“Si se limpiaran las puertas de la percepción, el hombre vería las cosas como son” - INFINITO de William Blake

Recuerdo cuando me interesé por primera vez en las experiencias cercanas a la muerte. Fue principalmente para consolar a otros que habían perdido a un ser querido. El libro de Raymond Moody, “Vida después de la vida", fue una maravillosa herramienta de curación. Desde entonces, mis perspectivas se han ampliado. Rápidamente me di cuenta de que en las ECM ocurre mucho más que el consuelo en un momento de intensa pérdida. Al darme cuenta de que la vida en la tierra es una progresión continua, me sorprende que las ECM sean algo tan importante. Para mí, todo parece evidente, incluso sin la validación de otros. Dentro de la comunidad de las ECM, fue como un regreso a casa encontrar a otras personas con creencias sorprendentemente similares y con la voluntad de poner a prueba esas creencias con el telón de fondo de una amplia gama de experiencias. A través de este proceso, he llegado a apreciar la profundidad del conocimiento y la amplitud del tema. Hay algo en el estudio de las experiencias cercanas a la muerte para todo el mundo, sin importar en qué punto del proceso se encuentre para acercarse a Dios.

La fascinación del hombre por la inmortalidad y por lo que ocurre después de la muerte es el último misterio de la vida. El estudio de las experiencias cercanas a la muerte abarca un espectro sorprendentemente amplio de áreas que tocan el núcleo mismo de la existencia humana. En resumen, hay algo para todos. He visto de todo, desde estudios científicos rigurosos, hasta personas que necesitan validar su experiencia cercana a la muerte con otros, pasando por la autosuperación, el crecimiento personal, el asesoramiento y los grupos de apoyo.

Los investigadores intentan validar si hay vida después de la muerte. Definen la experiencia e intentan reproducir los resultados mediante el método científico. Los psicólogos pueden encontrar amplio material para los cambios de comportamiento. Dependiendo de cómo se miren los cambios de comportamiento, las etapas pueden ser etiquetadas como cualquier cosa, desde la evolución de la sociedad hasta las experiencias religiosas. El punto es que el estudio de las ECMs es muy parecido al de los ciegos describiendo a un elefante. Este tema es tan vasto, que se necesitarán muchas perspectivas desde todos los ángulos para intentar describir el infinito.

M. Scott Peck, M.D. habla de cuatro etapas de crecimiento espiritual en su libro "Más allá del camino menos transitado". Estas etapas de crecimiento son el conocimiento de uno mismo a través del enfoque en diferentes niveles del ego. Es como un niño pequeño que se centra en sí mismo, luego en sus hermanos, y después se da cuenta de que es parte del mundo en lugar de que el mundo sea parte de él. El enfoque del yo cambia a medida que evolucionamos a través de las siete jerarquías de valores de Maslow. Primero nos centramos en el yo con necesidades básicas como la comida y el cobijo y trascendemos al nivel más alto que es el enfoque en los demás con el amor incondicional y el altruismo. Es fascinante que la mayoría de las personas informen de que una ECM facilita un cambio de conciencia por el que la persona pasa de una etapa (como quiera que se defina una etapa) a otra.

Mi interés se centra en las etapas sociales/espirituales. Así que, para mí, las etapas de Peck tienen mucho significado. La primera etapa es el contacto con uno mismo. Peck la describe como "la experiencia más dolorosa que puede tener un ser humano". El desencadenante de esta toma de conciencia suele ser una experiencia traumática y repentina, como las típicas de una experiencia cercana a la muerte. Por cierto, la figura número uno en los relatos de ECM es Jesús. La segunda etapa es aquella en la que la persona vive según una serie de pautas estrictas. La denomina etapa "formal/institucional" porque las personas de este grupo tienden a buscar la estructura de sus vidas en la sociedad. Esta estructura puede ser cualquier cosa, desde una religión fundamental, hasta el ejército o una prisión. La idea principal es que la persona percibe la necesidad de una estructura en su vida y busca en la sociedad o en fuentes externas el cumplimiento de esa función.

La tercera etapa es la del "escéptico/individuo". Estas personas representan a los buscadores de la verdad. Muchas veces se ve que los científicos encajan en este grupo. Cuando una persona empieza a vivir fuera de la caja de la sociedad y empieza a cuestionar el propio tejido social que se nos ha inculcado desde el nacimiento, empezamos a crear nuestra propia realidad basándonos en esas observaciones. La cuarta etapa representa la conciencia "mística/comunitaria". Me parece interesante que haya un gran número de individuos con dones psíquicos. Las personas en esta etapa estructuran su mundo en términos de que todo está conectado. Esto se aproxima a una conciencia universal.

Hay muchas personas que han tenido ECMs o que están en la comunidad de ECMs que han alcanzado esta cuarta etapa de desarrollo. Hay muy pocos lugares en la sociedad para que las personas de la cuarta etapa se asocien, sin embargo, aquí hay un terreno fértil para hacer conexiones universales. El capítulo local de IANDS es un grupo maravilloso de personas para validar y actuar como apoyo para otros. Es un foro para el crecimiento a cualquier nivel y proporciona un escenario para el aprendizaje, la exploración de ideas y el cambio: ya sea que ese cambio sea a nivel espiritual, mental, emocional o físico individual; o un cambio que se expanda a la sociedad, las ideologías o nuestras estructuras institucionales. El estudio de las ECMs nos ayuda a percibir el misterio último: las verdades universales que son infinitas.