Descripción de la experiencia:

Mi experiencia ocurrió en 1987, después de mi primera cirugía a corazón abierto que se prolongó en el tiempo. Fue tras la recuperación, estaba de vuelta en una habitación muriéndome. Era consciente de que mis cuidadores sabían que me estaba muriendo y no podían entender la razón. Debido a ello, empecé a rezar una seria oración. No fui consciente de ningún movimiento, como pasar a través de un túnel.

Instantáneamente, estuve en la presencia de Dios y oí que no debía tener miedo, que estaba bien, inmediatamente desapareció todo temor y supe que estaba bien. Realmente, recuerdo a otras muchas personas que estaban allí, a algunos los reconocí, a otros no, aunque era consciente de les conocía a todos. Es imposible describir el amor que Dios tiene por nosotros. Nadie, nunca, dejaría a Dios voluntariamente. Ansío volver.

Entonces, una mujer predicadora que me encontré una vez hace un año aproximadamente avanzó, y nuestra tarea era rezar con y por personas específicas en diferentes áreas del hospital Baylor en Dallas donde yo residía. Fuimos hacia estas personas a través del espacio, las paredes y las puertas cerradas. No podía decir que estuviese fuera de mi cuerpo. Todo se veía y se sentía normal y recuerdo pensar que debía ser la misma clase de cuerpo en el que estaba Jesús después de salir de la tumba. Él pasó por paredes, incluso comió, bebió, fue visto y tocado por sus compañeros. No sé cuánto tiempo transcurrió.

Cuando volví a mi cama, me estaban transfundiendo sangre y diciéndome que mi sangre había sido dañada por la máquina que la procesaba durante la cirugía. Quería comprobar si la mujer predicadora había muerto, pero nunca lo hice. Quizá pudo haber estado allí y haber estado viva. Años después de esta experiencia, no podía contar esta historia sin echarme a llorar como un bebé porque recordaba el sentimiento del amor de Dios.

¿Alguna medicación asociada o sustancias que pudieran afectar la experiencia? Incertidumbre, cirugía a corazón abierto durante más de 8 horas y media.

Mi médico, a quien traté de explicar lo que me había ocurrido, pensó sin lugar a dudas que había sido debido a los medicamentos.

¿La experiencia fue difícil de expresar con palabras? Sí.

Sólo la parte que se refiere a la intensidad del amor de Dios. Eso es indescriptible

¿En el momento de la experiencia, había allí algún acontecimiento que amenazara su vida? Sí.

¿Cuál era su nivel de consciencia y de vigilancia durante la experiencia? Normal.

¿Era la experiencia de algún modo parecida a un sueño? No.

¿Experimentó una separación entre su consciencia y su cuerpo? No contesta.

Aunque pude ver mi cuerpo en la cama, pensaba que estaba en mi cuerpo normal.

¿Oyó usted algún sonido extraño o ruidos? No.

¿Pasó usted en o por un túnel o recinto? No.

¿Vio usted una luz? No.

¿Se encontró usted con, o vio a algún, otro ser? Sí.

Con Dios, además de con la mujer que viajó conmigo.

¿Experimentó usted una revisión de acontecimientos pasados de su vida? No.

Lo entendí todo, incluido nuestro futuro, cosa que ahora no puedo recordar.

¿Observó usted u oyó durante su experiencia algo relacionado con personas o acontecimientos que pudiera ser verificado más tarde? Incertidumbre.

Tenía la intención de contactar con la mujer, pero nunca lo hice.

¿Vio usted o visitó dimensiones, niveles o lugares hermosos o de alguna otra manera peculiares? No.

Todo parecía normal salvo que la atención de todos iba dirigida hacia Dios.

¿Tuvo alguna sensación de alteración del tiempo o el espacio? No.

¿Tuvo usted la sensación de tener acceso a una sabiduría especial, a un orden y / o propósito universal? Sí.

En ese momento, estaba asombrada de entenderlo todo.

¿Alcanzó usted un límite o una estructura física de delimitación? No, tenía libertad total.

¿Tuvo usted consciencia de acontecimientos futuros? Sí, pero no puedo recordarlo.

¿Se implicó en, o fue consciente de, una decisión de vuelta al cuerpo? Sí.

Yo no quería volver.

¿Cómo resultado de su experiencia, ha recibido usted dones psíquicos, paranormales u otros dones especiales que no tuviera antes de la misma? Sí.

Soy mucho más consciente de las intenciones de los demás y de sus actos. Y de lo que van a hacer. Leo fácilmente a la gente.

¿Tuvo usted tras su experiencia algún cambio de actitudes o creencias? Sí.

Ausencia de miedo. Todo es positivo.

¿Ha afectado la experiencia a sus relaciones? ¿Vida diaria? ¿Prácticas religiosas etc.? ¿Opciones de carrera? Aquellos a quienes amo, los amo con más intensidad. Soy consciente de que fui llevada a adorar a Dios antes de los 5 años. No asisto a ninguna iglesia por diversas razones. Creo firmemente en Jesús.

¿Ha cambiado su vida expresamente como consecuencia de su experiencia? Sí.

No tengo miedo de nada.

¿Ha compartido usted esta experiencia con otros? Sí.

Desde reacciones positivas hasta falta de interés. Se me dijo a quién debo contárselo y entonces lo hago. Se lo conté a un anciano en un restaurante que prorrumpió en lágrimas y me lo agradeció diciéndome lo mucho que necesitaba oír hablar del amor de Dios.

¿Qué emociones experimentó usted después de su experiencia? Amor.

¿Cuál fue la mejor y la peor parte de su experiencia? Estar en la presencia de Dios. Lo peor fue tener que volver.

¿Hay algo más que desee añadir acerca de la experiencia? Creo que es posible que esté viva sólo porque tenía la intención de contarles a algunas personas acerca del amor de Dios.

¿Tras su experiencia, tuvo usted algún otro acontecimiento en su vida, medicamentos o sustancias que reprodujeran alguna parte de la experiencia? No.

¿Las preguntas planteadas y la información que acaba usted de proporcionar describen exacta y exhaustivamente su experiencia? Sí, lo mejor que he podido recordar.