Descripción de la experiencia:

En 2018, una repentina y severa enfermedad me puso en coma y en cuidados intensivos por un tiempo. Como estaba en coma, ese fue el momento en el que me sentí tan cerca al otro reino. Un proverbio dice, ‘La genté irá a los lugares donde más los desean antes de su muerte inminente’. Yo estaba consciente y, conectado a un ventilador, pero sabía que me estaba muriendo.

Mi consciencia abandonó mi cuerpo como una corriente de humo verde delgado y luego me elevé hacia el techo. Observé a los doctores y enfermeros trabajando en mí mientras vislumbraba mi cuerpo sin vida que yacía inmóvil en la cama de hospital. Lentamente, todo mi entorno se hizo más y más pequeño.

En 2018, una repentina y severa enfermedad me puso en coma y en cuidados intensivos por un tiempo. Como estaba en coma, ese fue el momento en el que me sentí tan cerca al otro reino. Un proverbio dice, ‘La genté irá a los lugares donde más los desean antes de su muerte inminente’. Yo estaba consciente y, conectado a un ventilador, pero sabía que me estaba muriendo. Me sentí aliviado y era indiferente a mis hijos, padres, alguna preocupación o carga.

Después, varios tipos uniformados nos pidieron que entráramos en una sala de espera para aguardar por un número para ser llamados. Me recordó a tomar un número y esperar en un banco. Uno de los uniformados me dijo, ‘Eres el siguiente, no pasees por ahí. Debes presentarte cuando sea tu turno.’ Asentí con la cabeza silenciosamente para confirmar que había entendido. Había una señora de pie detrás de mí a quien no podía verle el rostro. Podía escucharla diciendo que solía manejar autos lujosos y vivía en una mansión. Entonces, ella no sintió arrepentimiento después de la muerte. Ella continuó criticándonos a los demás por no tener ropa bonita qué ponernos. Después, la gente alrededor de mí la estaba regañando, incluyendo a los uniformados, diciendo que era una amante que destruía las familias de otras personas, y que merecía morir en un accidente vehicular. Me decía a mí mismo que mi vida era tan aburrida comparada con la de ella.

Uno de los chicos uniformados se me acercó con una lista y me dijo ‘¿Cuál es tu nombre?’ Respondí ‘Soy XiaoYu’. Entonces me miró y dijo ‘¡No, tú no! Eres el que no merece morir aún.’ De repente, este anuncio se repitió a través de una transmisión de radio, ‘No es tu momento; eres el que menos merece morir aquí.’ Me surmegí en una ola de vacío después de esto.

La escena debajo de mí era caótica. Escuché muchos pitidos provenientes del ventilador y las máquinas de monitoreo en la UCI. Me sorprendió darme cuenta después de recobrar la consciencia, que había estado en coma por 14 días. Me realizaron varias reanimaciones durante el tiempo que estuve afuera.

Tan pronto como salí del estado crítico, me trasladaron a una sala de pacientes durantes los siguientes 15 días antes de que me dieran de alta del hospital. Sería visto por los doctores cerca a de mi pueblo. Mientras me recuperaba, no podía caminar, no era capaz de orinar y estaba confinado en una silla de ruedas con un catéter puesto. Durante mi terapia física, pensé que necesitaba pagar mis karmas; de otra manera, sería sentenciada a permanecer en silla de ruedas por el resto de mi vida hasta que muriera de nuevo.

Había olvidado muchas cosas mientras estaba en coma, a excepción de esta vívida experiencia que pareciera haber ocurrido ayer. Más tarde, le conté mi historia a los ancianos religiosos después de salir del hospital. Me dijeron que volví porque no he cumplido mi propósito, entonces se me permitió volver. Ellos también me dijeron ‘De lo que siembras, cosechas. Si plantas buenas causas, debes disfrutar prosperidad. Si plantas malas causas, debes continuar practicando y sobrevivier para enmendar los karmas.’

Milagrosamente mejoré. No solamente puedo correr súper rápido, sino que también me volví tan normal como todos los demás en el trabajo así como en la vida diaria. Hasta ahora, debes pensar que lo que te he contado es ridículo, y créeme, sentí lo mismo que tú. Era el tipo de ateo que cree que la conciencia de una persona cesa al morir. No tienes que creer en Dios, pero no puedes ignorar los karmas.

Información previa:

Fecha en que ocurrió la ECM: 2018