Descripción de la experiencia:

Tuve síntomas gripales acompañados de dolores menores irradiando desde el pecho hacia ambos brazos y subiendo hasta la mandíbula. Los médicos realizaron dos electrocardiogramas que resultaron ser la imagen misma de la perfección, los síntomas no fueron tomados en serio porque se interpretaron como efectos de un virus maligno. Tras algunas semanas sin mejoría y otro electrocardiograma digno de manual, se decidió someterme a una prueba de esfuerzo. Eso implica andar sobre un tapete con diferentes niveles de dificultad, estando conectado a un sofisticado electrocardiógrafo. En el transcurso de la primera etapa de la prueba, sentí un terrible dolor en el pecho. Fue como si alguien me hubiese puesto un torno gigante sobre el pecho. Recuerdo que el médico me preguntó si me encontraba bien y que empecé a caerme, pero no me acuerdo del aterrizaje sobre el tapete o sobre el suelo.

Después de eso, mis recuerdos consisten en imágenes y sensaciones fragmentarias. Recuerdo haber pasado por un túnel o un pasaje tubular con un fuerte ruido de velocidad de fondo. No recuerdo haber entrado ni salido del tubo.

Lo que recuerdo inmediatamente después, es de haber sido atraído hacia una magnífica luz de una intensidad inconmensurable. Mientras que iba hacia la luz, mi primera mujer (Nota de NDERF: su primera mujer ya estaba muerta) me interceptó. Estaba feliz de verme, pero preocupada porque no era tiempo para mí de estar allí. Supe que estaba feliz y satisfecha de su forma de entonces. No recuerdo que ella hubiese formulado todo eso. Simplemente lo supe.

Tuve la impresión de girar hacia la derecha. Seguidamente, recuerdo haber estado sentado en una cálida pradera verde, así como de un brillante cielo azul. No logro recordar con precisión si había ahí hierba, flores u otras plantas en aquel lugar. Hablé ahí con alguien. Hablamos durante horas sobre la razón por la que todos nosotros estamos aquí, mis planes para esta vida. En aquel momento yo sabía todo eso, todo el sentido de la vida y lo que todo eso significa.

De todo eso, no me acuerdo de ningún modo, salvo de la última frase. Tengo claro que no lograré recordarlo. Todavía hoy, sueño detalladamente aquella conversación. Cuando me despierto, sigo sin poder acordarme de ella. No sé a quién ni incluso de qué hablé. Puedo decirles que sentía amor incondicional y una sabiduría sin límite.

Tal como dije, lo único que recuerdo de aquella conversación, es una frase. Me acuerdo de ella como si acabase de escucharla. Una voz masculina profunda dijo: “Entonces está decidido, te vuelves.”

Al final de esta frase, el personal médico intentó una desfibrilación por segunda vez. Fui proyectado en mi cuerpo y sentí el choque con furor. Fue como si alguien desencadenase una pequeña bomba en mi pecho. Mis ojos se abrieron y vi la parte posterior de la cabeza del hombre que realizó la desfibrilación. Le oí decir “conversión” que es el término médico inglés para: restablecimiento del ritmo cardíaco. Eso me indica que se trataba de la segunda desfibrilación. El médico que practicó la prueba de esfuerzo me dijo que se me habían administrado dos choques eléctricos. La primera vez, no hice la “conversión”.

Mis ojos se volvieron a cerrar. Cuando volví a abrirlos, estaba en cardiología.

1. ¿Medicamentos o sustancias asociados habiendo podido potencialmente afectar la experiencia? No estoy seguro.

2. Explicación: Durante los esfuerzos de reanimación, varios medicamentos fueron administrados. No sé cuáles, ni en qué cantidad.

3. ¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? Sí.

4. ¿Qué es lo que en la experiencia la hace difícil de transmitir? No compartimos un cuadro de referencia común. Las impresiones y la comunicación no verbal forman gran parte de todo eso.

5. En el momento de la experiencia ¿había allí una situación amenazando su vida? Sí.

6. Describa: Un paro cardíaco.

7. ¿Cuál era su estado de consciencia y de lucidez en el momento de la experiencia? Los recuerdos que puedo rememorar son muy vivos y muy nítidos.

8. ¿De alguna manera, la experiencia se parecía a un sueño? Sólo en la medida en que no soy capaz de acordarme de todo. Pero aquello que recuerdo es nítido, sin las características del sueño.

9. ¿Vivió una separación de su consciencia y de su cuerpo? No estoy seguro.

10. ¿Describa su apariencia o forma fuera de su cuerpo? Durante los acontecimientos que puedo recordar, no se me vino a la mente mirar u observar una parte cualquiera de mi cuerpo.

11. ¿Qué emociones sintió durante la experiencia? Una increíble sensación de atención y de amor absolutos. Lo más parecido a ello que puedo describir es el amor incondicional de una madre por su bebé.

12. ¿Oyó sonidos o ruidos inhabituales? Un ruido de soplido en el túnel, parecido al soplido de una radio entre dos estaciones, o al sonido de la marejadilla oceánica sin la pulsación de las olas.

13. ¿Pasó en o a través de un túnel o un espacio cerrado? Sí.

14. Describa: Recuerdo haber viajado a muy gran velocidad por un pasaje tubular oscuro.

15. ¿Vio una luz? Sí.

16. Describa: Un espectro completo de una luz de indescriptible belleza, muy brillante. Con todo lo brillante que fue, no era sin embargo desagradable o dolorosa de mirar.

17. ¿Encontró o vio a otros seres? Sí.

18. Describa: Encontré a mi primera mujer muerta. Hablé con una entidad superior en torno a la razón por la que estamos aquí, lo que es la misión en esta vida. No tengo memoria de la apariencia de esa entidad. Creo que he podido conocer a esa entidad antes de mi ataque cardíaco, pero no estoy seguro de ello.

19. ¿Revisó acontecimientos pasados de su vida? No.

20. ¿Observó u oyó, durante su experiencia, cualquier cosa, relativa a personas o acontecimientos y que pudo luego ser verificada? No estoy seguro.

21. Describa: Sólo la visión de los médicos administrando la segunda desfibrilación.

22. ¿Vio o visitó lugares, niveles o dimensiones admirables o particulares? Sí.

23. Describa: La región con la luz y la “pradera verde” como se describió más arriba.

24. ¿Vivió una modificación del espacio o del tiempo? Sí.

25. Describa: Pasé varias horas discutiendo en la pradera verde. Los esfuerzos de reanimación duraron menos de cinco minutos.

26. ¿Tuvo el sentimiento de tener acceso a un conocimiento particular, aun objetivo y/o a un orden del universo? Sí.

27. Describa: Aprendí que hay un plan que motiva nuestra presencia aquí. Sé que la vida implica mucho más que aquello de lo que somos conscientes. Pero, podríamos no estar en la medida de comprenderlo mientras estamos en nuestra forma actual.

28. ¿Alcanzó un límite o una estructura física de delimitación? No.

29. ¿Tuvo consciencia de sucesos futuros? No estoy seguro.

30. Describa: En raras ocasiones, siento fuertemente que debo escoger cierto camino de vida. Cada vez, obedecí a ese sentimiento y ha probado ser muy positivo.

31. ¿Ha estado implicado en, o consciente de una decisión de retorno al cuerpo? Sí.

32. Describa: Estoy seguro que la elección de permanecer o de partir me pertenecía.

33. Tras su experiencia, ¿obtuvo dones especiales, paranormales, de videncia u otro, que no tuviese antes de la experiencia? No estoy seguro.

34. Describa: Ver el número 30.

35. Tras su experiencia, ¿su actitud y sus creencias han cambiado? Sí.

36. Describa: La experiencia puso fin al sufrimiento y a la ira que sentía tras la pérdida de mi primera mujer. He hecho la paz con las fuerzas que rigen esta vida.

Tengo una vida mucho más equilibrada. Yo creía que la búsqueda de la riqueza material y del estatus social era el único sentido de la vida. Tras mi ECM, he descubierto que no quiero seguir más ese camino. Mi médico me dijo: “¡Cambie de trabajo o morirá!”, pero añadió que esta vez moriría definitivamente. Hice caso omiso y volví a trabajar, sobre todo porque tenía el sentimiento de deber seguir ganándome honradamente la vida. Eso no funcionó. No por razones médicas, sino simplemente porque ya no era importante para mí. A finales de octubre, consideraba seriamente dimitir. En el trabajo, en noviembre, un andamiaje montado sobre instalaciones militares se vino abajo, la caída debía haberme matado. Aparte de algunos rasguños y de habérseme cortado la respiración, salí indemne de ello. Mientras estaba tendido, intentando recuperar el aliento, oí la voz de mi médico, como si alguien accionase un magnetófono cerca de mi oreja: “¡Cambie de trabajo o morirá!”. Jamás volví a ese trabajo.

Mi esquema de creencias ha cambiado drásticamente. He descubierto la prueba concreta que muchas cosas que se me enseñaron desde el altar, son sencillamente falsas. Los sacerdotes, pastores y otros hombres y mujeres del clero no tienen ni la menor idea de lo que la vida y la muerte implican realmente. Existe un plan rector y cada uno de nosotros interpreta ahí su papel. Estoy seguro que cada papel en este plan es tan importante como cualquier otro. Creer que la situación y el estatus le confieren más importancia al propio papel que al de “la señora de los lavabos” no es otra cosa que una absurdidad egocéntrica. Lo sé, yo también pensaba de esa manera.

37. La experiencia ¿afectó sus relaciones, su vida cotidiana, sus prácticas religiosas o similares, sus elecciones de carrera? Ver número 36.

38. ¿Ha compartido esta experiencia con otras personas? Sí.

39. Describa: Mi mujer me cree. No obstante, mi experiencia contradice fuertemente sus creencias religiosas y discutir de ello la pone incómoda. Entre las personas, fuera de mi familia, que saben que tuve una experiencia, la mayoría trata el asunto como si hubiese ingerido mi farmacia en el desayuno. En consecuencia, no abordo muy a menudo el tema. Excepto una periodista con la que trabajo de vez en cuando. Ella tuvo una ECM cuando era adolescente y hemos discutido largo y tendido de nuestras experiencias. La otra excepción, de manera bastante sorprendente, es mi médico.

40. ¿Qué emociones sintió tras su experiencia? Una mezcla de alivio y confusión. La mayoría de mis creencias acababan de hundirse.

41. ¿La mejor y la peor parte de su experiencia? Ver a mi primera mujer y evacuar esos sentimientos fue la mejor parte. La peor parte, es no ser capaz de acordarme de aquella conversación.

42. ¿Su vida ha cambiado a consecuencia de esta experiencia? Sí.

43. Describa: Como suplemento al número 36, ahora tengo un estilo de vida más tranquilo, paso más tiempo con mi familia.

44. Tras la experiencia, ¿otros elementos en su vida, medicamentos o sustancias han reproducido una parte de su experiencia? No.

45. Las preguntas formuladas y las informaciones que acaba de dar ¿describen completamente y con exactitud su experiencia? Sí.

Nota de NDERF: es muy raro que un paro cardíaco esté ligado a una “prueba de esfuerzo”. Todo lector que conozca a alguien que vaya a someterse a una “prueba de esfuerzo” debe saber que es generalmente una práctica segura, sugerimos hablar de toda inquietud con su médico.