ECM de Romy
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Descripción de la experiencia:

Yo estaba en un auto, con mi familia, en un viaje por la India, cuando repentinamente hubo una conmoción —hubo un sonido del auto yendo fuera del camino, y pude ver mis dos hermanos, el que estaba sentado en la parte de atrás y el que estaba al frente, saltar y tratar de agarrar el volante. El auto estaba cayendo dando vueltas hacia abajo de la montaña.

Lo que pasaba en el auto estaba en la parte de atrás de mi atención. Al frente de mi atención, escuché una confortadora voz masculina decir varias veces lentamente, “Todo está bien”. Parte del significado de esto en hebreo es “todo está en orden”. Extrañamente, yo tenía paz absoluta y no tenía miedo. Mientras el auto caía dando vueltas por la ladera de la montaña, y chocando contra las superficies duras, la voz calmadamente decía “Rueden con él”, como si fuera simplemente un ejercicio de movimiento.

Sintiendo paz absoluta, dejé que mi cuerpo rodara. La voz venía como si fuera dentro de mi cabeza, pero al mismo tiempo, no era “yo”. Era muy reconfortante, estable y fuerte. No reconocí la voz, pero me conecté con ella muy profundamente, y supe que podría confiar en ella con todo mi corazón.

Mientras estaba “rodando” con cada sacudida, de repente noté que ya no estaba más dentro del auto. Yo sentía una confianza completa.

Estaba rodeada de espacio, mientras vi que las imágenes de mi vida entera comenzaron a desenvolverse.

Yo vi millones de cuadros de eventos de mi vida, como si fuera una película desmenuzada en cuadros de fotografías. Todas las pequeñas acciones, pensamientos y momentos tras momentos, incluso aquellos que había olvidado que habían sucedido, estaban allí. Era una vista muy fascinadora. La cosa más curiosa era que los cuadros no estaban conectados unos con otros, tenían una separación entre ellos que parecía como una guirnalda de luz. Y parecía que habían sido tejidas en esta cuerda de luz.

Mis sentimientos eran principalmente ecuanimidad, temor y curiosidad. Había en mí, un fuerte aspecto inquisitivo mientras examinaba todo. Y cada vez que una pregunta se presentaba en mi mente, la respuesta aparecía inmediatamente.

Este despliegue de fotos y espacios se desarrolló y progresó en forma continua, presentando una delicada y constante línea de secuencia en orden perfecto, una cadena de eventos, aunque de alguna manera ellas iban sucediendo al mismo tiempo. Era inspirador presenciar el orden y sentido que todos esos pequeños cuadros parecían tener en “el gran cuadro”. Yo sentí mucha compasión. Yo fui perdonada. Pero en realidad, no había nada que perdonar.

Pude ver que mi vida estaba en perfecto orden. De cierta manera era como si se observara una ecuación matemática o una suma que tuviera mucho sentido—tal cosa y tal cosa crearon este tipo de resultado. Era un simple diseño de natural causa y efecto con una gentil comprensión. No había juicio, solamente inocencia.

Mientras yo estaba observando este despliegue lineal de cuadros, me di cuenta que simplemente mirando y enfocando en una foto específica, haciendo “zoom” en ella, yo podía también entrar esa escena y entonces volver a salir de ella, “zoom out” y volver a mi puesto de observación. Miré hacia mi niñez, y me di cuenta que podía poner cuadros allí.

Desde cada cuadro, momento o pensamiento, siempre existe la posibilidad de acceder a esa luz que lo separa entre este y el próximo cuadro.

Yo pude ver también todos los pensamientos que he tenido durante toda mi vida. Sus “cuadros” son tan fuertes como los cuadros que muestran acciones o palabras. Me sorprendió ver que nuestros pensamientos son tan fuertes, tan reales. Parece como que ellos estuvieran enhebrados en un hilo de luz.

Me di cuenta que todo lo que me pasó y cada simple pensamiento que había tenido creó una impresión. También, cada simple evento o pensamiento influenció mi vida y la vida de quienes estaban a mi alrededor. Cada sentimiento, cada intención, cada vez que o estaba consciente de la luz y el espacio entre cuadros —todo tuvo importancia.

Mientras miraba, me sentía muy tranquila. Pude ver cómo el último momento de mi vida fue el resultado de todo lo que me había pasado anteriormente.

Pude ver que mi vida fue una manifestación perfecta simplemente de lo que fue, de quién yo fui. Había una aceptación completa, incluso en esos momentos que yo recordaba como menos agradables. Mi vida, todas nuestras vidas estaban enhebradas en esta luz que llenaba el espacio entre cada cuadro. En los momentos en que estamos abiertos, nos conectamos con él. Así de simple. La posibilidad de la conexión siempre está allí.

En el último momento o cuadro de mi vida estaba yo misma, rodando de la montaña en un auto, con mi madre, mis hermanos y el conductor. Repentinamente, yo estaba dentro del cuadro nuevamente. Pude ver cómo estamos todos conectados. Yo estaba conectada a cada uno en una multifacética tela de araña luminosa, un holograma como un DNA, que estaba en orden perfecto. Todo conectado a todo con hebras delicadas de luz, que eran los espacios entre cada momento. Eso mostraba mi conexión a las otras personas, las otras almas, a otros incidentes, momentos pasados, futuros y presentes. Había un completo orden y completa aceptación de todo. Luego, no hubo más cuadros, sólo una fuerte sensación de movimiento hacia adelante.

Ahora, yo continuaba yendo hacia adelante, y sentía que iba saltando hacia adelante.

No había nada a mi alrededor. Solamente espacio. Traté de entender dónde estaba.

Sentía muy clara mi mente. También me sentía liviana y feliz.

Estaba en otra esfera. De alguna manera, todavía estaba viva, pero no tenía mi cuerpo.

Yo sé muy bien que yo soy, que yo existo.

Pero siento que he dejado mi cuerpo.

Reflexioné sobre el último cuadro que vi en el enhebrado de mi vida, de mi misma dentro del auto que cayó rodando desde la montaña, y llegué a la conclusión que debía haber sido el último momento de mi vida en un fatal accidente de automóvil.

Me di cuenta y comprendí que hay vida después de la muerte —que he muerto y dejé mi cuerpo, y sin embargo todavía existo. Traté de entender dónde estaba. Estaba en una transición. Todo lo que puedo notar diferente de antes, además de no tener un cuerpo, era que el aire o el espacio tienen una ligera diferencia de consistencia y matiz.

Reflexioné sobre cómo la transición entre la vida y la muerte es tan suave y calmada. Se me hizo claro que la muerte es la continuación de la vida, y no lo opuesto.

Me dejé ir.

Me sentí vigorosa y activa, como un niño, muy curiosa por ver qué es lo que venía ahora, y mirando hacia todo con nuevos ojos.

Enseguida, me sentí saliendo a una oscuridad que parecía un vacío, a una velocidad inmensa. No tenía cuerpo, pero mi espíritu tenía ojos. A mi alrededor vi una escena que pensé que era como la Tierra. Había árboles y rocas, y estábamos junto a una montaña. Y digo “estábamos”, porque después de viajar por un tiempo rápidamente por el escenario, pude verme a mí misma, a mi cuerpo sentado al borde de lo alto del abismo. Yo estaba inclinada hacia el abismo. Me junté con mi cuerpo para ver qué estaba pasando, y me encontré mirando esta inmensa luz.

Era asombroso. Reconocí la luz por experiencias de meditación que tuve, por momentos de inspiración, experiencias espirituales, fuertes experiencias de amor incondicional, y en realidad, me di cuenta que esa luz estaba enhebrada dentro de cada momento de mi vida y que siempre, siempre la conocí y tuve acceso a ella.

Sentí una profunda intimidad y poderoso amor, una gran entrega, alivio y alegría. Por lo que vi, nuestras vidas están enhebradas en esta luz, que llena los espacios entre cada momento. En todo momento, en toda situación, en cada pensamiento, la luz está siempre disponible a nosotros. Si estamos conscientes de que está allí, podemos recordarnos a nosotros mismos de llamarla. De conectarnos a ella.

Ahora estaba sentada cerca de ella, cerca de su fuente. Nunca la había sentido tan fuertemente. Ella era todo. Todo lo que yo pueda necesitar nunca, todo lo que necesito o todo lo que pudiera nunca necesitar en el futuro. Todo estaba en esta Luz. Era tibia. Había una inmensa cualidad curativa y nutritiva en ella. Y un puro, inmenso, y poderoso Amor incondicional en ella. Yo sabía que podía confiar en esta luz.

Estaba arrodillado en frente de esta luz. Todo lo que podía sentir era un gran anhelo de ser parte de ella.

Me di cuenta que se me presentó una elección. Con gratitud decidí que debía ir adelante con esta luz. Sé que no deseo elegir nada diferente.

Sonreí con una gran sonrisa y salté hacia adelante. Por un momento eterno, fui una con ella.

En el momento siguiente, vi mi cuerpo tendido en el suelo y sentí que estaba entrando en él. Volvía a la vida. Comprendí que de alguna manera estoy nuevamente en la vida. Quedé sorprendida porque no pensé que yo había hecho tal elección.

Lo primero que me di cuenta fue que no podía respirar. La voz que estaba conmigo desde el comienzo de mi experiencia volvió y dijo “contrae tu diafragma”. Lo hice con fuerza y así fue cómo comencé a respirar. Entonces comencé a percibir mis sentidos—había un terrible gusto en mi boca (¿de tierra?), y un horrible olor en el aire, lleno de gasolina y humo.

Durante la próxima hora, muchas cosas interesantes sucedieron. Pienso que a causa de mi NDE, una diferente ventana de consciencia se abrió de repente en mi percepción. Fue como si a esa ventana le tomó cierto tiempo cerrarse. Por un rato, incluso aunque ya estaba de vuelta aquí en mi cuerpo, yo podía percibir vislumbres desde aquel “otro” mundo.

Puedo decir con toda honestidad que mi NDE fue la más poderosa, penetrante, intuitiva, alegre y gozosa experiencia que yo haya jamás tenido.

DESPUÉS DE LA DESCRIPCIÓN, LAS PREGUNTAS ACLARATORIAS DEL WEB SITE.

¿Al tiempo de la experiencia, había algún peligro de vida? Sí, era un accidente de auto en la montaña.

¿Es la experiencia difícil de expresar en palabras? No hay suficientes palabras para describirla, pero es más difícil aun porque es tan poco común, especialmente en el tiempo y lugar en que yo vivo. No conocí nadie que tuvo esta clase de experiencia hasta que conocí a Anita Moorjani, y también me enteré de este website.

¿En qué momento durante la experiencia estaba usted en su mayor nivel de consciencia y alerta? Cuando entré a la luz, me sentí más consciente, feliz y expandida. También cuando miraba a los cuadros de mi vida y vi cómo estaba conectada a todos los demás, fue uno de los momentos de más significación. También después de volver, durante la primera hora, pude ver cosas que nunca había visto en este mundo. Me sentí más clara, alerta y despierta que en ningún otro momento de mi vida.

Por favor compare su visión durante la experiencia con su visión de todos los días. Mi visión se expandió como si estuviera aumentada y pude ver muchas más cosas. Pude controlar los detalles y parecía que a cualquier lado que mirara, mi atención me llevaba más cerca del objeto. Después de despertar, por la primer hora podía ver “cosas” en el aire, que mi mente no entendía lo que eran.

Por favor compare su oído durante la experiencia con su oído de todos los días. Oí una voz que nunca había oído antes. Parecía venir desde dentro de mi cabeza, pero no era “yo”. Mientras volvía a la vida, la misma voz volvió y me dio específicas instrucciones de cómo respirar, y cómo llegar a un lugar seguro. Entonces escuché muy fuerte contando a un coro, con bajos de voces masculinas, cantando en hebreo una oración de bienvenida a los “ángeles de paz”. Me sorprendió tanto que miré hacia atrás a ver de dónde venían las voces.

¿Qué emociones sintió durante la experiencia? Paz, calma, curiosidad, asombro, alegría, felicidad.

¿Vio una luz no terrenal? Sí, muy difícil de describir en palabras. La más hermosa, tibia y agradable luz estaba allí. Era más que visual. Tenía cualidades en ella, era extremadamente viva y poderosa. Sostenía un inmenso amor en ella.

¿Le pareció encontrar una presencia o ser místico, u oír una voz no identificable? Oí una voz que no pude identificar. Al principio de la experiencia cuando el auto comenzó a volcarse. Cuando estaba mirando el despliegue de mi vida, había una muy gentil presencia a mi lado, casi imperceptible.

¿Se volvió consciente de eventos pasados en su vida durante la experiencia? Sí, Vi todo lo que pasó en mi vida, y cada simple pensamiento que haya tenido. Vi una experiencia de mi niñez que había olvidado que había pasado, pero entonces la recordé claramente después de la NDE.

¿Le pareció entrar en otro mundo, no terrenal? Sí, un mundo claramente místico y no terrenal. Era en algún lugar en el “espacio” (no había nada alrededor). Allí vi las experiencias de mi vida. Luego estuve en un mundo diferente, también en el “espacio”, pero ligeramente diferente al anterior, donde el aire tenía un matiz diferente.

¿Le pareció que el tiempo aceleraba o se atrasaba? Todo parecía estar sucediendo al mismo tiempo, o el tiempo estaba detenido o había perdido su significado. Parecía que todos los eventos de mi vida estaban sucediendo al mismo tiempo, sin embargo, cuando los estaba observando parecía que yo estaba “afuera del tiempo”. El concepto del tiempo era muy diferente de lo que yo he experimentado en mi vida.

¿Tuvo la impresión de comprender todo? Sí, Todo sobre el universo. Entendí muchas cosas sobre mi vida y cómo las cosas son en nuestra existencia—cómo nuestra experiencia en realidad nos conecta con el mundo, cómo este mundo está construido, y cómo podemos conectarnos con la eternidad en cada momento

¿Llegó usted a una frontera o punto de no regreso? Sí, llegué a una barrera que no se me permitió cruzar, o fui mandada atrás en contra de mi voluntad. Yo estaba yendo adelante muy feliz en mi viaje. La decisión de saltar hacia la luz fue muy impulsiva y rápida y recuerdo haber pensado que alguna otra persona probablemente hubiera pensado un poco más antes de hacerlo. Pero también me sentí muy segura de que era lo que yo quería. Sentía que esta luz era lo que yo había estado buscando toda mi vida, que todo lo que siempre hice fue por esta luz. Estaba haciendo la elección consciente de saltar hacia ella. Me sorprendió haber vuelto otra vez a la vida. Por supuesto hoy estoy muy agradecida por volver y tener todas las experiencias que tuve en mi vida, especialmente por mi esposo y mis hijos, y la alegría de nuestra vida juntos.

¿Tuvo usted la sensación de conocer algún conocimiento especial? Sí, que continuamos viviendo después de la muerte y que estamos conectados al total de la existencia.

Comente cualquier cambio que pueda haber ocurrido en su vida después de la experiencia. Hubo grandes cambios en mi vida. Comencé a ver las oportunidades que existe en cada momento. Me di cuenta que mi propósito es conectarme a esta luz que vi y compartirla con otros. Sentí una gran necesidad de “poner mis manos en la gente” y transmitir algo de la luz, especialmente en el primer año después de la experiencia, lo cual inmediatamente me trajo a un lugar de confianza y amor. Pienso que por los últimos 18 años, a pesar de estar viviendo una vida mundana, parte de mí está siempre en la luz…

¿Hubo cambios en sus valores y creencias después de la experiencia? Sí, Comprendí que podemos conectarnos con el mundo celestial en cualquier momento. Que la fuente de este universo es el amor y que está con nosotros todo el tiempo. Se convirtió en una prioridad para mí conectarme con ella en todo momento.

¿Tiene usted algún don psíquico no ordinario o especial después de la experiencia? Sí, mis sentidos están más abiertos después de la experiencia. Fui capaz de “saber” cosas. Sentí que ese segundo que estuve dentro de la luz, fue un poco como siendo expuesto a una fuente de energía de alto voltaje. Pienso que por un año después todavía me sentía sacudida por la intensidad de la experiencia, sobre la cual no podía hablar mucho, y que era revivida cuando ponía mis manos sobre alguien haciendo Reiki.

¿Ha compartido esta experiencia con otros? Sí, pienso que en los primeros días. Las reacciones fueron desde shock e inhabilidad de digerir, hasta ser inspirados. Siempre sentí que simplemente contando la NDE traía una energía de la frecuencia de la experiencia.

¿Tenía usted algún conocimiento de experiencias NDE antes de su experiencia? No estoy segura. Nunca había escuchado de alguna experiencia, pero había escuchado sobre la luz y el túnel. No creo que eso haya afectado mi experiencia, porque nunca imaginé lo que experimenté, o el asombroso sentimiento de alegría, amor y la luz que vino con ella.

¿Qué creyó sobre la realidad de su experiencia a los pocos días de sucedida? La experiencia fue real. Fue algo muy, muy fuerte. En realidad, me sentí más allá que aquí, por cierto tiempo.

¿Qué piensa sobre la realidad de su experiencia ahora, después de este tiempo? La experiencia fue definitivamente real, 18 años más tarde, es todavía la más poderosa y significativa experiencia que me ha sucedido en toda mi vida.

¿Han cambiado sus relaciones como resultado de su experiencia? Sí, mi hermano falleció como resultado de este accidente. Me siento mucho más unida a mi familia después, sintiendo la necesidad de estar cerca y de apoyar.

¿Han cambiado sus creencias religiosas o espirituales como resultado de esta experiencia? Sí, porque escuché esa tradicional oración judía después que desperté, dándoles la bienvenida a los ángeles de la paz, y eso fue muy fuerte y alto. Me abrí a la religión judía.

¿En algún momento de su vida, se ha reproducido alguna parte de su experiencia? Sí, Hablando sobre la experiencia, escribiendo sobre ella, o simplemente pensando sobre ella, inmediatamente me conecta allí.

¿Hay una o varias partes de su experiencia que son especialmente significativas para usted? Primero, estar en la luz, y ver que esta luz envuelve cada momento de nuestras vidas. Y luego, ver que mi vida no es una película continuada, sino que son imágenes separadas con un espacio entre ellas.

¿Hay algo más que desee agregar sobre su experiencia? Me doy cuenta que ella fue un gran regalo.