Mark W ECMs
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Descripción de la experiencia:
Algunos meses tras mi accidente me volví a rozar con la muerte y tuve otro viaje
fuera de mi cuerpo. En esa época estaba medicándome contra una posible úlcera.
Las úlceras son comunes en mi familia. Solía frecuentar a un chico que también
tomaba medicación por otra razón. En cualquier caso, estaba en el baño después
de que mi amigo se acabase de ir tras visitarme. Era la hora de tomar la
medicación así que me agaché, cogí las pastillas y las tomé. El problema es que
no eran mis pastillas sino las de mi amigo. Había dejado unas cuantas en la
encimera del baño. Se parecían tanto a las mías que no presté bastante atención
al hecho de que no lo fueran. Sin saber todavía lo que acababa de hacer me fui
del baño y continué andando por el pasillo.
Comencé a sentirme extraño. Poco después sentí como mi corazón comenzaba a latir
fuerte. Me fui al sofá a sentarme pero ya antes de llegar a él empecé a sudar
profusamente. Era como si el sudor explotara de mis poros, estaba empapado.
Cuando me senté en el borde del sofá mi corazón empezó a latir aún más fuerte y
me costaba cada vez mas respirar. Noté como mi pecho empezaba a sobresalir
debido a la fuerza de los latidos. Me eché hacia atrás en el sofá y me relajé
con la esperanza de reducir mi frecuencia cardiaca. Mientras estaba ahí acostada
miré hacia abajo a mi pecho, donde mi caja torácica seguía abultando con cada
latido. En ese momento mi corazón dio un empujón gigante y mi caja torácica
pareció levantarse tres pulgadas y se paró. Ya está. Me había ido. Ya no estaba
más en mi cuerpo en California.
Ahora estaba flotando al nivel del techo en el salón de la casa en la que había
nacido, en Washington. No me podía creer la magnitud de la paz que estaba
sintiendo, ¡simplemente estando fuera de mi cuerpo! La claridad de todo
alrededor de mi era como la diferencia que uno siente cuando se despierta
después de un sueño. Tenía visión de 360 grados. La tranquilidad, la paz, la
alegría que sentía son indescriptibles. No es que estuviera en el Cielo. No lo
estaba. Es que había tanta paz y alegría simplemente por estar fuera de mi
cuerpo, un cuerpo que se pasa el tiempo luchando por hacer lo que él quiere. Es
increíble cuánto sufrimos simplemente por vivir en un cuerpo que está sujeto a
la maldición del pecado.
¡Los colores que veía eran tan brillantes! ¡Mis sentidos eran tan agudos y
afilados! Vi a través de la puerta principal, al otro lado de la calle, la casa
de los vecinos. La luz del sol brillaba con un esplendor glorioso, como líquido
dorado. Estaba absorbiendo esta experiencia maravillosa sin ni siquiera pensar
en como había llegado hasta allí. Entonces empecé a hacerlo. “Veamos, lo ultimo
que recuerdo es que estaba en mi casa de California y, hmm, estaba echado en el
sofá y a mi corazón le había pasado algo malo. ¡Oh no, ahora recuerdo! Mi
corazón había latido una ultima vez y se había parado, y ahora estoy aquí”.
Mientras esto pasaba por mi cabeza mi asombro abrumador empezó a transformarse
en un sentimiento de aflicción.
Había concluido que estaba muerto, sí, pero mi aflicción no era por esto. Era
debido a que pronto mi madre, mi hermana o mi hermano iban a llegar a casa y
encontrarme. Quería desesperadamente evitar que sufrieran ese shock. Este
pensamiento fue interrumpido al observar a dos seres en la distancia conversando
entre ellos, y el tema de su conversación era yo, ¿qué iba a pasar conmigo a
partir de ahora?
De repente me di cuenta de una realidad espiritual abriéndose debajo de mí. Me
dejo impactado ver lo que parecía ser una entrada al infierno. Periféricamente
podía ver las llamas del infierno a lo lejos debajo de mí, pero evité ver
directamente. “¿Dónde estoy? ¿Qué esta pasando? Me preguntaba. Parecía estar
suspendido entre el Cielo y el Infierno, todavía consciente de la Tierra y
sabiendo que el destino de mi vida eternal estaba siendo evaluado en una
balanza. Al mirar hacia arriba vi una especie de autopista hecha de oro puro y
transparente. Sabía que conducía al trono mismo de Dios. Pero incluso la
posibilidad del infierno debajo contra la promesa del Cielo encima no me
distraían del miedo que me estaba consumiendo de que mi familia me encontrase
pronto. Me sentía tan responsable. Quería hacer lo correcto. Quería evitar
absolutamente que pasasen por eso.
No tenia ni idea de cómo volver a mi cuerpo o, si volviese, ¿como volvería a
entrar en él y después como haría para revivirlo? Así que ahí estaba, de nuevo
de pie frente a Dios, sin mi cuerpo terrenal, gritando “Oh, ¡Dios!” por segunda
vez. Era otra vez todo lo que podía hacer. Estaba en una situación en la que no
podía hacer nada así que simplemente me agaché ante Dios gritando “Oh, ¡Dios!” y
zas! Volé por el aire y de repente estaba de vuelta en California, flotando
sobre el tejado de nuestro edificio. A través del tejado podía ver mi cuerpo
echado boca arriba en el sofá.
Y, de la misma manera que uno desciende un tobogán, me deslicé a través del
techo para luego entrar en mi cuerpo. ¡Entré por la parte de arriba de la cabeza
y mis ojos se abrieron de golpe! Me quede ahí, completamente asombrada,
recordando la paz y alegría que acababa de sentir, pero todavía mas importante,
¡sintiéndome fervientemente agradecida por el hecho de que mi familia no fuese a
encontrarme muerto en el sofá! Comencé a preguntarme por los dos seres que
discutían sobre mi destino. Supuse que eran ángeles o santos de algún tipo,
seres que habían sido enviados por el Señor.
“¿Qué me podía haber pasado?” Pensé, todavía acostado. Cuando sentí que era
seguro levantarse y caminar me erguí y fui al baño para intentar entender la
situación. ¿Había sido la medicación lo que me había causado esto? ¿Qué había
pasado esta vez que no había pasado antes? Ahí en la encimera del baño todavía
quedaban un par de pastillas de las que había tomado antes de que mi corazón
comenzara a palpitar con fuerza. Cuando las examiné de cerca vi que no eran para
nada mis pastillas. Eran las de mi amigo.
Más tarde en algún momento un médico me explicó lo que había ocurrido. Había
sido un infarto inducido químicamente. Y, gracias de nuevo al Señor, debido al
tipo de medicamento que era no me había dañado el corazón. Solo lo había parado.
Así que durante un ratito fui una persona muerta con un corazón en perfecto
estado. Todo lo que necesitaba era alguien que supiese reanimar corazones, Dios.
Ahora sí que empezaba a hacerme preguntas sobre la muerte y el mas allá. Había
recibido a Cristo con 12 años en Camp Cedar Cresta, en las montañas de San
Bernardino. Pero ahora tenía 18 años y me había alejado bastante de Dios y de lo
que quería que hiciese por él. Estas experiencias me sugerían sin ninguna duda
algunas razones para volver a Dios. El accidente de coche, mi vida siendo
proyectada, y ahora esto, ¡incluido haber estado suspendido entre el Cielo y el
Infierno!
FRENTE A FRENTE CON JESUS Esa pregunta, “¿Estoy salvado?” aumentó de intensidad
en mis pensamientos. Había tenido dos encuentros con la muerte y en ambas
situaciones el asunto parecía ser si estaba salvado o no. Cuando tenía doce años
había pedido y aceptado al Señor en mi vida. Sin embargo, en este punto de mi
vida con 18 años, mi vida no parecía contener ninguna evidencia de que Dios
todavía estuviese presente en mí. De hecho, había incluso comenzado a odiar a
los cristianos. Pensaba y pensaba. En mi mente volví a rememorar el accidente de
coche, hasta el punto de que llegue a pensar si no estaría realmente muerto y en
el infierno ahora mismo. En efecto, comencé a pensar que quizás lo que parecía
una “realidad” no era más que una ilusión. Mi preocupación y miedo por no estar
salvado se hacía tan grande que comenzaba a perder el contacto con la realidad.
Tenía tanta ansiedad que a veces sentía que si oía simplemente la caída de un
alfiler me volvería loco.
Estaba dirigiendo un teatro en una universidad en California mientras me
acercaba a lo peor de mi condición. Acababa de apenas haber conseguido dirigir
la obra 'Revolt at the Portholes” cuando recibí una oferta de trabajo en Dakota
del Norte, en la zona en la que había crecido. Pensé que tal vez empezar un
nuevo trabajo, que entrañaba salir de Los Ángeles lejos de todo, podría
ayudarme. Eché desordenadamente un poco de ropa y algunos libros en mi maleta y
me fui. No tenia ni idea de que había cogido un pequeño libro muy inspirador
hasta que ya había estado en Dakota del Norte por un tiempo. Me alojé en casa de
mis tíos.
Mi tía trabajaba en el hospital donde me habían propuesto el trabajo, así que
ella organizó la entrevista. Fui pero no conseguí el puesto (había pensado que
era algo seguro). Así que me encontré ahí en Dakota del Norte sin nada que hacer
excepto mis pensamientos, y mis pensamientos me estaban matando. Vi en mi maleta
y ahí estaba ese pequeño libro llamado “El ABC del ayuno”. No tenía ni idea de
lo que era “ayuno”. Había crecido yendo a una iglesia bautista con mi madre y a
una luterana con mi abuela. Así que ¿qué era el “ayuno”? Nunca lo había oído.
Pues leí en el libro que el ayuno es la mejor manera de conectar con Dios. “Y
eso es lo que tengo que hacer” pensé. Tengo que conectar con Dios o solo una de
entre dos cosas pueden pasar.
O me volvería loco por los miedos que estaba teniendo o los miedos me matarían
directamente, y no sentía que esto fuera una exageración. Así que no tenía
opción. Era una cuestión de supervivencia. Comencé mi ayuno. No tomaba nada más
que agua. Decidí que mientras hacia el ayuno leería mi Biblia de principio a
fin. Comencé con el Génesis, justo al principio. Tengo que decir que había ido a
la iglesia toda mi vida pero no conocía la diferencia entre el antiguo y el
nuevo testamento. Así que cuando llegue a la parte del Éxodo sobre los
sacrificios de bueyes y demás para expiar mis pecados, me desanimé bastante. No
tenía ni idea de como iba a conseguir un buey para ofrecer mis pecados o incluso
qué haría con él cuando lo tuviese. Esto se añadió a mi depresión y confusión.
Sobre el tercer día de ayuno mi mente se hizo increíblemente clara. Era como
tener una súper mente. Mi mente era tan consciente que podía recordar cosas que
habían pasado a lo largo de mi vida con extrema claridad. El problema es que
podía recordar también mis pecados con más claridad. Estaba cada vez mas
atormentado, no por un espíritu de convicción, que viene de Dios, sino por un
espíritu de condena y acusación, que es del enemigo. ¡A veces era una
experiencia increíblemente maravillosa cuando mi espíritu se llenaba de
esperanza! Pero entonces tenía pesadillas vivientes, por ejemplo cuando me
acostaba en cama y las caras aparecían delante de mí y me acusaban de cada
pecado que jamás hubiera cometido e incluso algunos que no había hecho nunca,
siempre que me los creyese. Ahí es cuando aprendí que uno de los axiomas de
Satán es “si funciona, úsalo”. Satán comenzó a decirme que yo era Judas
Iscariote reencarnado y que Dios me había permitido reencarnarme solo como una
parte de su misericordia, porque había estado sufriendo en el infierno desde que
había traicionado a Jesús en mi vida pasada. Y ahora me dirigía de nuevo al
infierno por mis pecados actuales. En todo caso no tenia una fundación cristiana
solida para saber si la “reencarnación” tenia sentido o no. Comencé a mezclar
cada idea sobre el Cristianismo que había escuchado hasta entonces, asumiendo
que todo debería encajar, sin saber que hay mucho que no debe encajar. Satán
empleó todos estos pensamientos extraños para sacudir mi jaula. Me dijo que la
primera y segunda guerras mundiales y la guerra de Vietnam habían sido por mi
culpa. (Como dije, si cree que va a funcionar lo va a usar, no tenia escrúpulos
para esas cosas). Debo confesar que seguramente tuve más dificultades que otras
personas luchando por mi salvación, porque mi familia había estado involucrada
durante muchos años con el oculto. Como parte de lo que le ocurría a mi familia
hice un pacto con Satán a la edad de 14-15 años y lo que pedí se cumplió. Esto
hizo la batalla actual más difícil para mí. Satán me estaba diciendo que le
pertenecía y que no había esperanza de ir al Cielo o de recibir a Jesús, y que
esta estupidez de ayuno no me iba a ayudar de ningún modo.
Sobre el octavo día de ayuno tuve una conversación telefónica con mi madre y
mencioné lo preocupado que estaba de que no pudiera encontrar o ahorrar para
comprar un buey, para sacrificarlo por mis pecados. Me preguntó qué diantres
había estado leyendo. Le dije que había comenzado al principio de la Biblia y
que me había molestado descubrir que tenía que sacrificar un buey. Bueno, pues
descubrí que esto era un “bulo”. Intentó explicarme sobre tener una dispensación
diferente y que leyese antes el nuevo testamento, que es la parte de la Biblia
que me concernía. “De acuerdo” pensé “haré eso”. En mi mente aún me preguntaba
“¿Qué es una dispensación?”. Para mi podría hasta ser un tipo de pato. En
cualquier caso comencé a leer el Nuevo Testamento. Empecé a leer que no
necesitaba un buey o un cordero y que Cristo Jesús era el cordero de Dios.
Uf, que momento más alegre al leer que no tenía que encontrar un buey. Entonces
comencé a leer sobre algo llamado el “Espíritu Santo”. “¿Qué es un Espíritu
Santo?” Y la Biblia también decía que cuando Jesús se fue, nos dijo que enviaría
a quien nos conforte. “Oh, ¿qué quiere decir esto? ¡Quiero saber más! ¡Yo
necesito a alguien que me conforte!” pensé. Estaba ya en el doceavo día de
ayuno. Todavía estaba en ascuas en lo que se refiere a mi salvación. Me sentía
la mayor parte del tiempo condenado al infierno, pero continué buscando a Dios.
Sentado en la cocina en casa de mi tía, con mi tío sentado ahí en la pausa del
trabajo para comer, comencé a compartir lo que había leído sobre el Espíritu
Santo. Pensaba que tendríamos una conversación maravillosa y quizás, porque mi
tía siempre parecía tan involucrada en la iglesia, podría aclararme algunas
cosas.
Así que me abrí y conté que estaba leyendo en la Biblia sobre algo llamado
Espíritu Santo y que dice que Dios nos da eso cuando nos hacemos cristianos, y
que recibimos el poder de hacer cosas que nunca había escuchado en la iglesia.
Quiero decir, dice que los enfermos sanan y este tipo de cosas. Así que ahí
estaba sentado en la mesa de la cocina esperando algún espléndido consejo, algo
edificante que saliese de la boca de mi experimentada tía en temas cristianos.
Empezó a gritarme “deja eso del Espíritu Santo, ¡eso es todo del diablo! Te
volverás loco e iras al infierno si te metes en eso, ¡esa mierda del Espíritu
Santo viene directa del infierno!”. Me creería si le dijera que me quede
estupefacto. ¡Que confuso estaba! Esta era mi tía, que estaba siempre haciendo
cosas en grupos femeninos en la iglesia y que siempre llevaba una Biblia encima.
Aquí tenia una Biblia en mis manos que hablaba del Espíritu Santo y de recibir
poder de Dios. Decía que era bueno y parte de nuestro patrimonio.
Empecé a preguntarme si teníamos la misma Biblia. Sin embargo, estaba tan
incontrolablemente furiosa que pensé que seria mejor quedar callado. En los días
siguientes el ambiente estaba muy pesado. Continué con el ayuno, que ya había
empezado a preocupar a mis tíos. Y ahora que estaba entrando en esta historia
del Espíritu Santo, empezaban a alarmarse. Sobre el decimosexto día de ayuno mi
tía me dio un ultimátum. Me dijo que tenia que parar el ayuno y “dejar toda esa
tontería del Espíritu Santo” o sino me volvía a California. Para mi esto no era
una elección. Todavía estaba luchando por mi vida y mi cordura. Así que le dije
que iba a hacer las maletas. Así que ahí estaba de nuevo, de vuelta en
California todavía luchando por mi salvación. Mi ayuno pasó el día 18, el 19, el
20… quería llegar a los 40 días, como parecía que hacían en la Biblia.
Supongo que pensaba que tenía que durar 40 días para ser un ayuno de verdad.
Pensé que tenían que ser 40 días para obtener las respuestas que estaba
buscando. Pero ahí tumbado en el veinteavo día, comencé a sentir punzadas de
deseo de comer algo. No había tenido hambre para nada en todos eso días (el
hambre se va al segundo o tercer día). Me dije que tal vez era el momento de
parar el ayuno. Así que después de mucha contemplación sobre si debía dejarlo o
no, decidía dejarlo siguiendo las sugerencias de mi libro “ABC del ayuno”. Decía
hazlo despacio y fácil. Todo lo que se suponía que podía tomar después de tanto
tiempo de ayuno era una pizca de zumo de naranja. Así que me preparé un pequeño
baso y tomé un sorbo. “Oh ¡Dios! ¡Qué sabor tan intenso! El ayuno y lavado de mi
cuerpo durante tanto tiempo había afilado mi sentido del gusto, y no podía
soportar la intensidad del sabor del zumo de naranja.
Así que lo diluí diez veces con agua. Sorbí un poco otra vez y todavía era
demasiado sabroso, incluso tan diluido. Y entonces, mientras estaba ahí de pie
en la cocina tomando pequeños sorbos de zumo de naranja, vi en la estantería una
bolsa de malvaviscos. Me dije que mordisquearía uno con mi zumo. Me parecía una
idea segura. ¡Muy rico! No exactamente una gran combinación, pero no estaba mal.
Al acabar me acosté en el sofá y pensé “De acuerdo, Dios, he hecho lo que he
podido, dejo mi alma y mi salvación en tus manos”. Cerré mis ojos y empecé a
adormecerme. Entonces, puf, otra vez salí de mi cuerpo. Me encontré sentado en
una silla sólida como cualquier otra en la Tierra. Parecía suspendida en el aire
sobre lo que parecía ser el infierno, como había pasado la vez anterior. Las
llamas estaban ahora más cerca y podía verlas lanzándose hacia mí.
Ahí frente a mi cara estaba Satán maldiciéndome y recordándome todo lo que había
hecho mal y lo idiota que era por pensar que podría salvarme. Pegó su cara a la
mía y continuó acusándome sin parar y sin misericordia. Tenía tanto miedo de la
verdad de lo que estaba diciendo, no sabia que hacer. No podía defenderme. Era
culpable. Era un pecador, y no uno menor. Mi mente buscaba qué hacer. No podía
hablar. Mis manos estaban paralizadas a los lados. Y entonces un único
pensamiento vino a mi mente, como un rayo de luz. La memoria de cómo mi madre me
había enseñado a colocar mis manos para rezar cuando tenia 3 años. Pensé “eso es
lo que haré, colocaré mis manos para rezar”. Cuando empecé a subir las manos
Satán salto hacia atrás como si asombrado por lo que hacía.
Entonces al mismo tiempo sentí una fuerza invisible entre mis manos que las
alejaba la una de la otra. Parecía como si Satán no quisiese que mis manos se
uniesen para rezar. No pensé que pudiera afectarle tanto el mero pensamiento de
alguien decidiendo rezar. La fuerza que apartaba mis manos era increíblemente
poderosa. Consagré todo lo que tenia a juntar mis manos porque lo sentía como
una batalla por mi vida. Sentía que empezaba a sudar (lo cual es interesante
porque estaba fuera de mi cuerpo). En la desesperación mis manos poco a poco
conseguían aproximarse, y cuanto mas cerca estaban entre si, mas desesperada
parecía la expresión de Satán. Después de un periodo de lucha, mis dos manos
finalmente se juntaron bastante para que mis dedos mayores se tocaran.
En el momento en que se tocaron, me sentía tan falto de energía que grité en voz
tan alta que parecía llenar el universo “Oh, ¡Dios!”. Esa era la tercera vez que
estaba fuera de mi cuerpo y la tercera que gritaba “Oh, ¡Dios!”. En ese
microsegundo en que grité, Satán, la silla, las llamas y toda la habitación
salieron disparados lejos de mi, era como ver la nave espacial Enterprise yendo
a velocidad warp 10. Mientras se iba oí un silbido chirriante curioso. Me detuve
por un momento, suspendido en el vacío, y entonces vi algo en la distancia
viniendo hacia mí. De nuevo hubo un sonido extraño, un sonido grave que zumbaba
(en ese momento me parecía que esta escena venia hacia mi, pero desde entonces
he llegado a la conclusión de que tal vez yo era el que viajaba a ella). En
cualquier caso de repente había una persona de carne y hueso frente a mí. Y
antes de que pudiese pensar qué decir oí mi propia voz “¡Eres tú realmente!”
Estaba rodeado de la Shejina, la Gloria de Dios, y ahí, sentado en una ruca de
blanco puro, estaba Jesucristo. Mi atención giró como una espiral sobre él,
primero viendo las partes periféricas. Vi que estaba descalzo, y entonces, mi
atención moviéndose en el sentido de las agujas del reloj, vi su túnica que era
de un blanco absolutamente increíble (era tan blanco que no hay palabras en la
tierra que lo puedan describir, todo en la tierra son tonos grisáceos feos en
comparación). Mi atención subió a sus hombros y vi su pelo, de un color de
aceitunas negras maduras, tocando apenas la parte superior de sus hombros. De
nuevo bajando al nivel de la cintura me deleitaba de nuevo con el brillo de su
túnica. Luego subiendo otra vez a sus mejillas. Estaba mirando de lado con su
lado derecho hacia mí. Sus mejillas estaban demacradas, se parecía a alguien que
no hubiese comido recientemente. Era, para nuestros estándares, un hombre
hogareño, pero entonces me quedé bastante confuso con lo que vi.
No tenía barba, al contrario de lo que había crecido creyendo, y tenía unas
cicatrices en sus mejillas bastante visibles, como si su cara hubiese sido
desfigurada por un caso extremo de acné. Eso me desconcertó mucho. Entonces mi
atención subió a su cara y lo vi a los ojos. No hay palabras terrenales que
puedan transmitir lo que vi. Sus ojos eran como llamas de fuego negro y era como
si viese hacia otro universo que estaba dentro de él, un universo que no tenía
límites, que era infinito en tamaño y que estaba hecho de la substancia pura del
Amor. Estaba viendo dentro de un universo de puro Amor. Lo que pasó después es
como si hubiese estado agarrando una caja de dinamita y se me escapara de las
manos. La fuerza que encontré en sus ojos me empujó hacia atrás con tanta fuerza
que me sentí proyectado a través del universo entero, y tal vez fue así. A
medida que me frenaba pude ver un techo a una pulgada aproximadamente de mi
cara. Ahí estaba de nuevo, sobrevolando mi apartamento cerca del techo y viendo
mi cuerpo debajo en el sofá.
Poco a poco empecé a descender hacia mi cuerpo, como una de esas semillas de
diente de león. A medida que entraba en mi cuerpo (por el pecho esta vez) podía
sentir que mi cuerpo me agarraba. Lo sentí como si dos garras gigantes viniesen
a ambos lados y me agarrasen de golpe. Era un sensación repugnante, nada mas
llegado de la gloria de Jesús, entrar en la carne pecaminosa y sin gloria que
llamamos cuerpos. Sabía lo que había visto. Sabía que sabía que acababa de estar
frente a Jesucristo mismo, pero tenía un problema. Nunca había oído hablar de
que esto le hubiese pasado a nadie. Me preguntaba si era el único en el mundo.
No sabía que hacer de esto. No sabía si debía contárselo a alguien, o qué.
Decidí que tenía que averiguarlo. Así que ésta fue mi primera plegaria, nada mas
acabar de llegar. Oré “Dios, si esto le ha pasado a alguien más, por favor
muéstramelo y llévame a ellos para confirmar lo que acabo de vivir”.
Y en las siguientes semanas, Dios me llevó a unas sesenta personas que habían
tenido experiencias similares. Fue mas o menos un mes y medio después cuando el
confuso puzle fue resuelto para mi, sobre por que Jesús no llevaba barba cuando
lo vi (de hecho, había sido una cuestión urgente en mi mente si había visto al
Jesús real o no, justamente porque no llevaba barba).
Pero entonces, un día glorioso, mientras leía la Biblia, encontré una
profecía que explicaba que cuando fuera llevado ante Pilato, y también en la
crucifixión, sería abusado y golpeado y una cosa que también harían es
arrancarle la barba a puñados. ¡Esto lo explicaba! Había visto al Jesús real y
las cicatrices mostraban donde su barba
había sido arrancada de raíz. Jesús tenía tal vez una cara demacrada,
cicatrizada y hogareña, pero puedo decir por experiencia que si el Cielo no
tuviese nada más que ofrecer, poder sentarse y ver su cara por toda la eternidad
sería suficiente.
Nota: había necesitado mucho la confirmación de otras personas, como he
mencionado, y conocí en efecto a mucha gente que me contó sus propios encuentros
con Jesús. Una de las primeras fue mi propia madre, que no había contado a nadie
su historia durante más de cincuenta años. Su madre le había advertido de nunca
volver a repetirla. Después de mi propio encuentro, aún no le había dicho una
palabra y ya mencionó su experiencia. Estábamos fuera cenando juntos, y miró a
través de la mesa y dijo “me siento guiada a contarte un encuentro con Jesús que
tuve que solo he contado a una persona desde que ocurrió”. ¡Y describió a Jesús
exactamente como yo lo había visto! Este tipo de confirmaciones con una variedad
de personas continuaron durante unos meses. Uno de los encuentros más
sorprendentes que tuve fue trabajando en un turno de noche en una tienda 7-11.
Un tipo muy guapo entró en la tienda, se acercó a mi y dijo simplemente “¿no son
SUS ojos la cosa mas maravillosa?” y se quedó ahí sonriéndome. Yo dije “SI” y
con esa mirada en su cara me bendijo y salió de la puerta sin haber comprado
nada. ¡Me cuesta creer que no fuese un ángel!
Información previa:
Sexo: Hombre
Fecha en que ocurrió la ECM: 1969
¿En el momento de su experiencia, existía alguna circunstancia que amenazara su
vida? Incierto
Accidente Relacionado con una cirugía
Reacción alérgica Sobredosis de Medicamentos/Drogas Mientras se
recibía anestesia general Prefiero no cubrir este cuestionario para cada
una de las cuatro experiencias, pero brevemente: una fue un accidente de coche,
otra un envenenamiento accidental, en el siguiente fui sobre-anestesiado en una
operación y en el último simplemente ayuné demasiado tiempo.
Elementos de la ECM:
¿Cómo considera el contenido de su experiencia? Al
mismo tiempo agradable Y angustioso
¿Se sintió separado de su cuerpo? Si Durante
una operación dejé la sala de operaciones pasando a través de la puerta cerrada.
Fui por el pasillo hasta la oficina de mi cirujano, que había cerrado con llave.
Pasé a través de la puerta y memoricé algunas cosas que estaban encima de su
escritorio para poder decirle lo que había visto al volver. Se lo dije y con eso
verifiqué con él que la experiencia era real, pero a pesar de eso no pudo
comprenderlo.
Claramente abandoné mi cuerpo y existí fuera de él
¿Cómo compararía su máximo nivel de consciencia y alerta durante la experiencia
con su consciencia y alerta normal de todos los días? Más
Consciente y alerta de lo normal La diferencia es drástica. Es como estar en
un sueño que llamamos “vida” aquí en el cuerpo, y “caminar” a toda esa gloria y
realidad en el otro lado. Difícilmente se puede comparar a la vida terrenal, y
ciertamente no se puede transmitir con palabras de forma adecuada.
¿En qué momento de la experiencia estuvo en su máximo nivel de consciencia y
alerta?
En todo momento fuera del cuerpo hay una extrema claridad mayor de la que
conocemos estando en el cuerpo, y si ascendemos hacia la presencia de Dios el
tiempo deja de existir y las cosas se vuelven aún más intensas en términos de
cuan reales y claras son.
¿Sus pensamientos estaban acelerados? Increíblemente
¿El tiempo pareció acelerarse o ralentizarse? Todo
parecía estar sucediendo a la vez; o el tiempo se detuvo o perdió todo
significado Estaba fuera del tiempo. Era la eternidad, un momento eternal sin
final.
¿Sus sentidos eran más intensos que de costumbre? Increíblemente
más intensos
Compare por favor su visión durante la experiencia con su visión cotidiana que
tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia.
Recuerdo ver una pareja de seres a unos cien pies de distancia, pero podría
hasta contar sus pestañas. Podía ver cosas que estaba a cientos de millas. Allí
simplemente no hay muchas restricciones sensoriales.
Compare por favor su audición durante la experiencia con su audición cotidiana
que tenía inmediatamente antes del momento de la experiencia. No
oí gran cosa. Sabía que otros hablaban de mí, pero no me hablaban a mí. La voz
más clara que oí fue la mía propia cuando me encontré frente al Señor y dije
‘Eres TU REALMENTE’
¿Le pareció ser Consciente de cosas que ocurrían en otro lugar, como si se
tratase de percepción extra sensorial (ESP)? Sí,
y los hechos han sido comprobados
¿Pasó hacia o a través de un túnel? Si En
efecto pasé por un túnel cuando dejé mi cuerpo después del ayuno.
¿Encontró o llegó a ser Consciente de algún ser difunto (o todavía vivo)? Si Vi
a otros seres discutiendo sobre mi futuro, sobre si sería enviado de vuelta o
no, pero no me hablaron, solo lo hacían entre ellos. Sentí que había más seres
alrededor, pero mi atención estaba centrada en la belleza y la paz de las cosas.
¿Vio, o se sintió envuelto por, una luz brillante? Una
luz excepcionalmente brillante
¿Vio una luz sobrenatural? Si La
Gloria que vi en Jesús era infinita, sin límites, y después ver en Sus ojos era
como ver a través de un universo de puro amor ardiente – PURO AMOR, eternal y
sin fin.
¿Le pareció entrar a algún otro mundo sobrenatural? Cierto
lugar desconocido y extraño
¿Qué emociones sintió durante la experiencia? Ver
el Infierno era terrorífico y básicamente me tuvo en shock, ¡pero las visiones
del Cielo eran demasiado maravillosas para ser descritas! Las palabras no hacen
justicia. Lo más magnifico fue ver la cara de Jesús. Si eso fuera todo lo que el
cielo podía ofrecer, seria suficiente para la eternidad.
¿Tuvo una sensación de alegría? Increíble
alegría
¿Sintió una sensación de armonía o unidad con el Universo? No
¿Le pareció de repente entenderlo todo? Todo
sobre mí y los demás De nuevo, ciertamente vi todo sobre mi vida y el
desastre en que me había convertido. En lo que respecta a los otros, no recuerdo
haber obtenido información sobre nadie más. Lo que sí comprendí fue el Amor
eterno en los ardientes y profundamente negros ojos llenos de AMOR de Cristo, y
pude entenderlo a El mejor. Pero no entendí el universo o me sentí ‘UNO CON LA
NATURALEZA’.
¿Volvieron a usted escenas de su pasado? Mi
pasado rápidamente pasó ante mí, fuera de mi control
¿Vinieron a usted escenas del futuro? Escenas
del futuro del mundo Después de estos eventos sí que empecé a tener
revelaciones sobre el futuro – llamadas revelaciones ‘proféticas’.
¿Alcanzó un límite o una estructura física limitante? Incierto No
estoy seguro de entender la pregunta, pero hay un limite a partir del cual, si
lo cruzas, ya no puedes volver aquí, te quedas allí.
¿Llegó a una frontera o punto de no retorno? Llegué
a una barrera que no se me permitió cruzar; o fui devuelto contra mi
voluntad Cuando comprendí que estaba muerto sentí una aflicción abrumadora al
darme cuenta de que mi madre me encontraría echado en el sofá fallecido, así que
rogué ser traído de vuelta por el bien de mi familia.
Dios, espiritualidad y religión:
¿Qué importancia le daba a su vida religiosa / espiritual antes de su
experiencia? Incierto Nunca
había escuchado este tipo de historias hasta que tuve esta experiencia.
¿Han cambiado sus prácticas religiosas desde su experiencia? Si De
ser un tipo criado en las enseñanzas bautistas me transformé en alguien
funcional en áreas como visiones y profecías, lejos del típico chico bautista.
¿Cuál es su religión ahora? Cristiano-Cristiano
otro Mi historial religioso es
demasiado extenso para intentar describirlo en este pequeño espacio – Se puede
leer sobre él en mi libro ‘Casting Pearls’ – del que tengo un archivo PDF o se
lo puedo enviar por correo – estoy negociando un contrato editorial en estos
momento, pero creo que necesito encontrar a alguien con una actitud más activa
para el marketing.
¿Su experiencia incluyó características concordantes con sus creencias
terrenales? Contenido
que era totalmente no concordante con las creencias que tenía en el momento de
la experiencia No habiendo nunca escuchado hablar de tales experiencias –
creciendo en el Bautismo nunca se oye tales historias – tuve que hacer mis
propias investigaciones para encontrar paz mental.
¿Ha tenido un cambio en sus valores y creencias debido a su experiencia? Si Me
estaba convirtiendo en un imbécil y Dios necesitaba llamar mi atención. ¡La
obtuvo!
¿Le pareció encontrar a un ser místico o una presencia, u oyó una voz no
identificable? Me
encontré con un ser definido, o una voz claramente de origen místico o
sobrenatural
¿Vio usted espíritus fallecidos o religiosos? Los
vi realmente
¿Se encontró o tomó consciencia de cualesquiera seres que vivieron previamente
en la Tierra y que son descritos por su nombre en las religiones (como por
ejemplo: Jesús, Muhammad. Buddha, etc.)? Si Vi
a Jesús. La propuesta que escribí previamente debería ser suficiente para
obtener una respuesta más extensa.
¿Obtuvo durante su experiencia información sobre la existencia pre mortal? No
¿Obtuvo durante su experiencia información sobre conexión universal o
unidad? Si Todo
en el Cielo esta en perfecta harmonía -
y lo digo sobre el Cielo – no la tierra o algún tipo de sentimiento de
unión con la naturaleza.
¿Obtuvo durante su experiencia información sobre la existencia de Dios? Si Primero
luché con un espíritu maligno – así que sé que existen – y luego vi la cara de
Jesús y sé que también existe y esta VIVO, no muerto.
Con respecto a nuestras vidas terrenales aparte de la religión:
¿Obtuvo durante su experiencia conocimiento o información especial sobre su
finalidad? Si Que
Cristo es real y subió al Cielo.
¿Obtuvo durante su experiencia información sobre el sentido de la vida? Si El
sentido es encontrar a Cristo e intentar someterse a El para obtener su carácter
y forma de ser.
¿Cree en la vida después de la muerte después de su experiencia? Incierto Si El
hecho de que estuve allí y consciente evidencia esto – y NO es ningún tipo de
reacción química que ocurre en el cerebro. ¿Cómo podría una reacción química en
el cerebro mostrar lo que esta ocurriendo a cientos de millas de distancia y que
sea verificable?
¿Obtuvo información sobre cómo vivir nuestras vidas? Si Cómo
Dios es increíblemente MAS que lo que nos podemos imaginar aquí y Su santidad no
se puede obtener sin el milagro de la redención.
¿Obtuvo durante su experiencia información sobre dificultades de la vida,
desafíos y adversidades? No
¿Obtuvo durante su experiencia información sobre el amor? Si Amor
extremo en presencia de Cristo y especialmente al mirar a Sus ojos.
¿Qué cambios de vida ocurrieron en su vida después de la experiencia? Incierto
¿Han cambiado sus relaciones específicamente debido a su experiencia? Si Me
devolvió a mi fe y resolvió algunos de mis problemas.
Después de la ECM:
¿Fue la experiencia difícil de expresar con palabras? Si Simplemente
no hay palabras en el lenguaje humano que pueda hacer servir de forma adecuada
para describir las muchas cosas que pude ver y sentir. Las visiones, sonidos,
olores – todo agudizado en claridad total. En un cierto momento cada
acontecimiento de mi vida fue descubierto frente a mí.
¿Con qué precisión recuerda la experiencia en comparación con otros
acontecimientos de la vida que ocurrieron en la época de la experiencia? Recuerdo
la experiencia con más precisión que otros acontecimientos de la vida que
ocurrieron en la época de la experiencia
¿Ha tenido tras la experiencia dones psíquicos, no ordinarios u otros dones
especiales que no tuviera antes de la experiencia? Si Visiones,
profecía, discernimiento, sabiduría.
¿Hay una o más partes de la experiencia que son especialmente significativas o
importantes para usted? Ver
a los ojos de Cristo fue simplemente la mejor cosa en el universo para mí.
¿Ha compartido usted alguna vez esta experiencia con otros? Si No
la compartí durante varias semanas, porque aun estaba intentando comprender si
me había vuelto loco o algo así. Entonces comencé a encontrar a otras personas
que habían visto las mismas cosas. Y el hecho de verlo a El con su barba
arrancada fue tal vez una validación más importante que cualquier otra cosa.
Además, durante muchos meses siguió enviándome a más y más personas para que
compartiesen su experiencia conmigo.
¿Tenía usted algún conocimiento de las experiencias cercanas a la muerte (ECM)
antes de la experiencia? No
¿Qué pensó sobre la realidad de su experiencia poco tiempo después (días o
semanas) de que sucediera? La
experiencia fue definitivamente real
¿Qué piensa ahora sobre la realidad de su experiencia? La
experiencia fue definitivamente real
¿En cualquier momento de su vida, ha habido alguna vez algo que le haya
reproducido parte de la experiencia? No Cada
experiencia tuvo sus detalles ciertos y consistentes. Cristo en Gloria. He visto
algunas cosas más de una vez y no cambian, como la música que oigo o los olores
celestiales.
¿Hay algo más que le gustaría añadir acerca de su experiencia? No
No ahora mismo, excepto que desearía que
todo el mundo pudiese probarlo.
¿Hay alguna otra pregunta que podríamos hacer para ayudarle a comunicar su
experiencia? Creo
que deberían revisar algunas de las preguntas, porque tal y como están
formuladas me confundieron bastante.