Descripción de la experiencia:

Fuí apuñalada por un paranoide esquizofrénico cuando estaba en mi turno. Junio de 1986. Fui apuñalada en el primero y segundo espacio intercostal. Es un milagro que haya sobrevivido. Fuí llevada a Urgencias a los 20 minutos. En el camino, el cirujano estaba hacienda presion en la herida para detener la sangre. Yo preguntaba qué posibilidades había de hacerlo. El dijo que no sabía hasta que me abriera. Yo conocía a casi todo el personal de Urgencias. Ellos me preguntaron que podían hacer…

Les pedí rezar por los médicos y por mí. Les dije que aunque no saliera de esta estaría bien. Le dije al Dr. no culparse si no sobrevivía. Yo estaría bien. No temía a la muerte.

En la mesa de operaciones conforme mi pecho se llenaba de sangre, sentí que mi corazón se movía a la derecha. Sólo dije: Oh Oh… Sabía que era un cambio mediastinal. Mi anestesiólogo se apuró con mis pies donde había insertado un Intravenoso instruyendo a la enfermera que lo tapara.

El puso una mano en cada lado de mi cabeza y dijo: Maria… ¿porqué dijiste eso? Yo le dije.. el verificó que mi corazón se había movido con su estetoscopio e inmediatamente me puso abajo para que pudiera entrar a mi pecho. Cuando entraron removieron 3 unidades de sangre de mi cavidad torácica. ¡El piso de Emergencias y la unidad era un desorden también!

Vi una luz brillante.. Entonces yo estaba en un cuarto.. Era básicamente en forma de L… Vi dos puertas, una tenía una barra, como de puerta de incendios. Estaba en el fondo de la L. La luz era difusa y había un hombre con una túnica larga… con luces de colores, y una larga y blanca barba. El dijo: Tu permaneceras aquí hasta que todo acabe. El se fué. Yo estaba un poco intimidada… Insegura de qué hacer, pero no temerosa.

Entonces vi una luz suave dorada saliendo de una entrada en forma de arco en la gran L. La entrada estaba hecha de bloques de piedra… como un castillo, podría ser. Era la puerta a un túnel. Las paredes giraban en el sentido de las manecillas del reloj.

Caminé cerca de la puerta… Me senti envuelta de amor, alimentada, relacionada y tranquila, entonces me di cuenta que la luz dorada estaba viva. Estaba girando y moviéndose. Me paré en la entrada y eché una mirada. Había un largo túnel. Se curveaba ligeramente a la izquierda a unos 150 pies y sólo podía ver hasta la curva. Podía sentir el amor, caridad, cariño y estabilidad de la luz. Sabía que Dios estaba conmigo.

Sabía que esta puerta me llevaba al Cielo y que si cruzaba a través de ella iba a estar a salvo y segura y que todo estaría bien. No me preocupaba por los demás que dejaba atrás. No había pesar. Sólo el conocimiento de que yo estaba en la presencia del más puro Amor del Universo. Estaba segura y sería cuidada. Parecia saber que podía ir dentro del túnel si deseaba, pero no lo hice ya que me dijeron que esperara.

Después de un rato, el Ser apareció de Nuevo y fuí llevada a la “Puerta de Incendios”… Empujé la barra y entré… mi cuerpo. Sentía mucho dolor… Sentí un horrible dolor en mi diafragma medio derecho… Estaba en agonía.