ECM de
Marisol A
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Descripción de la experiencia:
¡Hola!
Mi nombre
es Mercedes y provengo de Ecuador, pero vivo en Santiago de Chile. Yo escuché al
Doctor Jeffrey Long en “Costa a Costa AM” y visité vuestro sitio. Yo no tengo
una experiencia cercana a la muerte propia, pero me gustaría compartir con
ustedes la experiencia de una buena amiga mía.
Hace tres años, visité Quito, Ecuador
y en un café de moda me junté con una amiga de la escuela.
Habíamos sido compañeras en cuarto año.
Ella se
llama Marisol y había sido Maestra de Educación Media, pero ahora es la dueña
del café. Éste fue un encuentro muy emotivo y conversamos durante horas,
poniéndonos al día con nuestras vidas.
Asistimos a un colegio católico, pero
ella es liberal en sus creencias. De hecho, ella se divorció y se volvió a
casar.
Cuando le conté a Marisol que estaba
viviendo en Chile, ella me contó que había ‘vuelto a nacer’ en Chile y me contó
la siguiente historia que le ocurrió a ella en 2002.
Marisol tenía cuarenta y dos años
cuando llegó a Chile para visitar a su hijo que estudiaba en Santiago. Ella se
quedó en un hotel junto a su marido y a la menor de sus hijas. El día anterior
ella había estado conociendo la ciudad de Santiago y justo el día anterior al
accidente ella había andado mirando escaparates de tiendas. El día del
accidente, ella iba a comprar algunos regalos que llevar de vuelta a casa. Era
todavía temprano esa mañana cuando entró a la ducha. Pretendía lavarse el pelo
mas no encontraba el shampoo. Se dio cuenta que la botella de shampoo estaba
sobre el lavabo y estiró su brazo mojado para alcanzarlo. En su camino había una
lámpara de pared. Chile usa doscientos veinte voltios en su corriente eléctrica.
Obviamente, la lámpara tenía un problema eléctrico y ella se electrocutó. Su
esposo intentó sacarla de la tina pero recibió una descarga eléctrica que lo
hizo golpear el muro. Por suerte él no quedó seriamente herido, de modo que se
encargó de envolverla en la cortina de baño y sacarla fuera de la sala de baño.
Su corazón se había detenido. Mientras todo esto ocurría dentro del baño, la
hijita corrió al lobby y pidió ayuda.
Varios minutos más tarde, llegó una ambulancia y Marisol recibió resucitación
cardiopulmonar pero no recuperó conciencia hasta llegar a la sala de urgencias
del hospital.
Ella recuerda que todo se volvió
negro. Luego recuerda que viajaba muy veloz a través de algún tipo de túnel y
era capaz de ver todo lo que había pasado en los últimos días. En el torbellino,
incluso vio cosas que ella quería comprar. Al principio se sintió desconcertada.
Luego ella se vio a si misma en el suelo, muy pálida y a su esposo arrodillado
junto a ella, frenéticamente tratando de resucitarla. Cuando su hijita entró
allí llorando, Marisol sintió pena por ellos. A la llegada de los paramédicos,
ella vio cómo le aplicaban la resucitación y cómo ella era llevada en la
ambulancia.
Ella se sentía muy tranquila y en paz.
Cuando se
encontraba en la ambulancia, ella comprendió que sería demasiado difícil para su
esposo, la crianza de su hijita solo. Él debería dejar su empleo para
administrar la tienda de café. Su hija era todavía muy joven y requería guía.
Después de todos esos pensamientos, ella decidió que no podía partir todavía.
Ella despertó en la sala de urgencias.
Ahora, ella dice, no tiene miedo de
morir. De hecho, morirse es hermoso, ella agregó.
Tienen permiso para publicar la
historia como Marisol A. de Quito, Ecuador.