Descripción de la experiencia:

Estábamos pasando cuatro días de vacaciones en unas cabañas en una zona forestal en el centro de México, fuimos en varias motocicletas a pasear alrededor de un lago. Me quedé descolgado del grupo principal e intenté alcanzarlos rodeando el lago en dirección contraria. Recuerdo estar disfrutando a tope del momento cuando un par de pequeñas abolladuras en la hierba me cogieron por sorpresa y obviamente debí de hacer algo muy mal.

Lo siguiente que recuerdo fue una increíble sensación de paz que nunca antes había sentido ni desde ese día. Y estando en tan completa paz parecía como que podría durar para siempre, cuando de alguna manera fui preguntado por una increíblemente autoritativa, aunque amable, voz que dijo:

“Si usted está dispuesto a aceptar el dolor, le ahorrará a su hijo un montón de problemas”.

Yo contesté:

“¿Cómo está conectados estos dos hechos?”

Y la voz repitió muy tranquila, pero firmemente, la misma pregunta:

“Si usted está dispuesto a aceptar el dolor, le ahorrará a su hijo un montón de problemas”.

Yo repetí:

“No veo la conexión”.

Él preguntó una vez más, y yo dije:

“De acuerdo, suframos el dolor”.

En ese mismo instante, violentamente sentí tanto dolor que no podía decir lo que me estaba haciendo daño, me llevó algún tiempo darme cuenta de dónde estaba, vi la moto rota unos metros más allá, vi algo de sangre en la máscara de mi casco y traté de ponerme de pie. El dolor empezó a disminuir, y fui capaz de pedir ayuda y un campesino se acercó y llamó al resto de mi grupo. Me dijo que me vio caer desde lejos y que estuve 20 minutos tendido. Me guardé mi historia para mí mismo y unos días más tarde le hablé a mi esposa acerca de mi “sueño”. No le dio ninguna importancia y así siguen las cosas. Pero el hecho de quedar tan claro en mi mente, que fue en un momento en que nadie puede decirme si realmente estaba o no en el límite, y la semejanza de sensaciones con otros sujetos que han tenido ECM, y la falta de atención que recibo de mis familiares más cercanos es un poco inquietante.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia? No.

¿Fue la experiencia difícil de expresar con palabras? Sí. Al principio lo conté como si hubiera sido un sueño, pero me hallaba tan increíblemente consciente, y recuerdo tan vívidamente la sensación de bienestar y claridad, que no he tenido ningún otro sueño que se le pueda comparar.

¿En el momento de la experiencia, existía algún acontecimiento que amenazara su vida? Sí. No sé si mi corazón o pulmones realmente se detuvieron, pero yací inconsciente desatendido durante unos 20 minutos. No se encontró más tarde ningún daño en mi cerebro, y al despertar podía realmente decir cuánto tiempo había estado “inconsciente”.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Muy alerta, pero no estaba consciente en ese momento de que mi decisión de no aceptar el dolor habría significado que yo habría muerto.

¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? Sí, en el sentido de que llegué inexplicablemente a un lugar o estado, como en los sueños, y NO porque lo recordara todo como si hubiese ocurrido ayer y que mi decisión de aceptar el dolor fue tan racional como siempre lo he sido.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? No.

¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? No, solo una voz autoritaria, paternal.

¿Pasó usted hacia o a través de un túnel o espacio cerrado? No.

¿Vio usted una luz? No estoy seguro. Tengo la sensación de como si todo estuviese en una brillante luz pero era más sensación que visión. No puedo explicarlo realmente.

¿Se encontró usted o vio a algún otro ser o seres? Sí. Solo esa particular voz que parecía tener gran autoridad.

¿Experimentó usted la revisión de acontecimientos pasados de su vida? No.

¿Observó usted u oyó algo relacionado con personas o acontecimientos durante su experiencia que pudiera ser verificado más tarde? No. Me encontraba “en algún otro lugar”.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? No estoy seguro.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí. No podría decir cuánto tiempo estuve en ese estado, sino fuera por la hora del día.

¿Tuvo usted la sensación de comprender una sabiduría especial, un orden y / o propósito universal? Sí. Absolutamente. Ahora sé que estamos aquí para ayudar a otras personas, y mi misión es clara. Tengo que estar aquí por mi hijo y mi familia.

¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? No.

¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Sí. Tomé la decisión de aceptar el dolor y esa decisión se transformó inmediatamente en una recuperación de la consciencia. Por lo tanto fue decisión directa mía de seguir vivo.

¿Cómo resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? No.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Sí. No le temo absoluto al hecho de morir, y si una persona querida muere, sé que sentiré alivio al SABER que estará en un mejor lugar. Ahora no es solo fe.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Siento como si el dinero no fuera nada, pero trabajar para abastecer y ayudar a otros es algo grande, y la caridad, la paciencia y hacer a otros felices mejoran esta experiencia.

¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Sí.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí. Se lo conté a mi hijo que tiene ocho años y es un chico muy sensible, dice que se siente seguro y agradecido conmigo. Mi mujer es muy religiosa y lo ha sido más desde que tuvimos un aborto el último año, dice que me cree, pero no actúa realmente como si fuera importante. Mis amigos me echaron una mirada extraña y dijeron: “Qué curioso” y eso fue todo.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Dolor, dolor y dolor. Y más tarde paz mental al no ser ya la muerte más que un billete para un lugar estupendo. Pero primero debo asegurarme que mi familia esté bien.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? Lo mejor es la certeza de la vida tras la muerte, ¡y qué gran vida debe ser! He perdido el lado trágico de la muerte de los parientes. Lo peor es la indiferencia de los otros y por supuesto el dolor por el que tuve que pasar. ¿He terminado? Solo Dios lo sabe.

¿Hay algo más que desee añadir acerca de la experiencia? Me gustaría saber si es normal soñar tras quedar grogui por un golpe en la cabeza.

¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia? No.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí.

Por favor, ofrezca cualquier sugerencia que tenga para mejorar este cuestionario. Me gustaría ponerme en contacto con personas que han vivido experiencias similares.