedido una visita a mi hogar, pero que tenía que cumplir mis propósitos y
realizar el trabajo que yo misma había decidido hacer en la tierra. El ser de
luz me recordó que los objetivos que me había fijado eran aprender más acerca
del amor y la compasión y la manera de expresarlo en la tierra y ayudar a la
gente de la manera que sea posible. Yo misma lo había elegido. Y me dijo que iba
a estar de vuelta en un momento y que nunca me olvide que en la realidad no hay
tiempo, solo la eternidad misma.
El próximo recuerdo es estar de vuelta en mi cuerpo, arrastrándome en la playa
saliendo del mar y tosiendo mientras sacaba el agua de mis pulmones;
aparentemente la ola me había arrastrado a la playa.
Al ser una niña, olvidé mi experiencia de muerte cercana y la memoria de ella no
retornó sino hasta varios años después. Sin embargo, siempre estuvo conmigo
dándome fuerzas y ayudándome a sobrellevar las dificultades en mi vida así como
también a ayudar y comprender a los demás. En mi vida profesional trabajé
ayudando a otros de diferentes maneras. A los 18 años empecé a trabajar con
gente anciana, moribundos, seniles y gente enferma física y emocionalmente.
También trabajé con gente con SIDA y mentalmente enferma. Mas tarde trabajé en
áreas de salud mental y de ayuda social, con gente con dificultades
psicológicas, sociales, existenciales, emocionales y espirituales. Siempre sentí
que mi trabajo tenía un significado profundo, aún antes de recordar mi
experiencia de muerte cercana. Actualmente estoy trabajando como terapeuta de
psicosíntesis, una rama de la psicología transpersonal.
La experiencia de muerte cercana también disparó mi interés en lo
paranormal, lo místico, lo inusual, lo espiritual; interés que me acompañó desde
que tengo memoria, sin saber porqué. Me alentó a explorar dimensiones
desconocidas, a buscar y encontrar las respuestas a muchas preguntas, y a
esforzarme por aprender cada vez más acerca de la vida, la muerte y lo que hay
en el medio de ambas y a encontrar nuevas maneras de ayudar a los demás, lo cual
es para mí lo más profundo e importante que uno puede hacer en la vida. Mi
experiencia de muerte cercana me enseñó acerca de la vida y de la muerte y sigue
haciéndolo.
¿Alguna medicina o substancia asociada
con el potencial para afectar la experiencia? :
No.
¿La experiencia es difícil de explicar
en palabras? : Sí.
¿Específicamente qué de la experiencia
es difícil de explicar con palabras?
: En el momento de mi experiencia tenía cinco años y carecía del vocabulario
para expresar lo que había sentido y percibido en palabras. Aún ahora es difícil
de expresar, ya que esta experiencia ocurre en una dimensión o realidad
diferente de nuestra experiencia consciente, una dimensión donde no hay
palabras. Las palabras son un medio de comunicación humano. Tampoco hay palabras
para describir el tipo de experiencias y sentimientos involucrados, de manera
que uno tiene casi que inventarlo.
En el momento de la experiencia,
¿existía un riesgo real de muerte? :
Sí, me estaba ahogando en el océano.
¿Cuál fue su nivel de consciencia y
lucidez durante la experiencia? :
Totalmente alerta, mucho más que lo
que recuerde. En realidad supe todo acerca de todo. Conocimiento total y
completo, consciencia total y completa.
¿La experiencia fue del tipo de un
sueño? :
No, era REAL, más real que cualquier
realidad que haya experimentado alguna vez, tanto antes como después de la ECM.
Era de verdad la realidad. Por eso llamo a mi compañía, donde trabajo como
terapeuta, Centro de Realidad. Esta vida, la vida “ordinaria”, la que vivo en la
tierra, parece más sueño que la que tuve en la ECM.
¿Experimentó una separación de la
consciencia de su cuerpo? : Sí.
Describa su apariencia o forma fuera
de su cuerpo: Pura mente, pura
consciencia, sin límites ni limitaciones. La sustancia “Yo”, y los seres que
encontré en el mundo de luz estaban hechos de una especie de concentración de
luz. Nosotros éramos la luz, solo que de una densidad diferente que el resto de
las cosas y los seres que nos rodeaban.
¿Qué emociones sintió durante la
experiencia? : Paz completa y
profunda, gozo sobrecogedor, poderosa sensación de libertad y un amor
incondicional por todo y todos. Un amor que las palabras no pueden describir.
También profunda pena y sufrimiento al volver y dejar el mundo de luz.
¿Sintió algún ruido o sonido extraño?
: No.
¿Pasó a través de un túnel o algún
pasadizo o abertura? : No estoy
segura.
Describa:
Viajé y me trasladé por algún tipo de
oscuridad antes de alcanzar el mundo de luz. Sin embargo, en el momento no tenía
noción de estar pasando por algún tipo de túnel. No me importaba, solamente
quería alcanzar la luz.
¿Vio una luz? :
Sí.
Describa:
una luz viviente, la luz era todo y todos, la esencia de todo. No solo vi esa
luz, de hecho todos los seres y yo ERAMOS esa luz. Creo que esto es la base de
muchas enseñanzas espirituales y religiosas, sobre todo en lo que concierne a la
unidad de todo y la no dualidad. Si todo en esencia es esa luz, entonces todo en
realidad es UNO y eso es lo que experimenté, sin lugar a dudas.
¿Vio o tuvo contacto con otros seres?
: Sí.
Describa:
ya se describió arriba.
¿Experimentó una revisión de eventos
pasados de su vida? : Sí.
Describa:
ya se describió arriba.
¿Observó o escuchó algo acerca de
hechos o personas que pudo ser verificado mas tarde? :
Sí.
Describa:
nada que pueda considerarse evidencia. Mas que nada se refería a cosas de mi
familia y mi vida, cosas que encontré más tarde y que ya sabía de la revisión de
vida que experimenté.
¿Vio o estuvo en algún lugar definido
o hermoso, en algún nivel o dimensión
determinada? : Sí.
Describa:
ya se describió arriba. No sé de otros “niveles “ en el lugar que estuve durante
mi ECM.
¿Tuvo consciencia de alteraciones del
espacio y del tiempo? : Sí.
Describa:
sin tiempo, sin espacio, eternidad, infinito.
¿Adquirió algún conocimiento especial,
un orden universal y/ó propósito? :
Sí.
Describa:
mi propósito personal es aprender todo lo posible acerca del amor y de todas las
maneras de expresarlo en la tierra y ayudar a otra gente de la manera que pueda.
En cierta manera me parece que ese es el propósito vital de todos, especialmente
aprender acerca del amor y como expresarlo. Solo el amor es real. Cuando todo se
haya ido, solo el amor quedará.
¿Se topó con algún límite o frontera
física? : No.
¿Conoció acerca de futuros eventos? :
Sí.
Describa:
se me mostraron eventos que iban a ocurrir y
gente que iba a conocer si volvía, pero desafortunada o afortunadamente, los
olvidé a todos. A veces, cuando ocurren cosas en mi vida, y conozco gente
que nunca vi anteriormente, sé que los conozco y al final los recuerdo.
¿Se vio obligado a tomar alguna
decisión de retornar al cuerpo? : Sí.
Describa:
esta experiencia fue la más “práctica”. El ser de luz me dijo que tenía que
volver y yo dije: no. Recuerdo que él me trató como un adulto trata a un niño;
yo era un niño, pero un niño en un sentido espiritual y él un adulto en un
sentido espiritual. Me dedicó una especie de sonrisa y de manera tierna pero
firme me dijo: “debes volver, es tu trabajo, es tu parte y debes hacerlo”. Me
recordó que yo misma lo había elegido. Yo seguí actuando de manera infantil y me
rehusé nuevamente a volver. Esta negativa de volver a mi vida en la tierra es la
responsable de muchas dificultades y problemas existenciales y emocionales que
tuve en mi vida. Tuve que trabajar esto extensamente en la terapia y finalmente
aceptar volver, elegir por mí misma, algo que nunca hice durante mi ECM.
¿Adquirió algún poder psíquico,
paranormal u algún otro don especial después de la ECM, algo que no haya tenido
antes de ella? : Sí.
Describa:
adquirí una especie de visión o percepción que me permite ver a través de las
apariencias de la gente, ver sus angustias, penas ocultas, deseos, necesidades,
sus intenciones ocultas y estrategias vitales subconscientes. Esta habilidad me
causó algunos problemas hasta que aprendí a usarlas. A veces tengo sueños
precognitivos y un montón de conocimientos intuitivos.
¿Sus actitudes y creencias cambiaron
después de la ECM? : Sí.
Describa:
realmente no sé cuanto hubiera crecido sin la ECM. Estoy segura que fue la ECM
la responsable de convertirme en una persona con inclinaciones espirituales sin
dogmas o ritos religiosos. También me hizo aceptar o considerar conceptos como
la reencarnación; también me atraen más las enseñanzas espirituales orientales
que las occidentales y me inclino más por experimentar la espiritualidad que las
creencias o las enseñanzas intelectuales.
¿La experiencia afectó sus
relaciones?. ¿Su vida diaria?. ¿Sus prácticas
religiosas?. ¿Carreras de elección? :
La única carrera que me interesó siempre es la de asistencia. Esta fue siempre
el tipo de trabajo con más significado para mí. Muchas veces trabajé sin
reconocimiento, en trabajos de status social muy bajo, bajos salarios, y entre
gente considerada como “parias” de la sociedad. Siempre amé mi trabajo y
continúo haciéndolo. Si afectó mis relaciones de una manera mixta, positiva, ya
que en todo lo que hago siempre trato de basarme en el amor y negativa, ya que
muchas veces fui malentendida. No me importan las cosas materiales, ni el
dinero, ni el éxito. Lo único que me interesa en la vida es aquello a lo que
sentí inclinada después de mi ECM. Siempre busco por el sentido y significado
profundo en la vida. También me encontré con gente a la cual no le agradaba mi
capacidad de ver a través de los disfraces y las apariencias, ya que en general
a la gente no le gusta ser descubierta en sus semi verdades, falsedades e
intenciones ocultas, cosas aceptadas y consideradas como “normales” en nuestra
sociedad. Para mí el modo de comunicación “normal” es el de la franqueza y la
verdad total, sin engaños ni mentiras blancas ni negras. Esta “habilidad” mía
fue bastante difícil de integrar en la sociedad.
¿Compartió su experiencia con otras
personas? : Sí.
Describa:
las reacciones fueron diversas, desde fascinación y curiosidad a descreimiento,
miedo y rechazo. Naturalmente, las personas que reaccionan positivamente son las
que tuvieron una ECM, pero descubrí que es importante compartir la experiencia
con personas enfermas, quizá moribundas, y personas con miedo a la muerte, algo
que encontré muy común en la sociedad occidental.
¿Qué emociones experimentó después de
su experiencia? : gozo, maravilla,
paz. Tristeza y pena al volver y tener que entrar en este mundo de oscuridad,
pena y limitaciones.
¿Cuál fue la mejor y la peor parte de
su experiencia? : lo peor fue el
terror a la muerte antes de la ECM y la vuelta a la vida terrenal. Lo mejor fue
el encuentro con el ser de luz con el que tuve la revisión de mi vida. Es el ser
más importante para mí por siempre.
¿Hay algo que quiera agregar? :
La ECM nos pone cara a cara con la muerte; también nos pone cara a cara con la
vida. La vida y la muerte están entrelazadas, son inseparables, una parte de la
otra y viceversa. Aprender a vivir es aprender a morir y aprender a morir es
aprender a vivir en plenitud. Mientras tengamos temor a la muerte tendremos
temor a la vida.
¿Su vida cambió específicamente como
resultado de la experiencia? : Sí.
Describa: ya se describió arriba.
Después de la experiencia, ¿hubo
algunos eventos en su vida, medicación, sustancias u alguna otra cosa que
reprodujera los detalles de su experiencia? :
Sí.
Describa:
auto exploraciones que hice, meditación, experiencias espontáneas
de luz y paz inusual, experiencias en relaciones íntimas y amorosas.
¿Las preguntas que se le hicieron y la
información que usted brindó describen adecuadamente su experiencia? :
Sí.
Explique:
Muy buenas preguntas!! Por favor
ofrezca sugerencias para mejorar el cuestionario de www.nderf.org.
¿Usted cree que hubo alguna razón para
que usted tenga esta experiencia? :
Sí, yo creo que las personas que tuvieron una
ECM están teniendo un impacto a escala global y están favoreciendo el cambio en
la consciencia colectiva del presente. Acercan la perspectiva del entendimiento
universal, la unidad universal, la humanidad universal, y la compasión y el amor
universal, elementos tremendamente necesarios en nuestros tiempos.