Descripción de la experiencia:

El 17 de Diciembre de 1972, tuve la más profunda experiencia de mi vida, cuando tuve una cita, un encuentro de cerca, con la muerte. Debido a un absceso en mi hígado fui hospitalizado y tuve que someterme a aspiraciones. La primera de ellas salió bien, pero durante la segunda sentí que algo raro pasaba.

Sentí que una serie de lanzas me penetraban el ano, y una gran tormenta o torbellino comenzó en mi abdomen. Cada centro en mi cuerpo estaba activado y energizado. La energía vital de cada parte, tejido, y célula de mi cuerpo, se combinaba y trataba de salir por la parte superior de mi cabeza. Mi respiración se paró, la presión arterial cayó a cero, y podía seguir oyendo a los médicos discutir lo que había sucedido. Y entonces, en una fracción de segundo, viajé millones de kilómetros y alcancé una región de Luz.

El viaje fue en cuarta dimensión, lo que puede expresarse como experiencia fuera del cuerpo, cuando una identidad no identificada surgió en “esa Luz”. Las palabras me faltan cuando intento describir exactamente lo que veía o sentía. Pero puedo decir que no había allí un Dios humanizado, de todos modos, era una región de pureza sin mezcla. Había una brillante luz, inmensa velocidad o movimiento, y un increíble Amor Divino. No necesitaba sentidos para experimentar “ESO”. “Yo” estaba ausente y seguía viendo, conociendo, y comprendiendo. Aunque estuve allí por pocos segundos, pareció una eternidad. Mi concepto del tiempo y la distancia cambiaron considerablemente, pues viajé una distancia inmensamente larga en una trillonésima de segundo y lo que parecía una eternidad fue una eterna sacralidad condensada en nuestro concepto de tiempo.

¿Fue el tipo de experiencia difícil de expresar con palabras? Sí.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? Sí.

¿Pasó usted en o por un túnel o espacio cerrado? No.

¿Vio usted una luz? Sí. Vi una inmensa luz.

¿Encontró usted o vio a algún otro ser? No.

¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados de su vida? No.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? Sí.

¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universal? Sí.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? No.

¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? No. Yo no quería volver. Lo primero que dije cuando recuperé la consciencia fue: “¿Por qué me habéis traído de vuelta?”.

¿Como resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? Sí.

Más tarde me di cuenta, de que el “Gobernador” del universo se había hecho cargo de la gestión de mi vida, y “Yo” me reduje a una no entidad. En mi estado de ausencia, la desconocida fuerza se manifestó y se comunicó en forma de poesía.

“Cuando estuve completamente vaciado de pensamientos, la Divina fuerza me hizo escribir…

Gentilmente comenzó, lentamente creció, y se convirtió en una enérgica fuerza…

A veces, palabras envueltas en notas y canciones, para llenar mis oídos con innumerables canciones,

Llovían en mí el silencioso sonido, en forma de versos, poesía y canciones…”.

Empecé a escribir en 1978.

Tuve profundo anhelo de estar con Él, lo que me llevó a suplicarle que me llevara por el camino recto. Todo estaba expresado en forma de hermosa poesía. Él creó el anhelo y el deseo y Él solo mostró el camino y proveyó las respuestas. Este proceso fue muy lento al principio, pero con el paso de los años, creció el impulso y cruzó la marca de los 56.000 versos. A lo largo de los años ha surgido un patrón que abarca el conocimiento de una amplia gama de temas tales como la creación, el átomo, la anatomía humana, la mente humana, el Atman (el Sí Mismo), etc.

El tiempo invertido en contemplación creativa, se sigue de una pausa que conduce a escribir, lo que incluye bhajans (canciones devocionales), poesía, versos, junto con revelaciones y mensajes del Señor, en diferentes lenguas, como gujarati, hindi, sánscrito, urdu, marathi, así como inglés.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias?

Me di cuenta de que estaba solo en este camino, que sigue siendo desconocido para mí, allí estaba este “Conductor” llevándome hacia mi meta. Mi intenso deseo me envolvió totalmente y paso a paso, el viaje comenzó.

Un día, el “Llamador” me llamó, en forma del Señor Krishna, presentándose Él mismo en 3 dimensiones. La forma sin forma apareció en la forma y una voz sin sonido me habló. Intercambiamos palabras sin manifestarlas y se hicieron preguntas y fueron respondidas. Este evento no fue un incidente aislado.

Poco después Shri Rama, Sita y Hanuman aparecieron y me bendijeron. Una vez, en Delhi, tuve la visión del Señor Shiva en la habitación de mi hotel, y en otra ocasión, pude ver innumerables pequeños Señores Krishna, en cada poro de mi cuerpo. Al igual que esto tuve visiones del Señor Jesús, Jain Tirthankars-Sri Adinath, Shri Parshvanat, Shri Mahaveer, así como del Señor Buda y de otros. Del mismo modo, Narasi Mehta, Tukaram, Gnyaneshvara, Guru Nanak, Vivekananda y otros santos me visitaron. Estos encuentros han sido incesantes y todavía siguen.

Esto me inspiró a leer la Santa Biblia, El Corán Sharif y otras escrituras, lo que me hizo darme cuenta, de que mi comprensión de los libros sagrados había cambiado. Los hojeaba sintiendo que el Conocedor ya me había dado a conocer lo que había escrito en los libros.

“Yo buceaba en la dualidad, a veces en la Luz, a veces en el Sonido, pero por todas partes estaba Su poder…

Nada estaba cerrado (“tight” en el original), ambos poseían la potencia del Todopoderoso…

Ambos cooperaban para crear una Eterna creación…

Esta Luz y este Sonido sin forma, desvelan la perpetuidad,

En forma de palabras…”.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Sí. Me di cuenta de que Dios es amor, luz, y movimiento y para poder recibirlo en el corazón uno tiene que limpiarlo, así como a la mente, pidiendo disculpas a todas las personas con las que se ha juntado y con quienes tiene diferencias, disputas o querellas, o a todos a quienes haya podido consciente o inconscientemente causar dolor.

¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Sí. Mis intereses en otras cosas en la vida han disminuido gradualmente y estoy invirtiendo casi todo mi tiempo en reflexiones, lecturas, y escrituras creativas.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí.

He compartido mi experiencia con miles de personas a través de charlas, discursos religiosos, entrevistas en diarios, revistas, y televisión.

Ahora tengo un grupo de amigos que organizan mis discursos religiosos a gran escala, invitando a cientos de personas con quienes poder compartir mis experiencias y los escritos que recibo de Dios, algunos de los cuales han sido puestos en melodías musicales que llamamos bhajans (himnos).

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? No hay peor parte, ha sido simplemente la mejor experiencia que he tenido jamás. El tipo de amor que experimento allí no puede expresarse en palabras.

¿Hay algo más que desee añadir acerca de la experiencia? Sí. Ha cambiado definitivamente mi percepción de la muerte. Me he dado cuenta de que Él es el mejor cirujano, que hace cirugía sin dolor y sin sangre y la energía vital abandona el cuerpo sin ningún dolor, o sin dejar la menor cicatriz, por lo tanto no es algo a temer, no es el fin. Realmente es un nuevo comienzo.

“La muerte no es un proceso…

Es precisamente un descanso…

La muerte no es la proyección de su pasado…

Sino una piscina de Piedad…”

“La muerte es una creadora, siempre de un nuevo capítulo…

No borra y actúa como purificadora…

El día que naces, la madre te envuelve en pañales…

La muerte te hace un buceador, para bucear en el divino zafiro…”

“La vida es un espejo, la muerte es un prisma…

Una refleja tu acción y la otra refracta tus transacciones…

La vida energiza tus genes; la muerte trae un nuevo DNA…”.

“La vida no tiene doctrina pero espera ganancias…

La muerte es un médico que gana con las pérdidas…

La vida es un producto de muchas muertes…

Y la muerte es un producto para la promoción de una nueva vida…”.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí.